¿Cómo avanza el virus donde hay más incidencia? Se aplana en Madrid pero crece en las ciudades de su periferia

En España hay 11 grandes ciudades con una incidencia de 500 casos por 100.000 habitantes y en 14 días y otras cinco ciudades que superan los 350 casos. No todas sus curvas son iguales: en algunas se nota una meseta o una bajada, mientras en otras los contagios siguen creciendo.

El gráfico muestra cómo han evolucionado los casos en los municipios alrededor de Madrid que superan ese umbral, uno de los fijados por el Ministerio de Sanidad para aplicar restricciones. Son 10 de las 11 con mayor incidencia en España (la otra es Pamplona, más abajo).

En cuatro de estos municipios —en naranja— la incidencia se ha mantenido estable en la semana anterior a este martes, que es cuando se han publicado las últimas cifras. Pero en las otras cinco ciudades los contagios han seguido creciendo: en Parla lo han hecho un 35%, en Fuenlabrada un 20%, en Leganés un 18%, en Alcobendas un 17% y en Getafe un 11%. En esas cuatro localidades, no hay ni una sola zona básica donde bajen los casos.

Todas estas ciudades tienen una alta incidencia, pero hay diferencias. Parla o Fuenlabrada, con más de 1.100 casos por cada 100.000 habitantes, duplican los de Alcalá de Henares (530). Entre los municipios, aunque las tendencias suelen ser generalizadas, también hay diferentes incidencias según el barrio: en Fuenlabrada, por ejemplo, los casos alrededor de las zonas de salud Cuzco y Alicante (ya restringidas por la Comunidad de Madrid) duplican a los de Loranca o Castilla la Nueva. Algo parecido ocurre en Torrejón de Ardoz entre Fronteras (1.081) y Los Fresnos (530). En estos 10 municipios madrileños solo 6 de las 69 zonas básicas han visto bajar los contagios en la última semana. Entre ellas destacan Alcalde Bartolomé González (en Móstoles) y La Ribota (Alcorcón), donde la incidencia ha bajado de 1000.

En el conjunto de la región, el 18% de las pruebas PCR realizadas siguen dando positivo y el sistema sanitario está bajo presión, con las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) al 42% de su capacidad normal (según el dato oficial; los médicos la elevan al 105%). Pero la evolución en los alrededores de Madrid contrasta con la de la capital. Allí la mitad de zonas han mantenido su incidencia en los últimos siete días y una de cada cuatro la ha reducido en más de un 10%.

Lo primero que destaca es algo que ya sabíamos: la incidencia es más alta en el sur de la capital y más baja en el centro, dentro de la M-30. Pero son más interesantes las diferencias de tendencia.

En el sur, el virus parece contenerse. Su incidencia es alta, pero decrece en la mitad de las zonas básicas; algo parecido ocurre en el norte. En cambio, dentro de la almendra central la tendencia general es plana o al alza, quizás porque allí partían de una mejor situación: ninguna zona supera los 1.000 casos y solo cuatro superan los 800 (Lavapiés, Montesa, Villamil y Chopera).

Da la impresión de que las áreas que tenían peor incidencia hace dos semanas son las que ahora ven descensos. Es posible que la sobrecarga de la atención primaria en algunas zonas haya, de algún modo, ralentizado los diagnósticos y provocado un descenso artificial. Pero hay otras opciones más optimistas. Las restricciones del día 21 de septiembre pueden empezar a notarse y los vecinos pueden estar tomando precauciones ya de antes. De la mala situación de Vallecas o Fuenlabrada, por ejemplo, lleva alertándose semanas.

En los hospitales la sensación es parecida. “Se confirma una bajada mantenida de los ingresos, un 30% en la última semana”, afirma Juan Torres Macho, jefe de Servicio de Medicina Interna del hospital Infanta Leonor, en el distrito de Villa de Vallecas. “La causa creo que es mixta: ahora se empezarían a notar los microconfinamientos, unido a que la gente ha empezado a limitar sus contactos tras la vuelta del verano”. Es una buena noticia, aunque matiza: “Siguen siendo muchos pacientes y muchas muertes. La incidencia debería bajar más a corto plazo”.

Otras ciudades españolas

La situación tampoco es muy tranquilizadora en otras ciudades de más de 100.000 habitantes. La peor se vive en Pamplona, que solo evita las restricciones del Ministerio de Sanidad porque no alcanza el límite de ocupación fijado para las UCI (35%), pero tiene una incidencia más alta que Alcalá de Henares o Móstoles. En Valladolid y Salamanca las restricciones de principios de septiembre no doblegan del todo la curva, al menos de momento, pero la incidencia apunta a la baja. En Girona, que rozó los 500 casos la semana pasada, la incidencia ha caído un 24% en la última semana. En León y Vitoria el virus parece, de momento, estabilizado.

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