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Vera Gorbunova, bióloga: “Un compuesto de las algas comestibles podría alargar la vida”

Esta investigadora estudia a los mamíferos más longevos del planeta en busca de moléculas que permitan a todos los humanos vivir más de 100 años

Vera Gorbunova, bióloga molecular, antes de la entrevista.
Vera Gorbunova, bióloga molecular, antes de la entrevista.Santi Burgos
Nuño Domínguez

El mamífero más longevo del planeta es la ballena de Groenlandia, que vive más de 200 años. Algunos ejemplares vivos ya surcaban las aguas del Ártico cuando el francés Champollion descifró los jeroglíficos egipcios de la piedra Rosetta en 1822. Nadie sabe cómo llegan a esa edad sin sufrir apenas cáncer, una enfermedad íntimamente ligada al envejecimiento.

En 2018, los biólogos Denis Frisanov y Max Zacher emprendieron un complicado viaje hasta Barrow, en Alaska (EE UU), para tomar muestras biológicas de estos cetáceos. Lo lograron, pero allí no había forma de preservar células o mandar un paquete por correo, así que metieron las muestras en sus maletas y volvieron a EE UU para rendirle cuentas a su jefa: la bióloga Vera Gorbunova. La codirectora del Centro de Investigación del Envejecimiento de la Universidad de Rochester (EE UU) es una de las mayores expertas mundiales en la búsqueda de las claves de la longevidad de las ballenas de Groenlandia y otros mamíferos con vidas extraordinariamente largas. Su laboratorio es uno de los pocos del mundo donde hay ratopines rasurados; roedores ciegos que viven en colonias similares a las de las hormigas y que alcanzan hasta los 40 años sin apenas enfermedades asociadas a la edad. “Los ratones enferman mucho de viejos, pero los ratopines no lo hacen nunca. Desde hace 13 años las únicas muertes que hemos visto son por peleas”, añade.

Gorbunova nació en San Petersburgo hace 51 años. Es hija de dos físicos teóricos que no paraban de hablar de ciencia en casa. Desde hace más de tres décadas comparte laboratorio con su pareja —el bioquímico Andrei Seluanov—en busca de las claves del envejecimiento. Su gran objetivo es lograr reproducir en humanos los mecanismos biológicos de la longevidad para que todo el mundo pueda llegar a los 100 años con buena salud y una mente ágil. De visita en España para impartir una conferencia en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, la científica explica en esta entrevista sus últimos hallazgos.

Pregunta. A veces comienza sus charlas diciendo que busca la fuente de la eterna juventud. ¿Qué quiere decir exactamente?

Respuesta. No creo que consigamos que la gente viva para siempre como en la leyenda, pero sí alargar su vida manteniendo un buen estado de salud. Ahora mismo la esperanza de vida máxima de los humanos es de 120 años. Ese parece ser el límite y muy poca gente llega a esa edad. La fuente de la juventud sería conseguir que todo el mundo viva hasta los 100 o 120 conservando la salud. Es lo que vemos en esos pocos centenarios: están saludables hasta sus últimos años de vida.

P. ¿Cómo pretende lograr ese objetivo?

R. Estudiamos a los animales más longevos de la Tierra para intentar entender cómo lo consiguen. Uno de nuestros descubrimientos recientes es que estos animales son muy buenos reparando el daño en su ADN. Con el paso de los años el ADN de los humanos y muchos otros mamíferos va desordenándose, revolviéndose. Estos animales longevos, en cambio, lo mantienen muy bien organizado hasta edad muy avanzada. Hay una proteína que se llama Sirtuina 6 que está más activa en estos organismos. Estamos buscando la forma de activarla en humanos. La idea es conseguirlo con una pastilla o un suplemento nutricional que podría ayudar a mantener nuestro genoma en orden.

P. ¿Qué animales tienen muy activa esa proteína?

R. Lo hemos visto en más de 20 especies diferentes. Y algunas personas centenarias tienen una mutación que hace que esta proteína esté más activa en su organismo.

P. ¿Realmente se podría lograr que todos llegásemos a centenarios con una simple pastilla?

R. No queremos modificar el genoma, no sería seguro ni viable. Lo mejor es encontrar un fármaco o incluso un complemento dietético. Hemos hecho un rastreo de moléculas que potencian la presencia de la Sirtuina 6 y hemos encontrado una en algunas algas comestibles. El compuesto podría alargar la vida. Se lo estamos dando a ratones y parece que su salud mejora, aunque aún no sabemos si viven más. Pronto lo sabremos.

P. ¿Hay otras moléculas interesantes?

R. Llevamos tiempo estudiando el ácido hialurónico. Hemos visto que los ratopines producen mucho. Logramos identificar el gen que se encarga de ello y se lo hemos insertado a ratones convencionales. El resultado es que viven más tiempo y quedan más protegidos del cáncer y la inflamación.

“Es posible conseguir tratamiento contra el envejecimiento que sea barato y efectivo”

P. Esta y otras moléculas que usted ha mencionado ya se venden como suplementos dietéticos con supuestos beneficios para la salud ¿Realmente son útiles?

R. Yo no tomo suplementos alimenticios. No hay ciencia suficiente sobre la mayoría de ellos. No está justificado tomarlos basados en el conocimiento actual. Sí le confesaré que he empezado a comer algas. Para extender nuestra esperanza de vida tendríamos que tomar un compuesto de forma continuada, durante años y años, así que lo que necesitas es un compuesto que sea muy saludable. Los países donde más algas se comen son Japón y Corea del Sur, que tienen unas de las esperanzas de vida más altas del mundo. No sabemos si las algas contribuyen, pero sabemos al menos que no hacen daño. Por lo demás, la dieta de la longevidad ya la sabemos: comer mucha verdura y fruta, hacer ejercicio y llevar una vida activa. Es lo mejor que la gente puede hacer y no hacen falta suplementos.

P. ¿La restricción calórica y el ayuno intermitente alargan la vida?

R. Hay muchos estudios convincentes en animales: ratones, gusanos, pero en humanos tenemos muchas menos pruebas. Los ensayos con personas no duran lo suficiente, por eso es difícil desvelar si realmente hay beneficios. Reducir drásticamente las calorías en la dieta no es práctico, la gente no quiere vivir así. Tal vez el ayuno intermitente puede lograr efectos similares y es más llevadero: por ejemplo, no comer un día a la semana. El impacto en tu estado de ánimo es mucho menor y puedes comer cuanto quieras el resto de días. En ratones se ha comparado la restricción calórica continua y el ayuno discontinuo y los beneficios son los mismos.

P. Recientemente ha comenzado a estudiar a los murciélagos. ¿Por qué?

R. Son fascinantes. Algunas especies llegan a vivir 30 años. Toleran los virus hasta el punto de estar infectados con muchos de ellos sin que les afecte. Por eso son un vector de enfermedades. Han desarrollado mecanismos de resistencia viral, pero también otros que reducen la inflamación. La inflamación es necesaria para la salud, pero a medida que envejecemos se exacerba y comienza a ser la causa de muchas enfermedades asociadas a la edad, entre ellas el cáncer. Los murciélagos no tienen este problema. Estamos estudiando su sistema inmune porque sospechamos que no solo les permite neutralizar virus, sino dominar la inflamación. Hemos visto que hay rutas de señalización molecular de inflamación que están aminoradas en estos mamíferos y estamos haciendo ratones modificados genéticamente para parecerse a los murciélagos en este aspecto. No tenemos resultados aún, pero tal vez esto sirva para identificar nuevas moléculas interesantes.

P. En el campo del envejecimiento hay también charlatanes. Algunos dicen que el envejecimiento será opcional en unos años. Después hay otros proyectos como el financiado por Jeff Bezos y otros multimillonarios que están fichando a científicos de primera línea de universidades y centros públicos ¿Qué opina de todo esto?

R. Siempre está bien tener sueños, aunque no se vayan a hacer realidad. Estamos a años luz de conseguir que envejecer sea opcional. Últimamente, ha habido un gran desembarco de capital privado en este campo. Yo creo que es muy bueno porque beneficiará a todo el mundo. Si realmente esas empresas consiguen descubrimientos rompedores, beneficiarán a toda la sociedad.

P. ¿Cree que llegarán a todos por igual?

R. Estoy convencida. No puedes limitar ciertos avances para que los disfrute solo un círculo reducido de privilegiados. Siempre acaban democratizándose y llegando a todos. Hay una limitación. Si es algo muy caro, tardará más en llegar al común de los mortales. Pero hay posibilidades de descubrir algo realmente efectivo contra el envejecimiento que no cueste mucho dinero y sea efectivo. Cuanto más dinero se dedique a la investigación en esta área, mejor para todos.

Respecto a Altos Labs, el proyecto de Bezos, me quisieron fichar, pero en ese momento no pude decir que sí porque por razones familiares no podía mudarme. Era una gran oportunidad y son muy generosos con el dinero. El proyecto lo dirigen científicos de primer orden y lograrán cosas muy interesantes.

“En unos 15 años podremos conseguir que la gente viva hasta los 100″

P. ¿Cuánto tardaremos en democratizar el centenarismo?

R. Creo que en unos 15 años podremos conseguir que la gente viva hasta los 100. Para entonces ya tendremos medicamentos que ralenticen el envejecimiento. Seguirá habiendo enfermedades, pero las controlaremos mejor.

P. ¿Se podrá también revertir el envejecimiento del cerebro?

R. Nadie quiere estar vivo sin que la mente le funcione bien. Una de las cosas que estamos investigando son mecanismos epigenéticos, modificaciones que se realizan sobre el genoma sin necesidad de cambiarlo y que influyen en su funcionamiento al encender o apagar genes. Dentro del cerebro de personas de edad avanzada que sufren alzhéimer observamos errores de organización del genoma. Si conseguimos una intervención epigenética con un fármaco, tal vez podamos prevenir la degeneración del cerebro con la edad.

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Sobre la firma

Nuño Domínguez
Nuño Domínguez es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo Científico por la Universidad de Boston (EE UU). Antes de EL PAÍS trabajó en medios como Público, El Mundo, La Voz de Galicia o la Agencia Efe.

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