Miles de personas marchan para “salvar” una Atención Primaria noqueada por la pandemia
Un total de 110 asociaciones y entidades, respaldadas por los grandes sindicatos, reclaman la vuelta a la presencialidad y refuerzos para paliar la saturación y las demoras
La Atención Primaria ha quedado noqueada por la pandemia. Con menos focos que los hospitales, en parte por no ser tan buen indicador de la gravedad del coronavirus, en parte porque las autoridades sanitarias no ofrecen datos de su saturación, los centros de salud continúan con poca atención presencial, una agudizada falta de recursos y demoras en consultas. Miles de personas han salido a la calle este domingo bajo el lema “Salvemos la Atención Primaria” para llamar la atención de esta realidad a los gobernantes y a la ciudadanía.
En Madrid han marchado unas 6.000 personas, según la Delegación del Gobierno. Han llegado a ocupar unos 6.000 metros cuadrados de la calzada del paseo del Prado, desde el Ministerio de Sanidad hasta calle Atocha, pero con grandes huecos. Con el respaldo de los grandes sindicatos y convocadas por 110 entidades y organizaciones, han marchado en otras capitales de provincia, como Barcelona, Oviedo, Cádiz, Alicante, Castellón, Valencia o Murcia. A estas se sumarán otras que lo harán más adelante, caso por ejemplo de Sevilla, que tiene manifestaciones convocadas para el próximo día 15.
Las principales reivindicaciones son volver a la presencialidad total y acabar la saturación que “impide una buena atención sanitaria”, en palabras de Marciano Sánchez Bayle, presidente de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, una de las asociaciones convocantes. Para esto la receta es más presupuesto y más personal.
EL PAÍS ha comprobado que en ciudades como Madrid una consulta con el médico de familia se puede demorar hasta dos semanas. La Comunidad mantiene, además, cerradas las urgencias ambulatorias desde marzo de 2020, informa Isabel Valdés. Estos servicios realizaron en 2018, el último año del que han dado datos, 741.072 atenciones, que han tenido que derivarse a las saturadas urgencias de los hospitales o directamente dejar de realizarse, con las consecuencias que puede tener esto para la salud de los afectados.
Los asistentes a la protesta denuncian en su manifiesto que algunas administraciones han aprovechado la pandemia para “organizar la demanda a su gusto”, algo que se resume en menos actividad presencial y más actividad interpuesta: teléfono, telemedicina o correo electrónico. “Esto tendrá consecuencias nefastas para la población más pobre, de más edad y la más necesitada, porque es la menos digitalizada”, subrayan. Las consecuencias son “una pérdida de prestigio de la Atención Primaria” que redundará, auguran, en que las personas que se lo puedan permitir acudan a la sanidad privada.
“No podemos auscultar por teléfono”
“Hay cosas que podemos hacer por teléfono, pero no podemos auscultar ni explorar a nuestros pacientes, algo clave, junto a la historia clínica”, denuncia Sánchez Bayle. Pone el ejemplo de la detección de la violencia machista: “El Ministerio de Igualdad quiere hacer un plan para detectarla en la primaria, que es muy buen sitio. Pero eso tiene que ser presencial, hay que generar una confianza y una intimidad con la mujer”.
Esther Nieto, de la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria, explica que la atención sigue muy centrada en covid y que ha desplazado el trabajo que venían realizando. “Nos hemos dedicado mucho a las pruebas de detección, seguimientos de familiares, procesos... Y eso ha ido en detrimento del seguimiento a crónicos o la atención domiciliaria, que se ha dejado relegado. También hemos perdido la esencia de la enfermería de primaria, que es la prevención. No se ha vuelto a colegios e institutos, no se han vuelto a hacer charlas de educación para la salud. Y las instituciones no te dejan iniciar proyectos. Tenemos que buscar la salud más que el tratamiento de la enfermedad, una visión de los cuidados mucho más amplia”, enfatiza.
En declaraciones a los medios previas a la movilización, Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras, ha denunciado los recortes sufridos por la Atención Primaria durante más de una década. Ha pedido que al menos un 7,2% del PIB para financiar la Sanidad (frente al 6,6% actual), y que un 25% de ese dinero se destine a la Atención Primaria. Por su parte, Pepe Álvarez, líder de UGT, ha subrayado los “agujeros” de la sanidad agudizados en pandemia y ha exigido que se cubran las deficiencias, por lo que ha insistido en inversión pública en Atención Primaria para que “los hospitales funcionen y los pacientes sean atendidos de forma correcta”.
11 propuestas para mejorar la atención primaria
Las asociaciones convocantes, en su análisis de la situación de la primaria hacen 11 propuestas a las administraciones que van en este sentido:
- Recuperar lo recortado en los últimos años, incrementando el presupuesto (hasta el 25% del total) y las plantillas de personal.
- Garantizar unos Centros de Salud abiertos, accesibles, próximos a toda la población y sin listas de espera.
- Dar prioridad a las consultas presenciales.
- Incrementar significativamente la enfermería comunitaria e incorporar nuevos profesionales a los equipos (fisioterapia, matronas, salud mental, logopedia, atención temprana, farmacología clínica ...)
- Incrementar el personal de las áreas de admisión.
- Desmedicalizar la Atención Primaria y ofertar opciones de cuidados con una orientación comunitaria y sociosanitaria.
- Mejorar la relación con el nivel hospitalario.
- Desarrollar la orientación comunitaria en los centros de salud con la colaboración de Salud Pública y la consideración de los determinantes sociales de la salud.
- Trasformar las Áreas de Salud para que se conviertan en el espacio para la integración de todas las actuaciones y actividades de salud.
- Garantizar la participación y empoderamiento de los ciudadanos.
- Promover el nivel de inteligencia de la Atención Primaria potenciando las actividades formativas.
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