Almo, directivo de Google: “Un niño con un portátil puede cambiar el mundo”
El universo de programación del gigante de Internet se abre con el concurso Code Jam a Cuba, donde las telecomunicaciones son deficientes
El universo de Google ha abierto una nueva puerta. En esta ocasión, en Cuba, donde el acceso doméstico a Internet es limitado y, sin embargo, cuenta con una de las mejores facultades de Ciencias Informáticas de Iberoamérica. El gigante tecnológico ha abierto este año, por primera vez, a los programadores de la isla su concurso Code Jam, premiado con 15.000 dólares por la resolución de problemas algorítmicos. El concurso se enmarca en la estrategia de la compañía de incorporar creadores a su enorme plataforma de aplicaciones. “Un niño con un portátil puede cambiar el mundo”, explicó durante unas jornadas en España Andrés L. Martínez Ortiz, director de Relaciones con Desarrolladores de Google y conocido como Almo, apelativo con el que él se presenta.
Google dispone de numerosos incentivos en el mundo para atraer a programadores. Almo explica que cualquier persona dispone de acceso a Android Studio, su entorno para el desarrollo de aplicaciones, “para empezar sin pagar”. Si se quiere publicar en Google Play, el precio es de unos 25 dólares para una licencia permanente que solo se abona una vez. En Europa, el certamen Go App ya ha contado con miles de participantes que han desarrollado sus iniciativas. “Solo hace falta cariño y atención. Después, depende del ingenio”, afirma Almo, quien asegura que el entorno de Android generó, en 2016, 1,2 millones de puestos de trabajo en Europa y tres billones de dólares en el mundo.
"Un gusto anunciar que ahora @googlecodejam está disponible para concursantes cubanos. Por primera vez, el mundo podrá ver las capacidades de los científicos y programadores cubanos", ha afirmado en Twitter el director de Estrategia y Operaciones de Google en Cuba, Brett Perlmutter.
Pero el desafío, nacido en 2003 y que ahora llega a la isla, se enfrenta con una dificultad añadida. Pese a que la Universidad de Ciencias Informáticas fue segunda en la última Olimpiada Iberoamericana de este sector, el acceso a Internet sigue siendo muy limitado.
Etecsa mantiene el monopolio estatal de las comunicaciones y solo desde julio de 2015 ha abierto medio millar de puntos de Wi-Fi públicos. Desde el pasado año se comercializa un paquete de acceso a Internet desde los domicilios (Nauta Hogar).
De los 11 millones de habitantes de la isla, unos cuatro millones de usuarios se conectan a Internet en Cuba, una media 403 por cada 1.000 habitantes. Los paquetes con el que comenzó Nauta Hogar cuestan entre 15 y 70 CUC (equivalente al dólar), un servicio caro para el cubano medio, cuyo salario ronda los 30 dólares.
Etecsa afirma que las comunicaciones GSM en 900 Mhz están disponibles en todo el territorio nacional y en 3G para La Habana y las cabeceras provinciales. Una situación que contrasta con la situación media mundial, que prevé que el 70% de la población disponga de un teléfono inteligente con conexión a Internet en 2020.
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