El presidente esgrime su mayoría absoluta para negar pactos de Estado

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hizo ostentación este miércoles de su mayoría absoluta en el Congreso, descalificó las peticiones de acuerdo del PSOE y rechazó la posibilidad de alcanzar pactos de Estado ante la crisis económica.

“Lo que el Gobierno no puede hacer es tomar las decisiones que quieren grupos parlamentarios que tienen muchísimo menos apoyo [que el nuestro]”, aseguró el presidente. Su tesis es que tiene claro qué hay que hacer para enfrentarse a la crisis; que si es posible lograr apoyos para sus iniciativas de reforma lo intentará, pero que en ningún caso buscará pactos de Estado con otros grupos parlamentarios y, especialmente, con el principal partido de la oposición. De hecho, por segundo día consecutivo, el presidente del Gobierno cuestionó públicamente las verdaderas intenciones del PSOE cuando pide que se busquen consensos frente a la crisis.

“Está muy bien hacer planteamientos de consensos, de llegar a acuerdos y entendimientos, pero una cosa son las declaraciones generales y otra es luego, a la hora de hablar con los demás”, afirmó Rajoy.

Así se lo dijo a Alfredo Pérez Rubalcaba en la sesión de control al Gobierno en el Congreso y luego en los pasillos de la Cámara, en respuesta a los periodistas. Al contrario de lo que hizo el martes, el presidente del Ejecutivo aceptó preguntas para hablar de las “medidas duras y de excepción” que toma para hacer frente a una situación de “excepción”.

De esta forma, Rajoy trató de enmendar su actuación de la víspera, cuando huyó por el garaje del Senado para no responder a los periodistas. Esa fuga fue recogida en unas imágenes de vídeo que deploraron este miércoles varios miembros del Gobierno y dirigentes del PP.

Para descalificar las peticiones de consenso de Rubalcaba, el presidente del Gobierno desveló en el pleno una reunión secreta con el líder de la oposición. Se conocía un encuentro público de ambos el pasado 15 de febrero, pero Rajoy este miércoles se refirió al menos a otro y acusó al líder del PSOE de bloquear la renovación de instituciones con vacantes pendientes desde hace años, como el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y el Consejo de RTVE, entre otras.

“Yo he hablado con usted siempre que ha querido, usted lo sabe. Ya nos hemos visto más de una vez desde que yo soy presidente del Gobierno y estoy dispuesto a continuar hablando”, aseguró el presidente, antes de rematar: “Yo hace mucho tiempo le he pedido que procedamos a la renovación de los distintos organismos que tiene que renovar esta Cámara y usted me lo ha retrasado y me lo sigue retrasando. Deje de predicar, empiece a dar trigo y estoy dispuesto a hablar con usted cuando lo estime oportuno y conveniente”.

Fuentes socialistas admiten ahora, con cierto malestar por cómo lo contó este miércoles Rajoy, que hubo un encuentro en La Moncloa entre ambos, del que no se dio información y que se produjo justo antes de la campaña electoral de las autonómicas andaluzas y asturianas. Según estas fuentes, en esa reunión se acordó aplazar la renovación de esas instituciones hasta después de esas elecciones, sin que se haya producido encuentro alguno posterior.

El PSOE insiste estos días en poner de manifiesto que, pese a la tormenta sobre la economía española, no ha habido otro contacto del presidente del Gobierno con el líder de la oposición. Este miércoles Rubalcaba le reiteró la petición de consenso en el pleno y Rajoy le respondió reprochándole su oposición a la reforma laboral y el apoyo a la huelga general y el rechazo a la ley de Estabilidad Presupuestaria, que aprobará mañana el Congreso solo con el voto del PP.

Los socialistas argumentan que el Gobierno ha roto el acuerdo firmado el pasado agosto que reformó el artículo 135 de la Constitución para institucionalizar la lucha contra el déficit. En aquel acuerdo, firmado por Soraya Saénz de Santamaría, entonces portavoz del PP en el Congreso y hoy vicepresidenta del Gobierno, se dice que se aprobará una ley orgánica que “fijará en un 0,4% el déficit estructural global máximo del conjunto de las Administraciones a partir de 2020”. Ahora el motivo de desacuerdo entre el Gobierno del PP y el PSOE es, precisamente, que los socialistas quieren mantener en la ley ese 0,4%, mientras que el Ejecutivo rectifica su posición anterior para que el déficit estructural en 2020 sea del cero por ciento.

El PSOE entiende que Rajoy pretende hacer gestos a Europa y a los mercados rompiendo acuerdos y consensos, sacrificando la posibilidad de presentar la lucha contra el déficit como fruto del acuerdo con el único partido que, en principio, está en condiciones de gobernar, además del PP.