Iborra presenta en Málaga su versión del clásico de Lope de Vega 'La Dama Boba'
La película contó con el diseñador Lorenzo Caprile como encargado del vestuario
El director Manuel Iborra ha llevado a la novena edición del Festival de Málaga la película La Dama Boba, una comedia romántica ambientada en el siglo de Oro, que cuenta la transformación que sufre la personalidad de una joven desde el momento en que se enamora. La cinta está protagonizada por José Coronado, Silvia Abascal, Verónica Forqué, Macarena Gómez y Roberto San Martín.
La historia, basada en una obra de Lope de Vega, transcurre en el siglo XVII y narra cómo dos hermanas, Nise y Finea, se evaden de la sociedad machista de la época de dos formas muy distintas, la primera a través de los libros, y la segunda, haciéndose la tonta. La llegada de dos pretendientes cambiará la situación, ya que las harán competir, y esa rivalidad junto con el amor les llevará a descubrir sus verdaderas personalidades. Al final, la más boba resultará ser la más lista.
La cinta cuenta con una cuidada puesta en escena, para lo que ha contado con el diseñador Lorenzo Caprile como encargado de vestuario. El director explicó que de esta película le atraía hacer algo que nunca había hecho hasta el momento, "época, verso y espadas" con las que "he disfrutado mucho", al tiempo que aseguró que "si la película sirviera para que se hicieran una o dos con textos clásicos al año, "sería maravilloso", porque en España "tenemos textos estupendos".
Comedia y verso
El cineasta destacó el trabajo de los actores, que se prepararon durante dos meses para interpretar sus papeles, al tiempo que mantenían reuniones previas con el propio Iborra. En este sentido, José Coronado, que interpreta a Laurencio, confesó que ha intentado "hacer que a los cinco minutos de película se olvide que es en verso" y aseguró que "aunque el verso va unido a una cosa aburrida, el gran acierto de La dama boba es que a los cinco minutos ya es divertida".
Por su parte, Silvia Abascal, Finea en la ficción, indicó que tiene mucho respeto al verso, aunque "no miedo". "El trabajo me hizo entender que se trata de saborear las palabras más allá de la perfección técnica", apostilló. "Para mi era muy importante que Finea fuera una niña real" que desprendiese la inocencia de alguien que no ha amado nunca y que tampoco ha sufrido, algo que consideró difícil a sus 26 años.
Finalmente, Iborra explicó que sólo ha modificado el texto de Lope de Vega para eliminar algunos apartes teatrales, los arcaísmos y las palabras que ahora tienen un significado distinto, "el resto es Lope", afirmó.
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