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La retirada rusa del acuerdo sobre cereales, una “puñalada por la espalda” a los países africanos

El fin de la Iniciativa Cereales del Mar Negro tendrá importantes consecuencias para los precios de los alimentos y la seguridad alimentaria en el continente, afirman diplomáticos y trabajadores humanitarios

Cereal Ucrania Rusia
Venta de trigo en un mercado de Mogadiscio (Somalia) este 15 de julio.FEISAL OMAR (REUTERS)

La suspensión el lunes de la semana pasada del acuerdo que garantizaba que los cereales ucranios podían exportarse por mar de manera segura tiene preocupados a los países africanos. “Es una puñalada por la espalda a los precios mundiales de la seguridad alimentaria”, aseguró Korir Sing’Oei, alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Kenia, la semana pasada en sus redes sociales. “Afecta de forma desproporcionada a los países del Cuerno de África ya afectados por la sequía”.

Las consecuencias ya las están sufriendo lugares como Somalia, un país asolado por el conflicto y la sequía que importaba todo su trigo de Ucrania y Rusia antes de la guerra. “Estamos oyendo que la gente se apresura a comprar y almacenar alimentos”, afirma Binyam Gebru, de la filial somalí de la organización humanitaria Save the Children. Un nuevo aumento del precio del trigo reducirá a la mitad el poder adquisitivo, ya bajo de por sí, de muchas familias pobres, asegura. “La inseguridad alimentaria provocará una desnutrición posiblemente mortal de niños y sus madres”, remacha.

Moscú justifica su decisión afirmando que Kiev utiliza la ruta del Mar Negro con fines militares. Asimismo, se ampara en un presunto agravio derivado de que, mientras Ucrania podía exportar su producción no solo a los países en vías de desarrollo, sino también a economías desarrolladas, Rusia no podía colocar en el mercado sus fertilizantes. Y sostiene, finalmente, que los ucranios no exportan suficientes cereales a los países africanos, a pesar de que el acuerdo sobre el grano se creó precisamente por razones humanitarias.

Numerosos funcionarios de Naciones Unidas y diplomáticos occidentales cuestionan esas razones. “Centenares de millones de personas pasan hambre y los consumidores se enfrentan a una crisis mundial del coste de la vida”, declaraba en un comunicado el secretario general de la ONU, António Guterres. “Ellos pagarán el precio”. La ONU afirma que el acuerdo sobre los cereales ha contribuido a mantener relativamente estables los precios mundiales de los alimentos durante el pasado año.

Según el organismo de la ONU que supervisa el tránsito de cereales ucranios en Estambul (Turquía), desde agosto del año pasado se han exportado a través del Mar Negro 32,9 millones de toneladas de alimentos procedentes de Ucrania. El comité de coordinación de la ONU afirma que la mitad de esa cantidad fue a parar a países en desarrollo, y una parte se destinó a ayuda de emergencia. Este año, por ejemplo, el 80% del grano para el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU procedía de Ucrania.

La ONU afirma que el acuerdo sobre los cereales ha contribuido a mantener relativamente estables los precios mundiales de los alimentos durante el pasado año

El acuerdo ha permitido al PMA enviar más de 725.000 toneladas de trigo a países al borde de la hambruna. Gran parte del grano adquirido por el PMA se destinó al Cuerno de África, donde unos 60 millones de personas necesitan ayuda alimentaria tras años de escasez de lluvias. Un portavoz señala, en un correo electrónico, que el organismo de la ONU “confía” en que podrá obtener suficientes cereales de otros países para sus programas de ayuda, pero probablemente tendrá que pagar un precio más elevado. Desde que Rusia anunció el pasado lunes la suspensión del acuerdo, el precio mundial del grano ha repuntado más de un 9%. Los analistas prevén que el precio seguirá subiendo en un futuro cercano.

Alejarse del trigo ucranio

Desde que Rusia invadió Ucrania, algunos países africanos han intentado alejarse del trigo ucranio, a pesar de que la Iniciativa Cereales del Mar Negro seguía en vigor. Egipto, por ejemplo, dependía en gran medida del trigo entero procedente de Ucrania y Rusia. El número de egipcios que consumen pan a diario es tan elevado que el Gobierno del país lo subvenciona y concede ayudas para comprar pan a las comunidades pobres a fin de paliar la desnutrición y el hambre. A causa de estas subvenciones, las autoridades egipcias se verán seriamente afectadas por cualquier subida de los precios de los alimentos.

Por consiguiente, Egipto se ha alejado del trigo ucranio y ha diversificado el suministro. “Es cierto que Rusia y Ucrania eran nuestra principal fuente de trigo”, declaraba el año pasado el primer ministro egipcio, Mustafa Madbouly, “pero ya hemos empezado a diversificar las fuentes para nuestras importaciones de cereal en futuros acuerdos, que ya están en marcha y compramos [trigo] a varios países más. Así, siempre garantizamos la diversidad de nuestras fuentes, para que las importaciones no se limiten a países concretos”. Los datos de TradeMap muestran que Egipto solo importó un 5,7% de trigo ucraniano en 2022. En 2021, ese porcentaje fue del 25,3%. En cambio, Egipto importó más cereal de países como Rusia, Rumanía, Francia y Estados Unidos.

Para reducir aún más la dependencia del grano importado, algunos países africanos se han propuesto cultivar más trigo con el fin de depender menos de las importaciones. En Zimbabue, el Gobierno se ha asociado con el sector privado y ha convencido a propietarios de granjas e inversores para que cultiven más trigo. Gracias a estas medidas, el Gobierno anunció que el año pasado se cosecharon nada menos que 375.000 toneladas de trigo, 20.000 toneladas más de las que el país necesita para el consumo propio. Este año, el país se prepara para otra cosecha récord de trigo, con lo que volverá a soñar con el autoabastecimiento.

En Senegal, país de África Occidental, se consume diariamente la asombrosa cantidad de ocho millones de barras de pan. Las baguettes, introducidas por primera vez por los colonizadores franceses, se elaboran prácticamente en su totalidad con trigo importado. Por esta razón, el Gobierno senegalés ha empezado a formar a panaderos para que elaboren el pan con cereales autóctonos. La federación senegalesa de panaderos señalaba el año pasado que el 50% de todo el pan senegalés debería elaborarse lo antes posible con cereales autóctonos como el fonio [un grano integral], el mijo y el sorgo.

Para animar a más países a cultivar alternativas autóctonas al trigo, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) declaró 2023 el “año del mijo”. Este cereal es conocido por su resistencia al clima y su corto periodo de maduración. “[El mijo] ha sido un alimento básico tradicional para centenares de millones de personas en el África subsahariana y Asia durante 7.000 años”, declaraba la organización, “y ahora se siembra en todo el mundo. Sin embargo, su cultivo está disminuyendo en muchos países, y su potencial para hacer frente al cambio climático y la seguridad alimentaria no se está aprovechando plenamente.”

En Kenia, que al igual que Somalia sufre su peor sequía en años, vuelven a proliferar las protestas masivas contra los elevados precios de los alimentos y el combustible. El coste de los primeros aumenta a medida que sube el precio del trigo. Esto también puede tener un efecto dominó: si menos gente puede comprar pan a base de trigo, muchos kenianos cambiarán a alternativas como el maíz y el sorgo, al igual que el año pasado, lo que hará que los precios de estos ingredientes se disparen también.

Mientras que los diplomáticos occidentales, los funcionarios de la ONU y los representantes de organizaciones sin ánimo de lucro reaccionaban con estupor ante la suspensión del acuerdo sobre cereales, la mayoría de los jefes de Estado africanos aún no han respondido. Muchos gobiernos africanos mantienen buenos lazos con Rusia, y esta semana está programada una cumbre África-Rusia en San Petersburgo con la participación de un gran número de líderes africanos. En la reunión posiblemente se debata la posible reanudación del acuerdo sobre cereales, algo que podría tener algún efecto: los llamamientos de los líderes africanos, entre otros, fueron anteriormente una razón importante para que Putin aceptara el acuerdo sobre los cereales.

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