Los investigadores del sida buscan respuestas en las curaciones "milagrosas"
La tercera jornada de la conferencia internacional de Washington se centra en las terapias
En el tercer día de la Conferencia Internacional del Sida 2012 en Washington, la protagonista fue la ciencia y los caminos hacia la curación del VIH. Un día en el que la recesión económica, la ciencia y los desafíos confluyeron. Javier Martínez-Picado, investigador del Instituto IrsiCaixa en Barcelona y experto en la investigación del origen del VIH, fue el encargado de abrir la jornada en la sesión plenaria. “La investigación actual para encontrar una cura implica un gran número de retos. Uno de los éxitos mayores de la ciencia reciente es haber mejorado los antirretrovirales, pero a pesar de ello estos fármacos no curan la infección. Todavía, por cada persona que inicia la terapia antirretroviral, dos personas se infectan por el virus”.
La mortalidad por VIH sigue decreciendo y la supervivencia es mayor gracias a los tratamientos, “aunque también es verdad que aumentan las enfermedades relacionadas con el uso de estas medicaciones, como el cáncer”, señaló Martínez-Picado. Y admitió que los efectos secundarios de los antirretrovirales —como los fallos renales, las afecciones en el cerebro o el hígado— pueden provocar rebrotes del virus en los pacientes. “Debemos llegar a fármacos que detengan la formación de nuevas células que pudieran derivar en la enfermedad del sida”, explicó. Las estrategias para conseguir la cura del VIH son dos, según este investigador: “La erradicación de las células infecciosas y la remisión de las mismas de forma funcional, de largo recorrido en el tiempo”.
Durante las conferencias de la jornada, los investigadores anunciaron que están focalizando su atención en las historias casi milagrosas de un pequeño grupo de personas en el mundo que han conseguido superar o controlar definitivamente el VIH o el sida. Uno de ellos es el estadounidense Timothy Ray Brown, conocido como el paciente de Berlín, el único afectado que ha logrado curarse del sida —era seropositivo y padecía leucemia—. Brown anunció en el hotel Westin City Center de Washington la creación de una Fundación con su nombre cuyo objetivo es encontrar una solución definitiva. “No quiero hacer de mi curación mi peor enemigo”, dijo Brown en relación con el tratamiento que le ha salvado la vida.
Martínez-Picado explicó que Brown necesitó, además del tratamiento antirretroviral, de una serie de intervenciones médicas para superar la enfermedad; entre ellas la irradiación de todo su cuerpo y dos trasplantes de médula ósea de un donante compatible que tenía una mutación del gen CCR5, que actúa como puerta de entrada para que el VIH entre en las células. Parece que las personas que carecen de este gen son inmunes al VIH. “Y la realidad es que han pasado cinco años desde los trasplantes y el paciente no ha sufrido un rebrote viral. Lo que le convierte en el primero en curarse del sida”, puntualiza Martínez-Picado. Los expertos señalan que, a pesar del éxito, el tratamiento seguido por Brown implica un alto riesgo de muerte. “Es tan complicado que no se podría realizar a gran escala”, concluye el investigador.
Los científicos están también muy interesados en las personas que, a pesar de estar infectadas por el VIH, no padecen sida. Son los llamados controladores, apenas un centenar en todo el mundo. Otro colectivo de análisis es el de aquellos capaces de paliar el rebrote del virus, que suponen entre el 5% y el 15% de los infectados. “Podemos, entonces, hablar de soluciones basadas en la ciencia de una forma que no era posible hace unos años”, aseguró Diane Havlir, profesora de medicina en la Universidad de California.
España también fue protagonista durante la jornada de ayer. Tras el anuncio de que el Ministerio de Exteriores va a restablecer su ayuda al Fondo Global de la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria con 10 millones de euros, después de suspenderse la contribución en 2011 por sospechas de corrupción, las reacciones de asociaciones como Médicos sin Fronteras y Salud por Derecho no se hicieron esperar: “Consideramos que esta aportación queda muy lejos de las necesidades del Fondo, no se corresponde con la urgencia que sigue representando la pandemia en el mundo y, además, es poco consecuente con los compromisos asumidos por España en la ONU en 2011 para alcanzar la cobertura universal de tratamiento (15 millones de personas) en 2015”.
A las once de la mañana, centenares de activistas se dirigieron a la Casa Blanca desde el centro de convenciones de Washington donde se celebra la conferencia para participar en una marcha por el fin de la epidemia del VIH —Obama confirmó el pasado jueves que no asistiría al congreso, hecho que ha disgustado enormemente a los asistentes—. “Llega gente desde cinco puntos distintos de la capital y nos juntaremos frente a la residencia del presidente”, señaló uno de los manifestantes, Trevor Mitts. “No nos lo creemos, no creemos en la guerra de medicinas que está habiendo porque solo es una cuestión económica, los responsables políticos deben ser más responsables y eficientes”, señaló una portavoz de la plataforma We Can End Aids.
Las autoridades sanitarias declararon el 12 de septiembre como el Día Mundial del Condón Femenino. “Necesitamos tener acceso a este método de prevención. No seremos capaces de crear una generación libre de sida si mujeres, hombres, jóvenes y transexuales no pueden protegerse. De ahí la importancia de este día”, dijo Jessica Terliwoski, de la Global Female Condom Coalition.
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