Verdades inútiles sobre Trump
El informe final del fiscal sobre el asalto al Capitolio es la despedida melancólica de un penoso fracaso procesal
La Fiscalía de Estados Unidos ha dado carpetazo a su investigación contra Donald Trump por su participación como presidente en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, unos hechos gravísimos que constituyen lo más parecido que ha vivido ese país a un golpe de Estado y que, en su máximo nivel de responsabilidad, quedarán sin ser juzgados. El fiscal especial asignado al caso, Jack Smith, ha presentado su dimisión y ha concluido su trabajo con la pequeña y melancólica victoria de ver publicado en su integridad el informe elaborado por su equipo tras dos años de investigación.
En esas conclusiones, Smith defiende la pertinencia de las indagaciones y el trabajo de los suyos, que entrevistaron a cientos de personas. Defiende también los cuatro cargos criminales que presentó en agosto de 2023 contra Trump por aquellos hechos. Los abogados del magnate retrasaron el caso con una maraña de recursos hasta que el pasado julio el Tribunal Supremo falló que el presidente tiene inmunidad en sus actuaciones oficiales, una decisión inaudita y de efectos aún desconocidos en el futuro de la democracia estadounidense, pero que obligó a replantear todo el caso.
Finalmente, Smith asegura que se ve obligado a cerrar la investigación por la política de la Fiscalía —nunca ratificada por los tribunales— de no encausar a presidentes en ejercicio. Smith mantiene que los hechos constituyen un “esfuerzo criminal sin precedentes” y que las pruebas eran “suficientes” para haber condenado a Trump. Sin embargo, ha sido incapaz de llevarlo a juicio antes de las elecciones.
La reacción de Trump al informe fue la esperable. Se regodeó en el fracaso de Smith, a quien volvió a insultar, y proclamó que “los votantes han hablado”. Así es. Trump tomará posesión de nuevo el próximo día 20. Se considera absuelto por las urnas. Para él y para su partido, tanto el trabajo de Smith como el del Congreso son papel mojado. Cualquiera que haya colaborado en la investigación tiene razones para temer por su futuro profesional.
Donald Trump intentó usar el poder de la Casa Blanca para manipular el resultado de las elecciones y mantenerse ilegalmente en el cargo. Cuando fracasó, instigó a sus seguidores para que asaltaran violentamente el Capitolio entre amenazas de muerte a los congresistas para que no certificaran su derrota. Todo eso ya lo sabíamos. El informe de Jack Smith confirma la derrota humillante de la justicia a manos de un populista que, con la colaboración del Tribunal Supremo, se sabe impune. Malas noticias para la democracia.
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