Marchena marca la pauta para los testigos de las defensas: “La sala no puede escuchar lecciones”
El presidente del tribunal corta los testimonios para evitar que se cuelen valoraciones personales
Tensar la cuerda pero evitando que se rompa e incluso que se desgarre. Las defensas de los 12 líderes independentistas acusados en el juicio del procés se mueven desde que empezó la vista en un equilibrio que es habitual en todo abogado defensor, pero que en este caso, por su relevancia política y mediática, parece en riesgo continuo de acabar en conflicto con el tribunal. Esta posibilidad se amplía ahora cuando, tras varias semanas dedicadas a testimonios propuestos por la Fiscalía y el resto de acusaciones, el juicio se ha adentrado en una nueva fase: la de los testigos de las defensas. La de este jueves es la primera jornada centrada exclusivamente en esas comparecencias y varios episodios han servido al presidente del tribunal, Manuel Marchena, para sentar las bases de los interrogatorios.
El más tenso ha llegado cuando un testigo, Enoch Alberti, estaba explicando cómo se configura el derecho de autodeterminación en otros países. Alberti, catedrático de Derecho Constitucional, estaba extendiéndose en detalles de derecho comparado y Marchena ha cortado en seco: “No podemos permitir que la declaración se convierta en una lección de un catedrático de Derecho a los magistrados del Tribunal Supremo sobre el derecho a la autodeterminación”, ha afirmado. “La sala no puede escuchar lecciones de derecho constitucional de un testigo. Eso es un insulto para los miembros del tribunal”.
Las palabras de Marchena, de las más duras que se le han escuchado desde que comenzó la vista, han sido asumidas con resignación por el abogado que estaba dirigiendo el interrogatorio en ese momento, Benet Salellas, que defiende al presidente de Òmnium Jordi Cuixart. Los abogados, que los primeros días se resistían a acatar los apercibimientos del presidente, los aceptan cada vez con menos contestación, lo que está sirviendo para destensar las relaciones dentro de la sala entre el tribunal y las defensas. Salellas se ha limitado a señalar que no estaba de acuerdo en que se estuviera “intentando ofender al tribunal”, pero se ha mostrado dispuesto a “reconducir” el interrogatorio. “Esa es la línea”, le ha contestado Marchena
El presidente del tribunal está intentado evitar que los interrogatorios de las defensas se conviertan en un terreno para la propaganda política del independentismo. Deja hablar a los testigos incluso cuando se deslizan levemente hacia ese extremo, igual que algunos mandos o agentes de la Policía y la Guardia Civil introdujeron durante la fase de testigos de las acusaciones valoraciones personales. Pero, cuando el compareciente se excede o se alarga demasiado en esa valoración, Marchena corta tajante.
Ha ocurrido también este jueves con la declaración de Maite Aymerich, alcaldesa de Sant Vicenç dels Horts, el pueblo de Oriol Junqueras. Aymerich ha contado que acompañó el 1-O al exvicepresidente de la Generalitat a su colegio electoral y se encontraron con que los Mossos lo habían cerrado e impedían el acceso. A preguntas del abogado, la alcaldesa se ha lanzado a repetir algunas de las ideas que solía exponer en público el líder de ERC: “Siempre hablaba de los principios democráticos y los vinculaba a que si existe un anhelo sostenido en el tiempo este anhelo debería encontrar una respuesta por parte de los poderes políticos”, ha afirmado. Marchena ha intervenido para advertirle de que no iba a admitir “que expusiera su ideario”. El presidente ha aligerado esa advertencia diciendo que todo lo que hasta entonces estaba declarando la alcaldesa era de “gran interés probatorio”.
También ha habido toques de atención para la Fiscalía que en su estreno interrogando a testigos no propuestos por las acusaciones sino por los abogados también se ha desviado del camino en alguna ocasión. “Le hemos sugerido a la testigo que no haga valoraciones políticas y ahora vamos a ir a contrainterrogar sobre esas valoraciones políticas”, ha afeado Marchena al fiscal Jaime Moreno cuando ha preguntado a la alcaldesa si sabía que el Tribunal Constitucional había vetado la consulta del 1-O que ella defendía.
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