El fiscal especial sostiene que había pruebas para condenar a Trump por tratar de subvertir las elecciones de 2020
El informe de Jack Smith, que dimitió la pasada semana, asegura que el presidente electo participó en un “esfuerzo criminal sin precedentes”, pero que su victoria el pasado noviembre hizo imposible juzgarle
El fiscal especial estadounidense Jack Smith sostiene que Donald Trump participó en un “esfuerzo criminal sin precedentes para anular los resultados legítimos de las elecciones con el fin de conservar el poder” tras perder las elecciones de 2020, pero que la victoria electoral del presidente electo el pasado 5 de noviembre impidió que llevara el caso a juicio, según un duro informe de 137 páginas publicado en la madrugada de este martes. Smith sostiene que las pruebas de que disponía “eran suficientes” para que Trump hubiese sido condenado en caso de haber podido llevar el caso a juicio.
El documento detalla la decisión de Smith de presentar una acusación formal de cuatro cargos contra Trump, acusándolo de conspirar para obstruir la recogida y certificación de votos tras su derrota en 2020 ante Joe Biden. La victoria electoral de Trump libra al republicano de esas acusaciones. La lentitud de la investigación ha provocado la frustración de Biden y ha acabado allanando el camino de vuelta del expresidente a la Casa Blanca.
“La opinión del Departamento de que la Constitución prohíbe la continuación de la acusación y el enjuiciamiento de un presidente es categórica y no depende de la gravedad de los delitos imputados, la fuerza de la prueba del gobierno o los méritos de la acusación, que la oficina apoya plenamente”, dice el informe. “De hecho, de no ser por la elección del Sr. Trump y su inminente regreso a la Presidencia, la Fiscalía evaluó que las pruebas admisibles eran suficientes para obtener y sostener una condena en el juicio”, añade.
Según el fiscal, “el hilo conductor de todos los esfuerzos criminales de Trump fue el engaño ―afirmaciones falsas a sabiendas de fraude electoral― y las pruebas muestran que Trump utilizó estas mentiras como un arma" para aferrarse al poder, señala el informe.
Gran parte de las pruebas que cita el informe se hicieron públicas con anterioridad, bien en la instrucción del caso o bien a raíz de la investigación de una comisión de la Cámara de Representantes, que publicó su propio relato de 700 páginas sobre las acciones de Trump tras las elecciones de 2020. Al igual que el informe del Congreso, el de Smith relata cómo Trump presionó a los cargos del Departamento de Justicia para abrir investigaciones por falsas alegaciones de fraude; presionó a cargos estatales para ignorar el resultado electoral; trató de alistar a electores fraudulentos en nombre de Estados disputados ganados por Biden, y presionó a su vicepresidente, Mike Pence, para que le concediese una falsa victoria. Finalmente, dirigió “una turba enfurecida al Capitolio de los Estados Unidos para obstruir la certificación de las elecciones presidenciales por el Congreso y luego aprovechar la violencia de los alborotadores para retrasarla aún más”.
En su investigación, los fiscales entrevistaron a más de 250 personas y 55 declararon como testigos ante un gran jurado. También lograron órdenes para hacerse con el contenido de dispositivos y registros electrónicos, incluidos los de la cuenta de Trump en la entonces Twitter.
Smith, quien ha sido objeto de incesantes críticas por parte del republicano, también defiende su investigación y a los fiscales que trabajaron en ella. “La afirmación del señor Trump de que mis decisiones como fiscal fueron influenciadas o dirigidas por la Administración [de Joe] Biden u otros actores políticos es, en una palabra, ridícula”, escribe Smith en una carta enviada al Congreso este martes, a la que adjunta su informe.
Después de la publicación, Trump, en un mensaje en su red Truth Social, ha dicho que Smith “fue incapaz de procesar con éxito al oponente político de su ‘jefe’, el corrupto Joe Biden”. “Jack es un fiscal patán que fue incapaz de llevar su caso a juicio antes de las elecciones, que gané por goleada. ¡¡¡LOS VOTANTES HAN HABLADO!!!”, indica. El presidente electo también asegura que es “totalmente inocente”. Trump, que vuelve a tachar a Smith de “perturbado”, ha descrito los casos como intentos motivados políticamente de dañar su campaña y su movimiento político.
Smith, quien dejó el Departamento de Justicia la semana pasada, abandonó ambos casos contra Trump después de que este ganara las elecciones del año pasado, citando una política de larga data del Departamento de Justicia contra el procesamiento de un presidente. Ninguno de estos casos llegó a juicio. Aun así, en el informe defiende su actuación: “Creo que el ejemplo que nuestro equipo deja a los demás de luchar por la justicia sin tener en cuenta los costes personales es importante”.
El fiscal señala la “capacidad y voluntad de Trump de usar su influencia y seguimiento en las redes sociales para apuntar a testigos, tribunales, fiscales”, lo que llevó a estos últimos a solicitar una orden de silencio para proteger a posibles testigos del acoso. “El recurso del señor Trump a la intimidación y el acoso durante la investigación no era nuevo, como lo demuestran sus acciones durante las conspiraciones señaladas”, sostiene Smith.
La investigación de Smith se encontró obstáculos legales incluso antes de la victoria electoral de Trump del pasado noviembre. Se detuvo durante meses mientras el líder republicano insistía en su afirmación de que no podía ser procesado por acciones llevadas a cabo mientras ejercía todavía como presidente. La mayoría conservadora del Tribunal Supremo estadounidense se puso en gran medida de su lado, otorgando a los expresidentes una amplia inmunidad frente al procesamiento penal.
Un solo juicio
Trump fue imputado en 2023 en cuatro casos diferentes por decenas de delitos. Sin embargo, solo el caso más leve, en el que se le acusaba de 34 cargos de falsificación de facturas, cheques y registros contables para ocultar los pagos a la actriz de cine porno Stormy Daniels llegó a juicio. Trump fue declarado culpable en mayo y sentenciado la semana pasada, pero de forma simbólica, sin imponerle pena alguna. Sin embargo, eso lleva el estigma de convertirse en el primer presidente delincuente cuando tome posesión el próximo 20 de enero.
Un segundo volumen del informe detalla la causa en la que Smith acusa a Trump de retener ilegalmente documentos confidenciales de seguridad nacional después de dejar la Casa Blanca en 2021, pero la jueza que lleva el caso, Aileen Cannon, nombrada por Trump, ha bloqueado su difusión. La jueza ha convocado una vista este viernes para tratar el asunto. El Departamento de Justicia también ha dicho que planea retener el informe hasta que terminen los procedimientos legales contra los otros dos acusados en el caso. Con Trump de vuelta en la Casa Blanca y una nueva fiscal general nombrada por él, es difícil que llegue a ver la luz.
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