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Miles de mujeres marchan contra el negacionismo y el riesgo de retrocesos contra la violencia machista

El feminismo vuelve a mostrar su división en varias ciudades españolas en el Día Internacional contra la Violencia de Género

Cabecera de la manifestación del 25-N en Madrid convocada por la Comisión 8M. Foto: Carlos Rosillo | Vídeo: EPV
El País
Madrid / Barcelona / Sevilla / San Sebastián / Valencia / Santiago de Compostela / Las Palmas de Gran Canaria / Valladolid -

Hace apenas 72 horas que un hombre asesinó a su expareja en su casa en Rincón de la Victoria, en Málaga. Tenía 60 años y María Victoria, cuando se confirme oficialmente, entrará en la estadística como la víctima número 39 de este año, la 1.334 desde que existen registros oficiales, en 2003. Contra estas agresiones y en defensa de las víctimas, para protestar contra la creciente corriente negacionista y pedir más protección institucional, miles de mujeres y de hombres han marchado este 25-N por las calles de decenas de ciudades en España. “Estamos en un momento en el que, en lugar de avanzar como sociedad hacia una sociedad igualitaria, estamos en un retroceso”, resumía una de las participantes.

En Barcelona, con 1.400 manifestantes según la Guardia Urbana, Alba N., de 18 años y estudiante, no ha querido dar su apellido por temor a que su agresor, una pareja que tuvo su madre, pueda localizarla a ellas o a su hermana pequeña. Ha ido a la manifestación sola: “Quiero creer que las cosas pueden cambiar; si no puedo creer en esto, ¿en qué lo voy a hacer?”. Y en Madrid, donde se mide el pulso a las organizaciones feministas, la Delegación del Gobierno ha calculado unas 5.000 personas entre las dos manifestaciones convocadas. Este martes, como desde hace tres años, el movimiento ha salido por separado. También en Madrid fue donde se visibilizó por primera vez la ruptura, el 8M de 2022.

Una grieta que nació por la ley trans, siguió con las distintas posturas sobre prostitución, y se avivó por las consecuencias de la Ley de Libertad Sexual —las rebajas de penas y excarcelaciones a reos de delitos sexuales—. De fondo había otra cosa: el malestar en el PSOE por la entrada de Irene Montero, de Unidas Podemos, como ministra de Igualdad con el primer gobierno de coalición de la democracia en un ámbito ocupado hasta entonces y en exclusiva por las socialistas.

A pesar de que desde 2023 esa cartera la ocupa la socialista Ana Redondo, la desunión continúa. Y no ha sido solo en la capital, aunque también sea ahí donde se sopesa el ambiente político respecto a esta cuestión. El partido del Gobierno, el PSOE, ha convocado a sus filas a la organizada por el Foro de Madrid Contra la Violencia a las Mujeres (Foro 25N) y el Movimiento Feminista de Madrid (MFM), crítica con la ley trans y abolicionista de la prostitución y para la que la Delegación ha aproximado en 2.000 personas la asistencia.

Redondo ha acudido primero a esa marcha, para ir después a la convocada por la Comisión 8M ―que la Delegación ha calculado en unas 3.000 personas―, que defiende la participación de las mujeres trans y en la que ha habido tanto abolicionistas como regulacionistas de la prostitución, y a la que ha asistido Ione Belarra, la secretaria general de Podemos. Irene Montero, la exministra de Igualdad, que acompaña habitualmente en esta marcha, ha pasado este 25-N en la Eurocámara porque había un pleno.

En Madrid, media docena mujeres han levantado carteles pidiendo la dimisión de Redondo por los fallos en las pulseras antimaltrato conocidos en septiembre. Y poco después, dos trabajadoras de los servicios de atención a víctimas de Madrid le han pedido que haga algo frente al desmantelamiento por los recortes de la Comunidad. La ministra de Igualdad ha llamado durante sus declaraciones al consenso y ha advertido al Partido Popular: “O está con el Pacto de Estado o está con el negacionismo de Vox”.

En Sevilla, las alusiones políticas han estado relacionadas con los cribados en el cáncer de mama del sistema público de la Sanidad andaluza. A la protesta convocada en Sevilla por la Asamblea Feminista Unitaria ―a la que han asistido unas 300 personas, la mitad que a la segunda marcha, la del Movimiento Feminista de Sevilla, que se ha acercado a las 600―, ha acudido a la asociación de mujeres con cáncer de mama en Sevilla, Amama, presente con una llamativa pancarta rosa. “Hay violencia institucional por los retrasos en el cribado de cáncer y una sanidad que no tiene a la mujer en el centro”, ha comentado la portavoz de la asamblea, Ana Martínez.

Mónica Zuñiga, de 45 años y de la Asociación Feminista de Gipuzkoa, ha puesto el acento en la manifestación en San Sebastián en el “incremento de denuncias por agresiones sexuales y, por desgracia, de hombres jóvenes que recurren a la violencia machista, al control de sus parejas. Esto indica que estamos en un momento en el que, en lugar de avanzar como sociedad hacia una sociedad igualitaria, estamos en un retroceso”. Allí se han congregado unas 500 personas, según estimaciones de este periódico.

En Las Palmas de Gran Canaria, cerca del lema “Haz tu parte” de la Red Feminista de Gran Canaria, Ane Sirera Ibarluzea, trabajadora social de 30 años, también se ha referido a los más jóvenes: “La juventud de hoy en día intenta romper con muchos estereotipos, pero en el fondo y en las bases el machismo sigue vigente”. La exdelegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha acudido también a la marcha en la isla. “Hace falta protestar este año como todos los años y todos los días. Porque sigue habiendo una violencia que forma parte del sistema y, sobre todo, porque parte de la sociedad se está uniendo al negacionismo y el negacionismo es el mejor cómplice del silencio y, por lo tanto, de la violencia”.

Los discursos negacionistas de la ultraderecha han sido uno de los focos de los manifiestos. En Madrid, la Policía Nacional ha tenido que sacar de una de las protestas al agitador ultra Vito Quiles mientras las mujeres coreaban lemas antirracistas y por la mejora de los sistemas de prevención y protección a las víctimas, que han formado también parte del eje de las peticiones de las organizaciones y a pie de calle, donde además cada mujer y cada bloque en las manifestaciones ha tenido un mensaje.

En la cabecera de la manifestación en Barcelona, una gran pancarta decía "Teixint resistència: lliures, vives i rebels contra les violències masclistes, racistes i colonials" (Tejiendo resistencia: libres, vivas y rebeldes contra las violencias machistas, racistas y coloniales). Poco después caminaba otro bloque encabezado por mujeres migrantes que denunciaba Ley de Extranjería, violencia machista, migrantes en lucha, y que avanzaban al mismo ritmo que decenas de trabajadoras organizadas. Entre ellas Ada Gamón y sus compañeras: “Como trabajadoras del hogar sufrimos todo tipo de violencia: sexual, moral, laboral. Tenemos que estar aquí; este también es nuestro lugar de lucha”.

En Valencia, la violencia machista ha centrado la protesta convocada por el Moviment Feminista, a la que han asistido los principales sindicatos y partidos políticos de izquierdas, además de asociaciones y entidades feministas. Bajo el lema Prou de violència contra les dones. Fartes d’impunitat amb els agressors (Basta de violencia contra las mujeres. Hartas de impunidad con los agresores), la pancarta que ha encabezado la marcha ha sido portada por mujeres supervivientes.

A la misma hora que arrancaba esa marcha, a las siete de la tarde, la Assemblea Feminista València y Comparsa La Revoltosa empezaban la concentración en la plaza de la Virgen de Valencia, una concentración “abierta, diversa y combativa para denunciar todas las violencias que atraviesan nuestros cuerpos, territorio y vidas”. El cálculo para la ciudad valenciana ha sido de 2.000 personas, según Delegación.

También en Galicia, en ciudades como Vigo, pero sobre todo en Santiago de Compostela, donde han acudido alrededor de un millar de personas, se ha escenificado la división del movimiento con convocatorias que se han producido a la misma hora y en el mismo lugar, la simbólica plaza 8M de la capital gallega, para luego arrancar caminos separados, con pancartas distintas y lemas diferentes. La coordinadora gallega de la Marcha Mundial das Mulleres ha atribuido a “conductas transfóbicas” ocurridas en una anterior protesta esta escisión.

Y en Valladolid, a la concentración han ido las amigas y familiares de Teresa Rodríguez, asesinada con apenas 23 años el 27 de octubre de 2022 en Bruselas (Bélgica) por su expareja, un guardia civil condenado a 30 de prisión. Sara Polanco, de 26 y mejor amiga de la asesinada, ha insistido en el “problema social” que supone la violencia machista: “Y que nos involucra. Teresa era mi mejor amiga y la mató su expareja, la gente tiene que tomar conciencia de que esto pasa de verdad”. Rosa Gil, presidenta del colectivo reivindicativo Themis y tía de Teresa Rodríguez, acude todos los años “para que la gente no se olvide de las mujeres asesinadas por violencia de género, por ella y por todas, he venido siempre y ahora con más motivos. Ella y todas están en nuestra memoria”.

Con información de Domitila Díez, Carolina de Lima y Sthepanny Pinzón en Madrid, Lorraine Delorenzo (Barcelona), Juan Navarro (Valladolid), Javier Martín-Arroyo (Sevilla), Mikel Ormazabal (San Sebastián), Ferran Bono (Valencia), Silvia R. Pontevedra (Santiago de Compostela), Guillermo Vega (Las Palmas de Gran Canaria) e Isabel Valdés (Madrid).

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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