España dona 326.400 vacunas a Costa de Marfil para combatir la covid-19

El primer lote de vacunas contra la covid-19 donadas por España a un país de África subsahariana aterrizó este jueves en el aeropuerto de Abiyán, capital económica de Costa de Marfil. Se trata de 326.400 dosis de la farmacéutica AstraZeneca que viajaron en avión junto a otras 98.400 cedidas por Finlandia y 7.200 por Islandia. Esta distribución se produce en el marco de la iniciativa público-privada Covax, que pretende que los países de bajos ingresos no se queden atrás en la vacunación contra la pandemia.

España es el octavo donante de vacunas en el mundo y el cuarto de la Unión Europea, según informan ambos en un comunicado conjunto. Las dosis fueron recibidas en el aeropuerto de Abiyán por responsables de los ministerios de Sanidad y Asuntos Exteriores, el embajador de España en Costa de Marfil, Rafael Soriano, y representantes de Unicef, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la delegación de la UE.

“Es el primer envío de vacunas, dentro de Covax, que hace España al África subsahariana, en concreto a un país socio prioritario en la región como es Costa de Marfil”, aseguró Soriano. ”Esta es la prueba de la solidaridad española expresada a través de un mecanismo multilateral que da respuesta a un reto global. España quiere así apoyar los esfuerzos del Gobierno marfileño para avanzar en su plan de vacunación. Solo juntos y con un esfuerzo amplio y global podremos dejar atrás esta pandemia”, aseguró Soriano.

Con la donación de este jueves, la cantidad de vacunas facilitada por la UE a Costa de Marfil para combatir la pandemia de coronavirus se eleva a 1.950.000. Este país de unos 27 millones de habitantes ha administrado unos 3,2 millones de inmunizaciones, pero tan solo unas 900.000 personas están cubiertas con la pauta completa, lo que representa un 3,5% de la población. Este año las autoridades marfileñas se habían propuesto alcanzar una tasa de vacunación del 60%, una cifra que parece muy ambiciosa dado el ritmo de pinchazos motivado tanto por la escasez de dosis como por el rechazo a inmunizarse de una parte de los ciudadanos.

El pasado mes de septiembre, durante una reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente español, Pedro Sánchez, anunció que España iba a donar 50 millones de vacunas a los países más desfavorecidos, 30 millones antes de finales de 2021 y otros 20 millones en los tres primeros meses de 2022. Todas estas dosis están siendo canalizadas a través de la iniciativa Covax, un mecanismo en el que participan, entre otros, la OMS, la Alianza por las Vacunas (GAVI) y Unicef. La UE ha prometido 500 millones de dosis para Covax este año.

Pocos contagios notificados

África ha registrado oficialmente 8,5 millones de casos de covid-19 y 220.000 muertos, cifras sorprendentemente bajas para una población de unos 1.300 millones de habitantes. Sin embargo, la OMS ya ha advertido de que tan solo uno de cada siete contagios ha sido notificado en el continente, con una alta tasa de asintomáticos por la juventud de la población y una limitada capacidad de hacer tests, y que la cifra de fallecidos podría ser hasta tres veces superior. Ello apunta a que unos 60 millones de africanos han sufrido la enfermedad, es decir, el 5% de la población total, y a que unos 650.000 han fallecido de coronavirus.

El problema del infradiagnóstico ha impedido hasta ahora ver con claridad dónde y cómo está circulando el virus, algo que las autoridades consideran fundamental para poder redoblar esfuerzos allí donde más se necesita. La principal preocupación en este momento es la baja tasa de vacunación global en el continente, donde solo el 6% de la población ha recibido la pauta completa. La OMS ha alertado de que este retraso en la inmunización en África representa un enorme desafío para el mundo, ya que el virus se seguirá contagiando y pueden surgir nuevas variantes, pero también por el continente, lastrando la recuperación económica. La covid-19 ha provocado un frenazo en seco al crecimiento africano y un aumento de la desigualdad y los índices de pobreza que afecta especialmente a los países de rentas bajas, como ha advertido el Banco Mundial.