Sánchez garantiza a Díaz inversiones para Andalucía
Es la segunda vez que los dirigentes socialistas se encuentran en Sevilla en menos de una semana, en otra muestra de reconciliación previa a las elecciones andaluzas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reafirmó ayer ante la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, los compromisos del Gobierno de España con el plan de empleo para la comunidad autónoma, que el propio Sánchez anunció el pasado sábado, y garantizar que en los Presupuesto Generales del Estado las inversiones en la región se articulen conforme al criterio de la población, una reivindicación largamente anhelada por parte del Gobierno andaluz.
En la reunión de dos horas que mantuvieron ambos dirigentes en el palacio de San Telmo, tras la reunión del Consejo de Ministros en Sevilla, también se abordaron alternativas para paliar la suspensión de varias líneas ferroviarias en la región provocadas por los estragos de las fuertes lluvias del pasado fin de semana y se contempló la posibilidad de dotar de nueva carga de trabajo a la factoría de Navantia en Puerto Real (Cádiz), un buque Ferry de transporte de tropas del Ministerio de Defensa, ante la posibilidad de que no se le adjudique el quinto petrolero que estaba pendiente.
Es la segunda vez que los dos dirigentes se ven en menos de una semana. El sábado pasado se encontraron en la proclamación de Díaz como candidata a la Junta, ante más de un millar de militantes entregados. Hoy la cita ha sido protocolaria: un encuentro oficial tras el Consejo de Ministros. La finalidad en ambos casos era la misma: escenificar la reconciliación entre los dos líderes socialistas tras el cisma que se abrió entre ellos en el comité federal del PSOE de hace dos años, en el que Sánchez tuvo que dimitir como secretario general, y que se pronunció durante el proceso de primarias. Una unidad que es determinante de cara a asegurar el éxito de la campaña electoral andaluza, antesala de los comicios municipales y autonómicos del año que viene, otra convocatoria a las urnas decisiva.
El presidente ha ratificado ante Díaz el compromiso al que ya llegaron a principios de mes la ministra de Hacienda, María Jesús Montero y su homólogo andaluz, Antonio Ramírez de Arellano. La garantía de que las inversiones del Estado en la comunidad respondan a su población, un presupuesto que se recoge en la disposición adicional tercera del Estatuto de Andalucía, la comunidad se asegura que el 18% de esas inversiones se destine a la región. La Junta cifra en 300 millones de euros más lo que ingresaría con el criterio poblacional.
Otro de los principales temas que han abordado ambos presidentes son los graves prejuicios causados por el temporal en las conexiones en tren entre las provincias de Sevilla y Málaga. En los próximos días, representante de la Consejería de Fomento de la Junta y Adif mantendrán una reunión para aprobar alternativas ferroviarias.
Buena sintonía
Sánchez recorrió el corto trayecto que separa la Torre Norte de la Plaza de España, donde se reunieron los ministros, del palacio de San Telmo en coche. A la salida se topó con los pitidos y los petardos de 3.000 funcionarios de prisiones y jubilados apostados frente al Parque María Luisa para hacer notar sus reivindicaciones. A la entrada de la sede del Gobierno de Andalucía lo recibían los gritos de protesta (menores) de los bomberos municipales y la Policía Local.
El presidente se apeaba del vehículo oficial a las 12.30 y se alejaba de su comitiva para atravesar a pie los jardines exteriores del palacio de San Telmo en donde Díaz lo estaba esperando. Si el sábado las muestras de cariño fueron más evidentes, hoy la solemnidad del acto ha obligado a la contención. De sus gestos de cordialidad fueron testigos los funcionarios de la Junta que esperaban asomados a los balcones para saludar al presidente. Los dirigentes no perdieron la sonrisa en ningún momento: a las puertas de la entrada principal de San Telmo, en el salón de los Espejos, reservado para las grandes autoridades y en el salón blanco, donde el presidente ha firmado en el libro de honor para después mantener la reunión bilateral, igual de larga que la que tuvieron antes del verano en La Moncloa.
Además de la buena sintonía entre Sánchez y Díaz, otro elemento, ajeno a la voluntad de ambos líderes, ha sido constante en los encuentros del sábado y de hoy. La lluvia. Fue abundante hace seis días, antesala de las precipitaciones que asolaron decenas de pueblos en Málaga, Sevilla y Cádiz, y este viernes arreciaba en la capital andaluza justo cuando Sánchez abandonaba San Telmo, camino de La Moncloa.
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