California da un paso hacia el etiquetado de los alimentos transgénicos
Este Estado se convierte en el primero en intentar adoptar esta medida sobre la que decidirán los ciudadanos el próximo noviembre
Los votantes de California tendrán su oportunidad de elegir si quieren o no que los alimentos genéticamente modificados se etiqueten -con el fin de estar informados de su procedencia- el próximo 6 de noviembre. La secretaria del Estado, Debra Bowen, así lo confirmó esta semana. La decisión se ha tomado tras validar el casi millón de firmas entregadas y recogidas por la plataforma “Tienes el derecho a saber si lo que comes es transgénico o no”(Label GMOs, Genetically Modified Foods), una coalición formada por consumidores, organizaciones de salud pública y ambientales y empresas de alimentos de ese Estado.
“Estamos encantados de que los ciudadanos de California tengan la oportunidad de votar por el derecho a conocer lo que hay en su comida”, dijeron varios miembros de la plataforma tras enterarse de la noticia. El objetivo de la campaña es que las personas sepan al 100% lo que comen y con lo que alimentan a sus familias, explican. Toda la campaña ha sido una andadura ciudadana, explica la organización en su página web, que comenzó el 9 de noviembre de 2011 y que ha conseguido un referéndum tras la entrega de 971.126 firmas recogidas en el Estado.
La campaña ha conseguido un referéndum tras la entrega de 971.126 firmas recogidas en el Estado
La iniciativa de Ley exige que en el etiquetado de los alimentos crudos o procesados que se venden a los consumidores se especifique si estos están elaborados a partir de plantas o animales genéticamente modificados. Estaría, además, totalmente prohibido definirlos como “naturales” en sus envases. La propuesta requiere que todo el etiquetado esté modificado para 2014.
En EE UU, según la organización, se estima que el 70% de los productos vendidos en los supermercados contienen ingredientes transgénicos, la mayoría provenientes del maíz o la soja. Este proyecto de ley exime a los productos que tengan la certificación orgánica y su modificación genética no haya sido intencionada, ha informado Bowen en un comunicado.
La cuestión del etiquetado de los productos transgénicos es una de las pocas medidas que cuenta en EE UU con el apoyo de ambas fuerzas políticas mayoritarias. Este tipo de etiquetado ya existe en Europa, Brasil o China. Durante la campaña presidencial de 2007, este fue un tema muy popular en los discursos de Barack Obama, aunque todavía el presidente de EE UU no ha tomado ninguna medida al respecto.
En EE UU, según la organización, se estima que el 70% de los productos vendidos en los supermercados contienen transgénicos
Para los miembros de la plataforma esta es la mejor baza con la que cuentan para conseguir que la iniciativa dé pasos hacia adelante en todo EE UU. Si en noviembre los californianos votan que sí, este Estado se convertirá en el primero en conseguirlo.
Muchos partidarios de propuestas similares en otros Estados aseguran que es “necesario dar más información sobre lo que se come y fomentar la transparencia y confianza en el sistema alimentario”. Los detractores, sobre todo grupos agrícolas y la industria de productos procesados, advierten que esta iniciativa podría sembrar el miedo y la confusión entre los consumidores, explica la agencia The Associated Press.
La Agencia del Medicamento de EE UU (FDA, por sus siglas en inglés) asegura que este tipo de alimentos no representan ningún riesgo para el ser humano, organización que se encuentra en este momento deliberando si acepta una petición sobre el etiquetado de estos productos a nivel nacional.
Bowen además recordó que en California también se votará este próximo noviembre la abolición de la pena de muerte.
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