Periodista y escritora, antes de llegar a EL PAÍS fue editora en la revista PlayGround y redactora en El Periódico de Cataluña y La Opinión. Estudió periodismo en la Universidad de Murcia y realizó el máster de Periodismo Político Internacional de la Universitat Pompeu Fabra. Es autora de la novela 'Desencajada' y varios relatos.
Representa a la literatura frente al poder. En cuanto Putin agredió a Ucrania, esta escritora, una de las más consagradas de Rusia, dejó Moscú y se instaló en Berlín. La autora de ‘Pobres parientes’ y ‘Soniechka’, ganadora del Booker Rusia y del Premio Formentor, nunca se ha mordido la lengua.
Nació en el seno de una familia privilegiada de Guinea-Conakry. Estudiaba Derecho y luchaba por los derechos humanos hasta que él y los suyos fueron encarcelados. Huyó, cruzando medio continente africano a través del desierto del Sáhara. En Marruecos se subió a una patera que acabó hundiéndose. Hoy es camarero en Algeciras y ha escrito un libro titulado ‘Tres días en la arena’.
En la República Dominicana, el país que atesora algunas de las mejores playas del Caribe, los habitantes sienten sin embargo una auténtica devoción por los ríos. Es en los arroyos, afluentes yriachuelos donde se celebran las grandes fechas que marcan una vida, donde se come, se baila y se bebe. El fotógrafo Juan Manuel Díaz Burgos ha captado la esencia de “esos lugares que invitan a olvidarse de todo” en su proyecto Fluye, que se expondrá en el Palacio Consistorial de Cartagena desde el 8 de julio. Las fotografías, realizadas de 2009 a 2019, son una celebración y un homenaje al agua, el elemento que todo lo arrastra o por el que todo fluye.
La primera pregunta a este poderoso generador de texto fue: ¿por qué los seres humanos os tenemos miedo? Las imágenes que acompañan esta crónica fueron generadas por DALL-E 2, otra herramienta de inteligencia artificial.
Ya hay gente que se reúne en el metaverso, que compra parcelas de tierra virtuales en él y que hasta celebra bodas ahí. Puede que, dentro de nada, muchos de nosotros no podamos vivir sin él.
Cuando una pareja joven con dos hijos se fijó en esta casa en el centro de Madrid era un espacio deslucido, en ruinas y con el techo derrumbado en algunas partes. Estaba muy lejos de ser el hogar que es hoy.
La localidad se ha convertido en símbolo de la brutalidad del Ejército ruso en Ucrania. El horror que viven sus habitantes, atrapados bajo las bombas, solo llega al exterior a través de algunos testimonios, de quienes logran huir y de mensajes en una red social
El peluche que portan muchos niños ucranios es lo único que les sigue recordando que hubo un tiempo en el que ellos también tuvieron una infancia. Una vida normal.
“No sabes el miedo que da estar en un sótano frío toda la noche mientras fuera disparan”. Mi abuela me cuenta la guerra en directo a más de 3.000 kilómetros de distancia
EL PAÍS contacta con una empleada de la planta de Zaporiyia, la mayor de Europa, a la que no ha podido acceder tras el asalto de las tropas rusas durante la madrugada
Los padres de Olga, de 21 años, colaron a su hija en un convoy abarrotado. La espera un largo viaje para cruzar la frontera y llegar a su actual residencia de estudio, Eslovaquia
La periodista de EL PAÍS relata cómo sus tíos y primos, residentes en una de las localidades clave en el frente de guerra, logran huir antes de que los controles militares solo permitan la salida a mujeres y niños
La periodista Margaryta Yakovenko tiene casi 30 años y su país, Ucrania, 31. En esta crónica cuenta cómo viven su generación y su familia estos días de tensión
“Si el exilio no fuera una terrible experiencia humana, sería un género literario”, escribió Cristina Peri Rossi, premio Cervantes, sin saber que estaba creando una nueva geografía del refugio para todos los que solo teníamos un billete de ida
Creía que España no era un Estado fallido y que como mujer, tenía cierta libertad y había alcanzado cierto grado de protección. El suficiente como para saber que tengo el derecho de tomar la decisión adecuada sobre mi cuerpo