El sol ya no es gratis
La reforma del sector eléctrico encarece el autoconsumo y veta la opción de verter la energía a la red y recuperarla después La factura de la luz tiende a la tarifa plana
La posibilidad de producir tu propia electricidad utilizando recursos renovables —paneles solares o pequeños molinos eólicos instalados en una propiedad privada— es algo muy atractivo para los hogares españoles. “De cada 50 llamadas que entran al mes, 35 son de particulares interesados en el autoconsumo”, asegura Francesc Mateu, gerente de Sol Gironés, empresa especializada en energías renovables y pioneras en este sector. “De momento les decimos que tienen que esperar hasta septiembre u octubre, a que las cosas estén más claras”, añade.
La tendencia a la tarifa plana en la factura de la luz, en la que cada vez hay que pagar una mayor cantidad de fijo y menos por el gasto energético, y las tasas específicas que impone el decreto de autoconsumo, que todavía no se ha aprobado, encarecen esta alternativa frente al consumo convencional.
El Gobierno se ha propuesto que el autoconsumo energético se implante poco a poco y sin alterar el sistema eléctrico español. Para ello se reserva el derecho de subir y bajar esas tasas o peajes específicos, y que denominan “de respaldo”, en función de como vaya evolucionando el sector. “Vamos a pagar un peaje por la energía recibida del sol”, resume Mario Sorinas, de la empresa oscense Electrobin, con más de 20 años de experiencia en energía solar.
La autarquía energética está más que consolidada en países como Estados Unidos o Japón. Muchos países europeos la tienen implantada con diferentes fórmulas. “Es el futuro”, coinciden varios expertos en energía. Permite generar tu propia electricidad con energías renovables y darle un descanso al medio ambiente y al bolsillo. También existe la posibilidad de ceder la energía sobrante a compañías eléctricas y recuperarla cuando se necesite o, directamente, venderla, algo que se conoce como autoconsumo con balance neto. El Gobierno de España ni se lo plantea. El proyecto de decreto de autoconsumo deja bien claro que no se remunerará la energía sobrante que se vierta a la red.
Ahora mismo, en España se puede producir energía de forma privada y consumirla en el momento, una modalidad que se denomina autoconsumo instantáneo. La última legislación es de 2011. Antes no se hacía porque no salía rentable. El abaratamiento hasta en un 80% de las instalaciones fotovoltaicas en los últimos cinco años y el incremento de la factura de la luz la han convertido en una opción de ahorro muy interesante en época de crisis. La utilizan desde granjas de vacas hasta supermercados, residencias geriátricas, restaurantes y algún consumidor particular. La energía sobrante no se puede almacenar en baterías porque está prohibido. Cuando no hay sol o viento, hay que engancharse a la red y pagar la factura normal.
No hay un registro oficial de autoconsumo. La revista económica Alimarket ha contabilizado 43 casos. Otro fichero, elaborados de forma voluntaria por los autoconsumidores en el portal Energética 21, los eleva a 74.
Sol Gironés, con 14 trabajadores, está echando el resto con el autoconsumo instantáneo. “Está funcionando y bien, sobre todo con empresas como cárnicas u hostelería, que dependen mucho de cámaras frigoríficas, y en las que la factura de la luz se lleva al menos el 15% de sus gastos fijos anuales”, relata su gerente. Con estos sistemas llegan a reducir entre un 20% y un 30% su consumo, aunque tienen un caso en el que han logrado una bajada del 44%. Hasta ahora no pagan impuestos de ningún tipo por este tipo de generación de energía.
El Club Naútico Estartit, situado en Torroella de Montgrí (Girona), es uno de sus clientes. Se han trazado un plan a cinco años para que el 20% de su consumo venga de energía renovable. De momento generan con paneles solares el 7%. “Estamos muy cerca de un parque natural y queremos tener la mínima incidencia sobre el medio ambiente”, dice Eugeni Figa, su director. Entre sus planes también está incluir molinos eólicos.
“De todos los escenarios posibles este es el peor”, se quejan en el sector
En Galicia, los hermanos Domínguez llevan trabando con renovables desde 1998. “Éramos cuatro pelagatos”, recuerda Manuel. En 2007 dieron ejemplo abasteciendo sus propias oficinas de Sanxenxo (Pontevedra) con una planta solar. Aunque tienen proyectos de autoconsumo en España, la mayoría de su mercado está fuera del país en grandes parques de Chile, México, Rumanía o Inglaterra.
La reforma energética ha caldeado enormemente al sector renovable. “De todos los escenarios posibles, este es el peor”, resume José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (Unef), que representa al 85% de la actividad del sector. “Sin que todavía se haya aprobado nada específico sobre autoconsumo, ya se lo han cargado”, añade. Donoso se refiere al incremento en la parte fija de la factura eléctrica, y que supondrá un 77% de subida en este tramo para una tarifa doméstica —algo de lo que los productores domésticos no pueden prescindir— y una bajada del 23% en la parte del consumo —la que reduce con la autoproducción—.
“Hasta ahora, el gasto se podía repartir en un 30% de parte fija y un 70% de parte variable. Se camina al 50%-50% por lo que cualquier iniciativa de generar tu propia potencia se desincentiva”, aporta Ignacio Cruz, investigador de la división de Energías Renovables del Centro de Investigaciones Energéticas, Tecnológicas y Medioambientales (CIEMAT).
Hay residencias de ancianos, negocios y particulares que ya generan su luz
“Esto es un rejonazo de muerte al balance neto y al ahorro energético”, opina Javier García Breva, consultor de energías renovables y exdirector del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE). Este especialista mantiene que se trata de medidas puramente recaudatorias para que las eléctricas ingresen más. Unesa, la patronal de las grandes eléctricas, ha rehusado valorar la situación del autoconsumo hasta conocer mejor los cambios legislativos. El Ministerio de Industria tampoco ha respondido a las peticiones de información de EL PAÍS.
Con los cambios conocidos hasta ahora el tiempo de amortización de las instalaciones fotovoltaicas crece considerablemente. Si antes de la reforma hacían falta 12 años para recuperar la inversión de una instalación en un domicilio de 2,4 kilovatios de potencia ahora harán falta 23 más, según cálculos de Unef. Este consumidor es el más tocado, ya que en los casos de instalaciones de servicios o para regadío los tiempos de amortización se han incrementado 5 y 4,75 años respectivamente.
Con todo, siempre hay quien ya trabaja en buscarle la vuelta. Sol Gironés asegura que sus clientes están reduciendo la parte de potencia contratada, la que registrará mayor incremento en la factura, porque el autoconsumo instantáneo les permite tener sus necesidades energéticas cubiertas. Otra de sus metas es conseguir que el autoconsumo doméstico sea rentable.
Vacas que se ordeñan con electricidad propia
Como la electricidad subía cada día un poco más, José Manuel Seijas, ganadero de Vilar de Abaixo, una aldea de 30 habitantes de la provincia de Lugo, decidió colocar unas placas solares en el tejado de su granja de ordeño de vacas. “Ya invertí en un huerto solar hace unos años, pero lo vendí cuando empezaron a bajar las primas”, explica.
Seijas tiene querencia por las renovables. “Me gusta hacer cosas nuevas, y el sol es gratis”, justifica. Su instalación le permite conseguir energía para los robots de ordeño de las vacas, la limpieza de la granja, los tanques de frío en los que se conserva la leche, los ventiladores. “No sabe lo dura que es la vida de un ganadero”, comenta por teléfono a la hora de la cena. Sacar adelante las 400 cabezas de vacuno y 100 de porcino de su instalación sin ningún tipo de subvención —tiene un empleado y le ayudan su mujer y su hijo, que está estudiando—le obliga a ir calculadora en mano. Hace apenas tres meses que los 42 paneles ocupan unos 80 metros cuadrados de la cubierta de su granja, así que todavía no se atreve a estimar reducciones en la factura. “A final de año probablemente lo sabré”, vaticina.
Los autores del proyecto, las empresas Inelsa e IBC, estiman que el ganadero podrá ahorrar hasta un 30% en la factura y actuará de forma responsable con el medioambiente. “Evitará un total de 5.514,38 kilogramops de emisiones contaminantes de CO2 al año”, estima Diana Llopis, de IBC Solar.
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