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‘Got’ no fue un toro bravo

El clon de semental de lidia suspendió en la faena de muleta

Antonio Lorca

Got, el toro bravo nacido en Palencia el 18 de mayo de 2010 mediante un proceso de clonación, ha muerto. Se desconoce la fecha de su fallecimiento, porque algo de misterio rodea el caso, pero se sabe que el animal no superó la prueba de la tienta para semental a la que fue sometido en la finca sevillana de El Toruño, donde pastaba desde los nueve meses.

Al parecer, Got demostró su bravura en el caballo del picador; es decir, que acudió con presteza a las llamadas y empujó con los riñones en el peto. En estos casos, el aspirante pasa a la segunda fase, que es la faena de muleta; ahí debe demostrar casta, nobleza, acometividad, codicia, recorrido, fijeza, ritmo…, y tantas otras cualidades que configuran un toro de bandera que, en estos casos, se dedique a padrear en una ganadería con la intención de transmitir sus genes a sus descendientes. Y ese examen lo suspendió Got, que se paró cuando se esperaba de él la clase y la movilidad que, según la ciencia, debió recibir de Vasito, un bravo semental del que fue clonado.

Aprobar o suspender la tienta de semental supone para el toro aspirante la vida o la muerte; liderar un lote de vacas hasta el final de sus días en el caso de que reciba un título tan reconocido, o recibir una estocada mortal porque, una vez toreado, el animal no puede ser lidiado en plaza alguna. Se desconoce si Got murió en la placita de tientas o en otras dependencias de la ganadería, pero lo que está claro es que el suspenso le costó la vida.

Got, de pelo negro, nació el 18 de mayo de 2010 en una finca de Melgar de Yuso (Palencia), y fue presentado en público al día siguiente como un clon idéntico del semental Vasito, fallecido dos meses antes. El proceso de clonación lo llevó a cabo un equipo de la Fundación Valenciana de Investigación Veterinaria. El proyecto, destinado a criar sementales, había nacido tres años antes y su presupuesto fue de 28.000 euros.

El ADN de Vasito fue introducido en óvulos de vacas del matadero de Valencia; posteriormente, esos óvulos fueron implantados en 14 vacas frisonas y siete de raza brava. La madre de Got se llamó Leonis, y el becerrito pesó 21,7 kilos al nacer. A los nueve meses, el ternero fue trasladado a la finca El Toruño, situada en el término sevillano de Utrera, propiedad de la familia Guardiola. Allí ha vivido plácidamente entre otros toros bravos hasta el día del examen más difícil e importante de su vida. Y para decepción del ganadero y, sobre todo, de sus padres científicos, Got suspendió. Y el suspenso, en este caso, tiene un precio muy alto.

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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