Ir al contenido
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Democracia sonámbula

Según Pedro Sánchez, se puede legislar sin Parlamento y gobernar sin Presupuestos; y celebrar elecciones paralizaría el país

Pedro Sánchez llega a Downing Street para su reunión con Keir Starmer, este miércoles.
Daniel Gascón

Puesto que el negociador habitual del Partido Socialista con Carles Puigdemont se encuentra en prisión preventiva por corrupción, tuvo que hacer de emisario el presidente de la Generalitat. Un año antes, el prófugo había intentado boicotear la investidura del presidente con una aparición anunciada en Barcelona, tras la que logró esfumarse ante cámaras, policías y un operativo especial que no pudo enfrentarse al desafío del cambio de una “fase semafórica”. Esta reunión, por tanto, es un paso más hacia la normalidad y quién podría dudarlo.

El objeto del encuentro no está claro porque no se han dado explicaciones. El secesionista seudoirredento depende de Madrid, el presidente del Gobierno depende del prófugo y en su intento de apropiación del espacio pujolista Illa tiene que ser amable con formas de delincuencia que florecieron en el oasis. Una de las interpretaciones es que la cita allane el camino de los Presupuestos Generales del Estado. Pero ya ha dicho el presidente que piensa seguir aunque no tenga Presupuestos. Más señor Valdemar que nunca, avanza hacia una democracia sonámbula: se puede legislar sin Parlamento y gobernar sin Presupuestos; celebrar elecciones paralizaría el país. Nadie presta crédito a sus palabras, empezando por los suyos. Estos días sale en la prensa extranjera como un político pintoresco que, ante el cúmulo de casos de corrupción en su entorno, ataca a los jueces: puede decir que le persiguen por ser progresista, pero la melodía podría recordar fácilmente a Trump, a Netanyahu, Ley y Justicia o Bolsonaro. Su esperanza es que la exasperación del contrario se convierta en frustración. Si te preocupa que se degrade la democracia, mira la calidad de los argumentarios: ministros dicen que el Gobierno nos quita la deuda, como si no la siguiéramos teniendo tras mutualizarla.

Entretanto, el Congreso apunta que no acreditará a medios que tengan menos de 10 trabajadores, Youtubers o televisiones digitales. Algunos señalan la falta de adecuación de la norma a la realidad y otros lamentan que la regulación no solo perjudique a quienes pretendían castigar: cómo imaginar que dar más poder al poder podría acarrear consecuencias negativas. Quizá estén condenados a la melancolía quienes consideran que la reforma puede ser inconstitucional. La constitucionalidad de una norma es como aquel retrato que Picasso hizo a Gertrude Stein. La escritora estadounidense protestó diciendo que no se le parecía y Picasso respondió: “No se preocupe: ya se le parecerá”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Daniel Gascón
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) estudió Filología Inglesa y Filología Hispánica. Es editor responsable de Letras Libres España. Ha publicado el ensayo 'El golpe posmoderno' (Debate) y las novelas 'Un hipster en la España vacía' y 'La muerte del hipster' (Literatura Random House).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_