El PP de Moreno destituye al secretario general de Sevilla y nombra a una persona de su confianza
La dirección regional corta de momento la guerra interna en el PP sevillano, tras la difusión del uso de subvenciones públicas del grupo popular en la Diputación para abonar supuestos sobresueldos


La dirección regional del PP de Andalucía de Juan Manuel Moreno ha entrado a saco en el partido en Sevilla, la organización que más molestias le ha ocasionado desde que se hizo con el liderazgo del partido hace 11 años. Ha ordenado la destitución del secretario general, José Ricardo García Román, y en su lugar ha propuesto a un alto cargo de la Junta, Agustín Aguilera, jefe de gabinete de la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos y también vicesecretario del PP de Sevilla de Economía, Hacienda y Empleo. Aguilera también fue asesor del anterior consejero de Hacienda, Juan Bravo.
La solución a la crisis endémica del PP de Sevilla ha llegado de la mano del secretario general del PP andaluz, Antonio Repullo, que llevaba varias semanas tratando de embridar a una organización que se caracteriza por sus convulsiones políticas más que por sus éxitos electorales. La dirección regional ha preferido la decapitación del secretario general a una gestora que no habría contentado a ninguna de las familias.
El PP ha querido revestir de normalidad el cambio, sin que salpique ni una gota más de sangre de la ya vista. En un comunicado evita hablar de ceses y asegura: “El Partido Popular de Sevilla, a través de su Junta Directiva Provincial, ha designado a Agustín Aguilera nuevo secretario general del PP de Sevilla”. García Román pasará a ser el “responsable del área de formación del PP autonómico”. Pese a las buenas palabras, se trata de un cese con un aparente papel de celofán. La decisión corta de momento la guerra interna, aunque en el PP de Sevilla, donde todos ven la sombra del senador por la comunidad autónoma y presidente de honor del PP andaluz, Javier Arenas, la paz interna dura poco. La reunión de los populares andaluces, de la que no hubo convocatoria de prensa, tan solo ha durado una hora.
Esta salida política se produce después que se conociera el sombrío uso de subvenciones públicas del grupo popular en la Diputación provincial para abonar supuestos sobresueldos a varios altos cargos actuales del gobierno municipal de Sevilla y para el pago de gastos electorales del partido, publicados por Diario de Sevilla. Algunos de los hechos se remontan a hace 14 años, a 2011, cuando el PP sevillano, presidido entonces por el actual alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, fletó 70 autobuses para llenar el mitin de cierre de campaña de Juan Ignacio Zoido como candidato a la alcaldía de Sevilla, elecciones que ganó por mayoría absoluta. Otros hechos datan de 2012 y 2014 y afectan a Juan Bueno, número dos del Ayuntamiento de Sevilla y entonces presidente provincial del PP, y Asunción Fley, una alta funcionaria entonces delegada de Hacienda y ahora, directora de la Agencia Tributaria sevillana.
Tanto Sanz como Bueno han negado alguna ilegalidad. “No he derivado ni un solo euro proveniente de la asignación a grupos políticos para fines que no estuvieron contemplados dentro de la ley”, dijo el alcalde el pasado 17 de febrero. Sanz aún dijo más en el último pleno municipal: “Nadie amenaza al alcalde de Sevilla”.
La polémica adquirió tintes aún más oscuros cuando el pasado 19 de febrero El Correo de Andalucía publicó que el actual secretario general de PP de Sevilla, diputado autonómico y concejal de Carmona, José Ricardo García, ahora destituido, retiró en noviembre de 2024 la contabilidad del partido que en 2018 había depositado en una notaría la entonces presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez.
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