Uno de cada cuatro hogares está formado por una sola persona
Hombres solteros y mujeres viudas forman el grueso de este colectivo de 4,5 millones
El número de hogares en España ha aumentado hasta los 18,3 millones, pero en ellos cada vez viven menos personas, según destaca la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicada este viernes. Las residencias con dos ocupantes siguen siendo las más frecuentes (30,6% del total), pero aumentan las unipersonales. Uno de cada cuatro hogares (24,8%) está formado por una sola persona. Suponen ya 4,5 millones (en 1991 solo eran 1,9 millones; en 2001 ya eran 2,9), y en solo un año han subido un 2,8%. Es el mayor incremento entre todos los tipos de hogares.
El 40,9% de los hogares unipersonales corresponden a personas de 65 años o más. Y de ellos, siete de cada diez están formados por mujeres. El envejecimiento es la principal causa del aumento de personas que viven solas. Se trata de generaciones que han tenido una situación socioeconómica relativamente desahogada. “No han pasado por guerras y, el caso de los hombres, comenzaron a trabajar desde muy jóvenes y lo han seguido haciendo hasta su jubilación”, indica Julio Pérez Díaz, demógrafo del CSIC. Ello les ha permitido tener casa en propiedad y, tras quedar viudas o viudos, poder seguir viviendo solos. “La preferencia de los mayores es vivir en su casa hasta que puedan”, añade el investigador.
En cambio, entre las personas de menos de 65 años que viven solas, la mayoría (59,9%), son hombres. Según el estado civil, entre los hombres, los hogares unipersonales más frecuentes están formados por solteros (58,8%) y, entre las mujeres, por viudas (48,8%).
El aumento de hogares unipersonales mantiene la tendencia de los últimos años, aunque está lejos de alcanzar las elevadas tasas que se dan en algunos países europeos. El ejemplo clásico es el de la ciudad de París, donde la mitad de los hogares están integrados por personas que viven solas, como señala Julio Pérez Díaz. En todo caso, el demógrafo indica que las tendencias “serían aún más intensas” de no ser por el impacto que ha tenido la crisis económica.
Por un lado, por el aplazamiento de divorcios y separaciones debido a la falta de recursos suficientes para vivir de forma independiente. Tras la ruptura de la pareja, lo habitual sigue siendo –aunque cada vez lo es menos- que la madre se quede con los hijos y el padre se vaya a vivir solo. Los datos oficiales muestran cómo durante los años más duros de la recesión se frenaron las rupturas y, de esta forma, el incremento de hogares unipersonales
Por otro lado, por el retraso en la emancipación debido a la falta de oportunidades laborales. Más de la mitad de los jóvenes que buscan trabajo están en el paro. De hecho, según la encuesta del INE, una de cada tres de los seis millones de personas entre 25 y 34 aún no se ha independizado. El colectivo más frecuente es el de los que viven con sus padres o con alguno de ellos (33,8%). La oficina europea de estadística, Eurostat, publicó ayer un informe sobre esta cuestión. Según sus datos, los jóvenes españoles dejan el hogar de sus padres a los 28,9 años de media, con lo que se sitúan entre los que más tardan en independizarse en la Unión Europea. En el conjunto de los Estados miembros, los jóvenes viven con sus padres de media hasta los 26,1 años.
El informe también detalla cómo el tamaño medio de los hogares se ha reducido, a medida que se reduce el número de integrantes de las familias, al pasar de 2,53 personas de media por hogar en 2013 a 2,51 en 2014. Mientras aumentan las residencias ocupadas por una o dos personas, las de tres, cuatro y cinco o más habitantes decrecen en número. El mayor descenso, del 3,1%, se encuentra en las residencias de cinco o más miembros.
Los hogares monoparentales, es decir, los que están formados por uno solo de los progenitores con hijos, también han aumentado. Están integrados mayoritariamente por madre con hijos (1.450.400, el 82,7% del total, frente a 304.200 de padre con hijos). El número de hogares formados por madre con hijos ha crecido un 2,7% en un año, mientras que el de padres con hijos lo ha hecho un 3,2%. En conjunto, han crecido un 2,7% respecto a 2013.
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