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Un ‘gran hermano’ de Google en un barrio de Toronto

Los primeros residentes de un vecindario futurista de la compañía podrían instalarse en 2022, aunque los responsables del proyecto deberán calmar las inquietudes sobre la información que se compile

Una ilustración del barrio inteligente de Toronto.
Una ilustración del barrio inteligente de Toronto.Sidewalk Labs

Quayside es el nombre dado a una zona cercana al muelle de Toronto que servirá de centro de pruebas para un barrio nunca antes visto. Innovación, macrodatos, alta conectividad e inteligencia artificial estarán presentes en una superficie de 4,8 hectáreas, aunque el objetivo es alcanzar con los años las 325 hectáreas que ocupa esta área industrial abandonada. Sidewalk Labs, la firma de innovación urbana que pertenece a Alphabet, la compañía matriz de Google, está detrás de este proyecto. Invierte 50 millones de dólares para realizar un plan detallado que será hecho público a principios de 2019. Los primeros residentes del barrio podrían instalarse en 2022.

El 17 de octubre de 2017, día en que se hizo el anuncio en la urbe más poblada de Canadá, Dan Doctoroff, consejero delegado de Sidewalk Labs, señaló: “Podemos demostrar al mundo cómo hacer la vida en las ciudades menos cara, más práctica y sana, más verde y justa y, tal vez, más emocionante”. El primer ministro Justin Trudeau estuvo presente en esa cita, junto con las autoridades de Ontario y Toronto. “Sabemos que el mundo está cambiando y una opción es resistir y tener miedo. O podemos dar juntos un paso al frente y darle forma”, expresó Trudeau. El proyecto de Sidewalk Labs estará bajo la supervisión de Waterfront Toronto, un organismo público formado por los tres niveles de gobierno (municipal, provincial y federal).

De acuerdo a lo que planea Sidewalk Labs, en Quayside convivirán comercios, oficinas, apartamentos y parques. El transporte se hará en bicicleta o en vehículos eléctricos de conducción autónoma, y tanto las ciclovías como las calles podrán cambiar de tamaño de acuerdo al estado del tráfico. Además del flujo vehicular, los miles de sensores instalados en el barrio permitirán conocer el consumo de agua y electricidad, administrar los espacios de estacionamiento y detectar la identidad de los residentes para hacer pagos y tener acceso a diversos servicios, entre otros puntos. También la zona contará con internet de la mayor velocidad disponible y un modelo informático unificado. “Esperamos que Quayside se convierta en la comunidad más medible del mundo. Los investigadores en innovación urbana no tendrán acceso en otra parte a una plataforma que ofrezca datos tan confiables y estandarizados”, declaró Sidewalk Labs en un documento distribuido el día de la presentación de la iniciativa.

“Podemos demostrar al mundo cómo hacer la vida en las ciudades menos cara, más práctica y sana, más verde y justa y, tal vez, más emocionante”

A esto hay que añadir robots que entregarán mercancías y tipos de construcción que disminuirán el impacto del viento y aumentarán la sombra en días soleados; todo en un barrio donde se buscará que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan en un 73%, el consumo de agua en un 65% y los desechos en un 90%. Otra intención es atraer a empresas tecnológicas para instalarse en la zona. Toronto goza de reputación mundial por sus centros de investigación en inteligencia artificial y sus compañías de videojuegos y de desarrollo de software. A este respecto, Google reubicará su sede central en Canadá dentro de este barrio.

Los responsables de Sidewalk Labs han organizado una serie de consultas con ciudadanos, empresas privadas y académicos para dar más información sobre el proyecto y escuchar dudas y sugerencias. La última de estas citas tendrá lugar en noviembre. Interesa la idea de vivir bajo el cobijo de los avances tecnológicos, pero el principal señalamiento que ha salido a colación es el respeto a los datos personales y el temor que la información recopilada pueda ser utilizada con fines turbios. ¿Dónde quedarán almacenados estos datos? ¿De qué forma serán procesados? ¿Quién tendrá acceso a los mismos? Estas y otras preguntas han aparecido, dada la desconfianza provocada por los casos de Facebook y Cambridge Analytica.

Sidewalk Labs ha comentado en distintos momentos que todas estas dudas serán resueltas de forma detallada conforme se vayan conociendo los elementos del plan final. También ha hecho referencia al documento de presentación de la iniciativa, donde aparece que la protección de los datos personales es un aspecto fundamental en el proyecto, que todo está ajustado a la legislación canadiense y que existe un trabajo con consultores independientes. De hecho, la compañía contrató a Ann Cavoukian, excomisionada de defensa de la vida privada de Ontario, para recibir consejo sobre las mejores prácticas a seguir.

“Google quiere dirigir ciudades sin pasar por las urnas”

Otra crítica que ha aparecido, esta vez por parte de expertos, es el margen de maniobra tan amplio que los tres niveles de gobierno han concedido a Sidewalk Labs en este proyecto. No es un asunto menor que se trate de una firma que pertenece a Alphabet, quien a través de sus filiales controla Gmail, YouTube y Google, el correo electrónico, el canal de vídeos y el buscador más utilizados del orbe, además del sistema Android para dispositivos móviles. Las voces del descontento plantean que esto puede ser un remedio a corto plazo, pero que puede representar un riesgo en el futuro. Jathan Sadowski, investigador en ética de las tecnologías, opinó sobre el tema en las páginas de The Guardian, al señalar que las ciudades no son plataformas con usuarios; tampoco negocios con accionistas: son lugares reales con gente real. “Google quiere dirigir ciudades sin pasar por las urnas”, comentó.

Y a todo esto, las dudas crecen porque no se conocen los pormenores del acuerdo firmado entre Waterfront Toronto y Sidewalk Labs. “Para nosotros, Toronto es un ejemplo que no seguiremos”, declaró al diario La Presse François Croteau, responsable de la ciudad inteligente y tecnologías de la información de Montreal, respecto a la falta de transparencia de este convenio. Mientras tanto, las consultas continúan. Sidewalk Labs tiene tiempo para subrayar las ventajas en comodidad, cuidado medioambiental y eficiencia a los ciudadanos; también para resolver las interrogantes asociadas con el manejo de los datos, fundamentales en el éxito de este proyecto, pero que representan de igual forma el nuevo oro para empresas y gobiernos.

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