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El Gobierno responde a Torra: “No aceptamos ultimátums”

El Ejecutivo no da por acabada la legislatura y confía en que sea solo una escalada verbal del independentismo: "Vamos a apostar por el dialogo hasta el final", dice Celaá

Celáa, durante la rueda de prensa en La Moncloa.Vídeo: Carlos Rosillo | ATLAS
Carlos E. Cué

El Gobierno ha esperado 24 horas "por prudencia", a ver si se rebajaba la tensión en Cataluña, pero finalmente ha decidido comparecer con un mensaje contundente que, pese a todo, mantiene la mano tendida y no da por agotada la legislatura. "Este Gobierno no acepta ultimátums", ha asegurado este martes la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, tras la amenaza planteada por el president Quim Torra en el Parlament. El presidente de la Generalitat había dado previamente un ultimátum a Pedro Sánchez al asegurar que no podrá garantizarle ningún tipo de estabilidad parlamentaria si durante este mes no ofrece una propuesta para que los catalanes puedan ejercer el derecho de autodeterminación y así desbloquear el conflicto soberanista.

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"El presidente de la Generalitat no tiene que esperar al mes de noviembre para conocer nuestra respuesta: la contestación es autogobierno sí, independencia no. El Gobierno catalán debe respetar la convivencia y los derechos de nacionalistas y no nacionalistas. Hemos de recordar a la Generalitat una vez más que una sociedad dividida es una sociedad sin futuro", ha defendido la portavoz del Ejecutivo que ha insistido en mantener el diálogo. "El Gobierno va a seguir determinado en su acción de gobierno. Que es, en definitiva, continuar con todos los recursos abiertos para que el diálogo prospere y se supere el conflicto en Cataluña".

El Ejecutivo está muy preocupado por la escalada verbal de Torra, que no estaba en el guion previsto por Pedro Sánchez. En La Moncloa creen que ha sido una respuesta a la tensión que se vivió en la noche del lunes, cuando decenas de manifestantes cercaron el Parlament y la policía autonómica cargó contra ellos para disolverlos. Torra trataría así de buscar de nuevo el enemigo exterior para evitar la confrontación interna dentro del independentismo.

El Gobierno aún confía en que Torra vaya de farol y se mantengan las negociaciones en marcha. "Sabemos que por un lado va la retórica cargada de emoción de Torra y por otro van los hechos. Las comisiones bilaterales están dando sus frutos", aseguró Celaá. Para el próximo día 15 estaba prevista una reunión de la bilateral de infraestructuras, que se mantiene. El presidente cree que a los independentistas no les interesa ahora provocar un adelanto electoral, ni en Cataluña ni en las generales. Pero este peldaño que ha subido Torra se sigue con mucha preocupación hasta comprobar si tiene consecuencias reales —que los independentistas no apoyen al PSOE en el Congreso y empiece a perder votaciones, por ejemplo, o que no acuda a las comisiones bilaterales— o si solo se trata de retórica.

Sánchez dijo en Nueva York la semana pasada que si los independentistas optaban por el conflicto, la legislatura se habría acabado. Pero Celaá no la ha dado aún por muerta y ha dicho que seguirán intentando el diálogo. También ha descartado aplicar el artículo 155, y ha pedido al PP y a Ciudadanos que dejen de reclamarlo y sean leales con el Gobierno en un asunto de Estado como este. "No parece que el señor Torra esté orientándose a la cooperación, pero a día de hoy el Gobierno no va a aplicar el 155 mientras no haya razones evidentes para aplicarlo". El Ejecutivo trató de colocarse en un punto intermedio entre dos posiciones extremas. "Entre el salto al vacío [de Torra] y el 155 perpetuo [del PP y Ciudadanos] está la apuesta por la convivencia, por el autogobierno. Estamos demostrando nuestra voluntad de construir puentes, el independentismo debe gobernar y dejar de gesticular. Pedimos distensión y calma", ha sentenciado la ministra portavoz.

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Antes de la reacción contundente de Celaá, el Ejecutivo de Sánchez había mostrado su preocupación por las imágenes que se pudieron ver este lunes en Cataluña. La vicepresidenta, Carmen Calvo, ha asegurado que incidentes como estos, en los que manifestantes cercaron el Parlament y amenazaron con asaltarlo, demuestran que el president no puede “fallar en algo tan importante como la seguridad”. Pedro Sánchez ha enviado también un mensaje de Twitter pidiendo que la política catalana vuelva al Parlament: "La violencia no es el camino".

Calvo había reprochado a Torra que por la mañana animara a los Comités de Defensa de la República (CDR) a “apretar” y por la noche tuviera que ordenar a los Mossos que reprimieran a los manifestantes que estaban cercando el Parlament y amenazaban con asaltarlo. “Él hizo una cosa y luego tuvo que hacer la contraria. Tiene que entender que lo que ocurrió ayer forma parte de su responsabilidad”, ha insistido.

También el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha querido hacer un reconocimiento del trabajo que los Mossos d'Esquadra realizaron este lunes durante la jornada del aniversario del referéndum ilegal independentista del 1-O, en la que en varias ocasiones se vieron desbordados por los manifestantes en los disturbios registrados. Antes de comparecer en la Comisión de Interior del Senado, el ministro ha puesto en valor la actuación de los Mossos en lo que ha calificado como "un día triste": "En las situaciones complicadas que vivieron ayer actuaron con la proporcionalidad, la necesidad, la eficacia, la efectividad propia de una policía de un Estado de derecho", ha señalado.

El Gobierno ha endurecido su discurso 24 horas después de minimizar las palabras de Torra a los CDR. El ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, había asegurado que no percibía "una llamada a la violencia". "Nos importan las acciones", había zanjado el número tres de los socialistas, que había concedido a las declaraciones de Torra una "relevancia relativa".

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