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El odontólogo José Luis Calvo Guirado entra en el top 20 mundial de científicos con más estudios retirados

El excatedrático de la Universidad Católica de Murcia asegura que no ha hecho “ninguna trampa” en su vida, pero una decena de revistas ya ha retractado 34 de sus investigaciones por irregularidades

Manuel Ansede
José Luis Calvo Guirado odontólogo
El odontólogo José Luis Calvo Guirado, en la Universidad Católica de Murcia, en 2016.UCAM

El odontólogo José Luis Calvo Guirado, catedrático de la Universidad Católica de Murcia hasta 2021, ha entrado en el top 20 de científicos del mundo con más estudios retirados por irregularidades, según el recuento de la organización estadounidense Retraction Watch. Una decena de revistas ha retractado ya 34 de sus trabajos, plagados de anomalías como reutilizar una y otra vez las mismas imágenes en experimentos diferentes con perros o conejos. Calvo Guirado, uno de los científicos más citados del mundo según la clasificación de la Universidad de Stanford (EE UU), sostiene que no ha hecho “ninguna trampa” en su vida.

La web del investigador cuenta que nació “en un modesto barrio” de la ciudad argentina de San Juan. “Tenía muy claro, desde joven, que su ilusión era prosperar y conseguir grandes logros para poder llegar a ser como los otros chicos de su entorno”, afirma su breve biografía oficial. Calvo Guirado, según su relato, estuvo en el ejército argentino unos años, estudió Odontología y abrió su propia clínica dental en Murcia. “José Luis es un individuo serio, honesto, responsable, trabajador, intrépido, divertido, saludable, deportista y un gran estratega. [...] Por eso está donde está, a base de su trabajo y esfuerzo diario”, asegura su página en internet.

Las alarmas sobre su trabajo saltaron en 2018. La revista Clinical Oral Implants Research, de la editorial estadounidense Wiley, retractó 18 estudios de Calvo Guirado en apenas seis meses. Una de esas investigaciones, sobre implantes dentales experimentales en perros de laboratorio de raza beagle, incluía fotografías empleadas para ilustrar otros estudios distintos. Lo mismo ocurría en un trabajo similar con perros foxhound. El odontólogo aseguró entonces a EL PAÍS que todo era por “una cuestión de envidias” y fallos involuntarios. “Me pregunto si en la revista estaban esperando a que cometiéramos un error para desprestigiarnos”, afirmó.

El goteo de retractaciones ha continuado y ya son 10 revistas especializadas, de cinco editoriales distintas, las que han retirado 34 estudios de Calvo Guirado, pero el odontólogo mantiene su versión de la gran conspiración contra él. “Esto es una cosa que me ha venido del aire, han empezado a ir a por mí, como cuando encuentran alguna cabeza de turco y empiezan a darle”, afirma por teléfono. El dentista asegura que ha contratado “un bufete de abogados internacional” para defenderse caso por caso. “Lo he puesto en manos de la justicia internacional. Ya están todos denunciados, estoy esperando la resolución”, sostiene, sin ofrecer más detalles.

La trigesimocuarta retractación de Calvo Guirado llegó hace un mes. La revista Clinical Oral Investigations, de la editorial estadounidense Springer, eliminó un estudio sobre implantes dentales experimentales realizados en tibias de conejos vivos, tras detectar imágenes aparentemente repetidas y manipuladas mediante rotaciones. La misma publicación retiró hace dos años otro trabajo de 2013. La nota de retractación es demoledora. Los responsables de la revista denunciaron que una docena de imágenes médicas de ese estudio aparecen en otros trabajos ilustrando experimentos que no tienen nada que ver. Una de ellas, una fotografía al microscopio de un hueso de conejo, se publicó en cinco investigaciones diferentes. La autora principal junto a Calvo Guirado es Piedad Ramírez Fernández, entonces en la Universidad de Murcia y ahora profesora en la Universidad Católica de Murcia. Es coautora de 14 de las investigaciones retractadas.

Imágenes de huesos de conejo presuntamente reutilizadas para ilustrar experimentos diferentes.
Dos imágenes de huesos de conejo presuntamente reutilizadas para ilustrar experimentos diferentes.Clinical Oral Investigations

La Universidad Católica de Murcia, un centro privado creado en 1996 y apoyado por el Vaticano, tiene más de 21.000 alumnos. Cuando se fundó, el rector de la universidad pública de la ciudad afirmó que era “un chiringuito”. La institución privada se ha esforzado desde entonces en mejorar su perfil investigador, fichando a científicos de las listas de muy citados, como Juan Carlos Izpisúa, que en 2017 creó en Murcia embriones con células de cerdo y humano, con el objetivo final de generar órganos humanos en el ganado porcino, para trasplantes.

Calvo Guirado fue catedrático de la universidad católica entre 2015 y 2021, un periodo en el que firmó 11 de los estudios hoy retractados. La institución sacaba pecho de que su profesor estaba “posicionado en el número quince del mundo en investigación sobre implantología dental”. Un portavoz de la universidad se limita ahora a señalar que el odontólogo ya “no tiene vinculación” con la organización murciana, sin dar más explicaciones. Según Calvo Guirado, llegó a un acuerdo para no renovar su contrato. Sus otros 23 estudios ya retractados se publicaron entre 2009 y 2015, cuando era profesor de la Universidad de Murcia.

Un equipo de la Universidad de Trieste (Italia) analizó hace poco más de un año el fenómeno del fraude científico en la odontología. “Calvo Guirado es el protagonista del peor escándalo de la historia en el campo de la investigación dental”, proclamaron los autores, encabezados por el cirujano Claudio Stacchi, en el libro Integrity of Scientific Research (Springer). El análisis subrayaba que algunos colaboradores de Calvo Guirado comparten con él multitud de estudios retractados, como el colombiano Rafael Delgado Ruiz (una veintena de trabajos retirados), la mencionada Piedad Ramírez (14) y José Eduardo Maté (8), también profesor en la Universidad Católica de Murcia. EL PAÍS ha preguntado a Ramírez y Maté por su versión de los hechos, sin recibir respuesta por el momento.

“El hecho de que un investigador conocido y respetado como José Luis Calvo Guirado haya estado involucrado en un escándalo así debe preocupar profundamente a la comunidad científica”, opina Stacchi, presidente electo de la Sociedad Italiana de Cirugía Oral. El experto atribuye las irregularidades a los actuales métodos de evaluación de la ciencia, que recompensan a los científicos —con aumentos de sueldo, ascensos, prestigio en los rankings y mayor financiación— en función de su producción medida al peso, no por su calidad. “Esto no puede ser una justificación, pero es absurdo ocultar que lo que le ha sucedido a Calvo Guirado es solo la punta de un iceberg que aún no somos capaces de ver entero, pero sabemos que existe y es enorme”, reflexiona el italiano.

Lo que le ha sucedido a Calvo Guirado es solo la punta de un iceberg que aún no somos capaces de ver entero
Claudio Stacchi, presidente electo de la Sociedad Italiana de Cirugía Oral

Stacchi recuerda que el sistema científico actual se enfrenta a “la proliferación de revistas depredadoras o semidepredadoras” que publican cualquier estudio insustancial siempre que los autores paguen las correspondientes tasas. El cirujano insta a reforzar los sistemas informáticos para detectar inmediatamente imágenes repetidas o textos plagiados. En España, la entidad guardiana de la calidad de la universidad, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), está modificando los criterios de evaluación de los investigadores con el objetivo de dejar de juzgar sus publicaciones al peso.

Rafael Delgado Ruiz trabajó en la Universidad de Murcia hasta 2012 y es coautor de una veintena de trabajos retractados de Calvo Guirado. “Yo colaboré con los artículos en la parte de edición y gramática en inglés”, afirma. “Creo que existió un componente de exceso de entusiasmo, desconocimiento de aspectos específicos de derechos de autor y mezcla de archivos de imágenes, lo que resultó en la presentación de imágenes similares. Desafortunadamente, las retractaciones nos acompañan como una mancha indeleble y pesa más una retractación que cientos de artículos publicados”, asegura el colombiano, profesor desde hace una década en la Universidad de Stony Brook, en Nueva York. El dentista argentino también fue profesor voluntario, sin salario, en esta institución estadounidense, pero un portavoz confirma que la universidad finiquitó esta relación en 2022.

La odontóloga Lisa Heitz-Mayfield, de la Universidad de Australia Occidental, era la editora jefa de la revista Clinical Oral Implants Research cuando esta publicación retractó los 18 primeros estudios de Calvo Guirado en 2018. “Ni yo ni nadie de mi equipo de editores asociados estamos intentando perseguir a ningún investigador”, afirma en respuesta a las insinuaciones del odontólogo argentino de que hay una conspiración internacional contra él. Heitz-Mayfield sigue al frente de la revista. “La decisión de retractar un estudio no se toma a la ligera ni por una única persona. Cuando se demuestra que la ciencia es poco fiable y el autor no puede aclarar adecuadamente las dudas, se ejecuta la retractación”, subraya.

El odontólogo de Murcia recalca que sigue investigando por su cuenta y publicando sus estudios. Incluso es editor en varias revistas especializadas. El investigador portugués Jaime Teixeira da Silva y su colega vietnamita Quan-Hoang Vuong también analizaron el caso de Calvo Guirado el año pasado, en un trabajo académico sobre científicos con multitud de retractaciones que, sin embargo, siguen ejerciendo de editores, con poder para juzgar los estudios de los demás. El documento destacaba que en el currículum de 240 páginas del odontólogo no hay ni una mención a sus decenas de investigaciones retractadas. “¿Qué señal envía esto a los colegas de Calvo Guirado y a la comunidad académica en general?”, se preguntaban Teixeira da Silva y Vuong.

Calvo Guirado es miembro del comité editorial de las revistas Indian Journal of Dental Sciences, Dentistry and Oral Research y AIMS Bioengineering, además de haber sido editor de números especiales para el gigante editorial MDPI, una empresa suiza acusada de ganar millones de euros publicando miles de estudios insustanciales. “Si se recompensa a los editores que tienen múltiples retractaciones y un historial de mala praxis, [...] se envía la señal de que es aceptable asumir un puesto de liderazgo pese a carecer de las cualidades que definen a un líder competente y ético”, lamentan Teixeira da Silva y Vuong, de la Universidad Phenikaa, en Vietnam.

El odontólogo argentino ocupa el último lugar en el top 20 mundial elaborado por Retraction Watch. En el primer puesto está el anestesista alemán Joachim Boldt, del Hospital de Ludwigshafen, que acumula 194 estudios retractados. En segunda y tercera posición hay otros dos anestesistas, los japoneses Yoshitaka Fujii (172 trabajos retirados) y Hironobu Ueshima (124). Son fraudes masivos que increíblemente ocurrieron durante décadas a la vista de todo el mundo.

Pese a sus decenas de retractaciones, José Luis Calvo Guirado sigue compartiendo en sus redes sociales que está “entre los mejores investigadores del mundo”. La página web de su clínica murciana proclama: “José Luis es el mismo niño que hace más de 50 años jugaba por las calles del modesto barrio de La Virgen de Los Desamparados en San Juan, en Argentina. No ha cambiado su manera de ser y comportarse, siendo el mismo niño divertido y alegre de entonces. José Luis mantiene vivo el vínculo con el Josito, como así le llamaban en Argentina, siendo fiel a sus principios”.

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Sobre la firma

Manuel Ansede
Manuel Ansede es periodista científico y antes fue médico de animales. Es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Licenciado en Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid, hizo el Máster en Periodismo y Comunicación de la Ciencia, Tecnología, Medioambiente y Salud en la Universidad Carlos III
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