La televisión española encuentra ideas en la literatura
Novelas de Almudena Grandes, Eduardo Mendoza y Carmen Laforet están en proceso de convertirse en series
La explosión que vive en los últimos años el audiovisual español lleva a las productoras televisivas a buscar ideas para generar contenido hasta debajo de las piedras. “La demanda ha crecido tanto que hay que diversificar las fuentes creativas”, dice Sonia Martínez, directora editorial de series de Buendía Estudios. Una de esas fuentes que se ha revelado fundamental en los últimos tiempos es la literatura. La adaptación televisiva de libros no es algo nuevo. De hecho, fue una de las bases esenciales cuando el medio estaba dando sus primeros pasos en el siglo pasado. Series españolas como La Regenta, Fortunata y Jacinta, Cañas y barro o Los gozos y las sombras son prueba de ello. Pero sí es nueva la relevancia que ha ganado en los últimos años.
“Igual que hay que trabajar en ideas que surjan de los equipos creativos, una fuente de historias muy potente es la literatura”, continúa Martínez, una de las productoras más reconocidas en la industria televisiva española actual. “Cada vez hay más escritores que también escriben pensando en futuras series. Y, aunque parezca increíble, hay libros que no se han publicado y ya están opcionados [fase previa a la compra de los derechos de adaptación durante la que la productora busca financiación y estudia la viabilidad del proyecto]. La vinculación entre literatura y televisión es más potente y creo que es porque hay muchísima demanda y necesitamos abrir el abanico de fuentes creativas”, completa.
Apostar por una historia que ya enganchó al público (lector, en este caso) da cierta seguridad a las productoras. Además, una vez que un novelista ha logrado un éxito en la televisión, sus siguientes obras se convierten en objeto de deseo para las productoras. Fue el caso de María Dueñas: la gran acogida que tuvo la adaptación de El tiempo entre costuras abrió el camino para que otra de sus novelas, La templanza, se llevara también a la pequeña pantalla.
La vinculación entre literatura y televisión es más potente porque hay muchísima demanda y necesitamos abrir el abanico de fuentes creativasSonia Martínez
Un informe de la consultora GECA, al que ha tenido acceso EL PAÍS, permite medir la dimensión que ha tomado esta relación entre literatura y televisión en España. El número de proyectos televisivos en marcha que adaptan libros ya publicados superaba en junio las dos decenas, y desde entonces ya se han anunciado más, como el que tiene a Infierno en el paraíso, de la escritora Clara Sánchez, en su centro. Aunque no todos lleguen a materializarse, el interés por unir literatura y televisión es evidente. A estos proyectos habría que sumar la decena de títulos cuya producción está muy avanzada y verán la luz en los próximos meses. El informe destaca el auge del formato miniserie para estas adaptaciones tanto en España como en el contexto internacional, lo que permite ajustarse a las necesidades de cada obra.
Entre las ficciones que ya se encuentran en la pista de despegue para salir a la luz está Ana Tramel, el juego, un thriller que se verá en TVE y, antes, en Amazon Prime Video con Maribel Verdú como protagonista y que adapta una novela de Roberto Santiago. Los herederos de la Tierra es la continuación de La catedral del mar, ambos escritos por Ildefonso Falcones. La secuela ha vuelto a contar con la coproducción de Diagonal TV, Atresmedia, Netflix y Televisió de Catalunya, como ya hizo la versión televisiva de la historia madre. En el Festival de San Sebastián vivirá su puesta de largo La Fortuna, coproducción internacional de Movistar+, AMC Networks, MOD Producciones y Beta Film con la que Alejandro Amenábar debuta en la dirección de series y que se basa en la novela gráfica El tesoro del cisne negro, de Paco Roca y Guillermo Corral.
Dos de los estrenos que tiene previstos la plataforma Atresplayer Premium para los próximos meses están basados en novelas. La novia gitana parte del superventas firmado con el pseudónimo de Carmen Mola, con el cineasta Paco Cabezas como máximo responsable de su versión televisiva. Otra novela con misterio de por medio, La edad de la ira, de Nando López, será la base de otra producción por capítulos que también se verá en la plataforma de pago de Atresmedia. Para su debut en la producción propia de series, la plataforma Filmin eligió la novela de Carlo Padial Doctor Portuondo, cuyo estreno está previsto antes de que termine 2021.
Un cuento perfecto, Hija del camino y La chica de la nieve son tres de los últimos proyectos que ha anunciado Netflix en España, y los tres están basados en novelas. El primero continúa la relación que la plataforma inició con Elísabet Benavent con Valeria (que el próximo viernes estrena su segunda temporada). El segundo, a partir de una novela escrita por Lucía-Asué Mbomío, sigue la historia de una joven en busca de sus raíces. El libro en el que se basa el tercer proyecto está escrito por Javier Castillo y fue un fenómeno de ventas durante el confinamiento de 2020. Otras dos novelas de Castillo, El día que se perdió la cordura y su secuela, El día que se perdió el amor, están en proceso de adaptación con DeAPlaneta y Globomedia.
Dos novelas de Almudena Grandes están en proceso de convertirse en serie. BoomerangTV prepara la adaptación de El corazón helado, que recorre la reciente historia de España a través de dos familias y que ha vendido más de 700.000 ejemplares. En 2018 anunciaron DiagonalTV y DeAPlaneta la puesta en marcha de la adaptación del tomo con el que la escritora ganó el Premio Nacional de Narrativa 2018, Los pacientes del doctor García.
La productora BoomerangTV trabaja en la adaptación de la novela Divina Lola, de Cristina Morató, una biografía sobre la bailarina, aventurera y cortesana Lola Montes. También se hizo con los derechos de Los cuerpos de la habitación roja y Los cuerpos de las últimas veces, de Íñigo Aguas. Por su parte, Mediaset trabaja en la traslación a la pequeña pantalla de títulos escritos por dos periodistas de la casa: Después del amor, de Sonsoles Ónega, y No soy un monstruo, de Carme Chaparro. Los derechos de la trilogía escrita por Susana Rodríguez Lezaun Sin retorno, Deudas del frío y Te veré esta noche fueron adquiridos por Vértice 360, la misma compañía que trabaja en la versión televisiva de Amor, curiosidad, prozac y dudas, de Lucía Etxebarria.
Carmen Laforet, Juan Gómez-Jurado, Eduardo Mendoza, Javier Sierra, Lorenzo Silva, Juan del Val, Henar Álvarez, Paula Fernández González, David Jiménez, Manuel Ríos San Martín e Iñaki Domínguez son otros autores cuyas obras están en vías de transformarse en series.
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