Rajoy aborda el agujero autonómico bajo la presión de los mercados

España cierra una semana crítica. El acoso de los mercados a la deuda pública alcanzó su punto álgido este viernes cuando la prima de riesgo marcó su nivel máximo y se situó por encima de los 600 puntos básicos, un registro que desencadenó el rescate de otros países. La escalada coincidió con la petición de auxilio financiero del Gobierno de la Comunidad Valenciana, la primera en acogerse al fondo de liquidez estatal creado para permitir a las autonomías pagar sus deudas. Al tiempo, las protestas contra los recortes se han extendido. El Gobierno aguarda ahora la reacción de los mercados a la posibilidad de que otras autonomías también reclamen ayuda financiera. El Ejecutivo ha sorteado, de momento, la crisis del sistema bancario pidiendo ayuda a los socios europeos. Pero si los inversores interpretan que los problemas de liquidez de las comunidades pueden llegar a desbordar su capacidad de asistencia, eso abocaría a pedir el rescate para el conjunto del Estado.

Porque a las administraciones españolas cada vez les resulta más difícil acceder a la financiación. “No hay dinero en las arcas públicas para pagar servicios”, dijo el jueves Cristóbal Montoro. En los últimos días el Gobierno de Mariano Rajoy ha elevado la voz para reclamar al Banco Central Europeo (BCE) medidas que alivien la situación financiera. Pero su presidente, Mario Draghi, rehúye el envite. “El BCE no está para resolver los problemas financieros de los países sino para asegurar la estabilidad de los precios y la estabilidad de todo el sistema financiero de manera independiente”, asegura en una entrevista en Le Monde (información en la página 25).

En el Gobierno crece la preocupación por el agujero autonómico, en el punto de mira de Bruselas. Las comunidades no logran, de momento, contener el déficit. Moody´s emitió esta semana un informe en el que considera que se desviarán de sus objetivos presupuestarios.

Por eso, al igual que la Comunidad Valenciana, otras autonomías se plantean acudir al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) ante la dificultad de atender sus vencimientos de deuda. A cambio del dinero de fondo, dotado con 18.000 millones, el Gobierno exige duras condiciones presupuestarias y de información, algo que lo emparenta con los rescates europeos. Hacienda confía en que otras comunidades se sumen al fondo estatal. Aseguran que este instrumento tiene capacidad para ayudar a todas las que lo necesiten. El férreo control presupuestario lleva a algunas regiones a resistirse a pedir el rescate al Gobierno, a pesar de las estrecheces financieras que atraviesan. Otras, como Cataluña, Castilla La-Mancha, Castilla León, Murcia y Asturias admiten ya que estudian la posibilidad de solicitar la ayuda.