La Junta suspende el plan de asistencia a andaluces en Argentina
Relaciones Institucionales negocia con otras dos consejerías para mantener las ayudas para médicos y fármacos a emigrantes necesitados
Son andaluces, aunque viven a miles de kilómetros. Durante años aportaron gran parte de la renta regional con su trabajo en el exterior. Cuando las circunstancias han sido malas, el Gobierno andaluz los ha apoyado. Pero una mezcla de imprevisión, crisis y descoordinación ha acabado con un programa básico: la asistencia sanitaria y prestación farmacológica para los andaluces en el exterior y sus familiares más desfavorecidos. La Junta, aunque ha comunicado su suspensión, ha admitido que negocia en estos momentos la forma de mantener el programa.
La voz de alerta llegó de Rosario (Argentina), donde se encuentra una comunidad de andaluces en el extranjero nacida en 1915. Es la más antigua de todas y agrupa a más de un millar de personas. La Junta les comunicó que el pasado 30 de octubre se daba por acabado el convenio vigente desde 2001 por el cual se garantiza la asistencia sanitaria y de urgencia y se presta ayuda para gasto farmacéutico a aquellos que carecen de medios suficientes. El presupuesto bianual es de 1,4 millones y los beneficiarios de la asistencia médica el pasado año fueron 694 andaluces. La ayuda para fármacos alcanzó a 561 y la atención de emergencia, a 32.
Uno de los beneficiarios es un andaluz padre de mellizos de 11 años que se ha quedado en paro y que no puede pagar la asistencia médica que precisa, según relata Gustavo Torres, presidente de la Agrupación Andaluza de Rosario, quien también advierte de la existencia de algunos jubilados con rentas inferiores a los 300 euros, la mitad del mínimo necesario para sobrevivir en Argentina, que padecen dolencias crónicas y quedan sin protección.
Este programa lo gestionan las casas de Andalucía, que elaboran un censo muy riguroso de beneficiarios para que sean asistidos en hospitales españoles con sede en Argentina y adquieren los medicamentos con los fondos llegados desde la Junta. Torres destaca que la relación de usuarios analiza las condiciones de vida e ingresos de forma exhaustiva para evitar derroches o gastos innecesarios, pero defiende su continuidad, ya que hay algunos andaluces con dificultades para hacer frente al gasto de sustancias tan importantes como la insulina de diabéticos.
La actual situación económica de Argentina hace aún más difícil la situación por lo que los responsables del programa defienden su continuidad como algo “absolutamente necesario”.
La prestación ha dependido durante la última década de Asuntos Sociales y Presidencia, pero la última distribución del Gobierno andaluz incorporó a Relaciones Institucionales, de IU. De esta forma, en la actualidad, la coordinación depende de la Agencia de Cooperación, de Dependencia y de Salud. La falta de acuerdo entre estos tres departamentos ha precipitado el fin de la prestación.
La Junta delegó la respuesta sobre el futuro de la asistencia a los emigrantes en Relaciones Institucionales. Fuentes de esta Consejería aseguraron que la “voluntad” es mantenerla, pero que en la actualidad se está negociando entre los tres departamentos cómo se mantiene y se le da continuidad.
Consecuencia del "corralito"
El plan de asistencia sanitaria y farmacológica nació en 2001, cuando el Gobierno de Fernando de la Rúa impuso el conocido “corralito”, una medida que restringió la disposición de efectivo. Posteriormente, se consolidó y quedó incluido en el plan integral y en la norma de 2006 que recoge el Estatuto de los Andaluces en el Mundo, que sistematiza el conjunto de prestaciones y derechos que la Administración autonómica reconoce a los andaluces y andaluzas en el exterior, las personas de origen andaluz, las comunidades andaluzas y las personas retornadas a Andalucía.
El objetivo, según recoge la norma, es reconocer y devolver su dedicación, constancia y esfuerzo. Actualmente, alrededor de dos millones de personas de origen andaluz viven fuera de la comunidad y un 10% de ellas, en el extranjero. En las Comunidades de Andaluces participan casi 90.000 socios.
El plan integral de la Junta va dirigido a 182.928 andaluces en el exterior. El 50 % se encuentra principalmente en Argentina, Francia, Alemania y Brasil; la mayoría son originarios de Málaga, Granada y Almería; el grupo de edad más importante es el comprendido entre los que tienen 16 a 64 años y el número de mujeres es ligeramente superior al de hombres, 93.000 mujeres respecto a 89.000 hombres.
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