Trama de fósiles milenaria y millonaria

Fue una llamada anónima la que puso en alerta a la Interpol de la venta ilegal de fósiles argentinos en una feria de minerales en Tucson (Estado de Arizona, EE UU). Dos años después del aviso, las autoridades argentinas, en colaboración con las estadounidenses, repatriaron el jueves 4.000 kilos de fósiles de dinosaurios.

Entre las piezas hay miles de huevos de dinosaurios, piñas petrificadas y restos de cangrejos prehistóricos encontrados en la Patagonia. La carga milenaria llegó en un avión Hércules de la Fuerza Aérea que aterrizó en el aeropuerto porteño Jorge Newbery. Allí fueron recibidos por el secretario de Cultura, José Nun, el embajador estadounidense, Earl Anthony Wayne, la secretaria de Seguridad Nacional en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, Julie Myers, autoridades de la Interpol y de la Fuerza Aérea.

"Es el principal golpe al contrabando internacional de bienes culturales de la historia", por lo que "Argentina está muy satisfecha y orgullosa de recuperar este patrimonio", expresó Nun, según declaraciones recogidas por la prensa argentina.

Las piezas, que se estima que cada una podría venderse en el mercado a 5.000 o 6.000 dólares, serán trasladadas al Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia. Allí "se realizará un peritaje para determinar qué fósiles hay y de qué región provienen exactamente", precisó Edgardo Romero, director del museo. Según las autoridades, los fósiles tienen un valor incalculable, mucho mayor al que alcanzan en el mercado ilegal.

La llamada anónima en 2006 fue la clave para poder recuperar parte del patrimonio paleontológico argentino. Desde ese momento, las autoridades estadounidenses y argentinas iniciaron una investigación y se incautaron de los bienes. Enviaron una muestra a Argentina para constatar su origen y se determinó que provenían de la Patagonia. Esta región de Argentina es una de las más ricas del mundo en cuanto al hallazgo de restos de dinosaurios, debido a que las capas de roca están a la vista y la vegetación es escasa.

Los costos de la repatriación de los fósiles eran altos, pero una empresa postal estadounidense se ofreció a llevarlos a Washington, desde donde fueron transportados a Buenos Aires.

"Llegar a esta instancia demoró más de dos años, porque normalmente los asuntos legales y judiciales llevan tiempo. Pero lo bueno es que logramos nuestro objetivo", explicó a BBC Mundo el embajador estadounidense, Earl Anthony Wayne.

El diplomático afirmó que aún no hay detenidos por el contrabando de los restos de dinosaurios, pero que las personas involucradas están siendo investigadas por las autoridades de ambos países. En la causa está imputada una compañía argentina que extrae rodocrosita, un mineral utilizado en joyería y ornamentación.