Lucía Mbomío

En la infancia disfrutábamos del azúcar y ahora hemos pasado a la comida eco, bio y orgánica

Se corresponde con gestos que, curiosamente, antes no solo no me ponían el corazón contento sino que me daban igual

Las cabinas no han desaparecido de las calles

Ser de barrio ni se estudia ni se compra, se es y, además, de muchas formas, porque no solo existe un tipo de persona

La estigmatización del extrarradio tiene consecuencias entre la población

Nos citamos cuando podemos a la intemperie, a cuarenta grados en verano, con el viento otoñal que nos despeina y… veremos cómo nos apañamos o, más bien si nos apañamos en invierno

Los clientes del barrio son como una familia y nunca te abandonan

El coronavirus nos ha traído importantes dosis de ansiedad, nerviosismo y temor

Estaba un poco en todos lados, pero él procuraba ser invisible

Sí, en el Sur viven más inmigrantes porque es más barato. Lo que pasa es que solemos llamarles vecinas y vecinos, a algunos amigas, amigos, papá o mamá

Hubo un pico inicial de personas adquiriendo plantas porque necesitaban vida en sus casas

Extrañábamos nuestro día a día pero no es sencillo volver al pasado porque la normalidad, no la nueva normalidad, la otra, la vieja, la que anhelamos, resulta que está en coma

Nos ha tocado aprender a vivir en presente, a disfrutar por si el futuro nos recuerda que cualquier tiempo pasado fue mejor

Antes, querían, necesitaban poner en valor Extremadura, un lugar del que a algunas personas les daba vergüenza reconocer hasta su procedencia

Cuando llega el buen tiempo, hay una serie de neologismos que se cuelan de lleno en nuestro vocabulario y en nuestros noticiarios

Aproveché el espejo del ascensor para maquillarme a escondidas. Ahora se lleva el 'eyeliner' con el rabo largo, en mi época también, pero como no usábamos anglicismos, lo llamábamos raya

Ya casi no se ven gorriones pero en algunas zonas las cotorras funcionan como despertador

El hombre a las puertas del supermercado por el que paso habitualmente es uno de tantos afectados por la burbuja inmobiliaria

Cada lugar construye su propio bulo, aunque hay algunos que triunfan más y adquieren un carácter casi universal

Alba Costa e Irene Fernández aman su barrio y no creen en las limosnas sino en la confianza entre vecinas, en el hoy por ti y mañana por mí de toda la vida

Donde la gente ve hierba y columpios, yo todavía, y más que nunca ahora, veo vida y emoción

No olvidemos que pese a ser cifras menores, continúan siendo altas, porque cualquiera por encima de cero lo es

Ahora es cuando toca hacer memoria y apoyar al comercio pequeño que se ha desdoblado para no dejarnos tirados

Si hay un grupo que ha demostrado una paciencia infinita y una encomiable capacidad de adaptación es el compuesto por las personas de más edad

Creo que nos vamos a quedar sin yemas de los dedos, que se nos van a cansar los brazos de tenerlos todo el rato en alto para tocar a quienes queremos

Han decidido que vecindad es más que compartir muro en un colmena de ladrillo, que “vecina” es una palabra muy grande, con sentimiento y con sentido