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Red de redes
Columna
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Ante la inacción en materia de vivienda, movilización

La ciudadanía ha empezado a mostrar su malestar ante un nuevo curso en el que se repiten las consignas, faltas de respeto y falsedades ya conocidas

Protestas en el primer día de la feria inmobiliaria The District de Barcelona, este miércoles.
Protestas en el primer día de la feria inmobiliaria The District de Barcelona, este miércoles.Gianluca Battista
José Nicolás

Agosto suele ser un mes inhábil para los principales líderes políticos, también en las redes, donde solo comparecen para lamentar desgracias o celebrar éxitos deportivos. Cuando se acerca septiembre, los equipos de comunicación empiezan a lanzar las consignas de la nueva etapa en las diferentes plataformas y a vender entrevistas de sus jefes para que cuenten en qué van a cambiar sus estrategias o coloquen esas nuevas consignas. Sin embargo, lo normal es que nada cambie.

Ha pasado un mes desde la apertura del curso político que celebraron Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo rodeados de los suyos: uno en la sede del Instituto Cervantes en Madrid y otro en Cotobade (Pontevedra); uno hablando sobre los retos del país y con alguna apelación al Ejecutivo de Rajoy, como si no gobernara desde 2018, y otro agitando los brazos sobre la libertad de los españoles, la financiación singular acordada para Cataluña y dando por hecho que habrá elecciones generales en los próximos meses. Nada cambia.

Las Cortes también parecen estar como siempre. En la bancada popular, Miguel Tellado sigue ejerciendo de ariete: esta semana, fue llamado al orden por interrumpir continuadamente a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, durante una intervención. La bancada del Ejecutivo busca ocultar la debilidad parlamentaria: se retiró la tramitación de la senda de estabilidad por falta de apoyos, algo que ya ocurrió en mayo con la votación sobre la ley del suelo, retirada tras fracasar otra iniciativa socialista para endurecer las penas contra el proxenetismo. Nada cambia.

La mentira sigue campando impunemente en las redes. Los perfiles ultras se hicieron eco de la agenda de Sánchez en Nueva York: recibiría un premio de la organización He for She por su compromiso con la igualdad. Lo iba a entregar la actriz Anne Hathaway, finalmente no fue así y ante el cambio, los grupos ultras sacaron su maquinaria de mentiras y machismo: Vito Quiles demostró su ignorancia diciendo —luego lo borró— que quien entregó el reconocimiento a Sánchez era la peluquera de Hathaway; en X, la cuenta @herqles_es también se mofó afirmando que era “una señora desconocida”. Era la directora ejecutiva de ONU Mujeres.

También se vertieron mentiras en el hemiciclo sobre el viaje de Sánchez. La diputada del PP Carmen Navarro afirmó que el presidente se inventa viajes oficiales “para eludir el control parlamentario”. Lo dijo entre los aplausos de su grupo político y sabiendo que mentía, pues el viaje es con motivo de la Asamblea General de la ONU. La mentira sigue, nada cambia.

Lo único que parece haber variado es lo relacionado con la vivienda. Yolanda Díaz dejaba ver en EL PAÍS que el Gobierno no puede hacer nada, pues no tiene competencias, y la ministra del ramo, Isabel Rodríguez, apeló primero a la “solidaridad” de los propietarios, y este jueves amenazó con que el Ejecutivo podrá reducir la financiación a las comunidades que no apliquen la ley de vivienda. Los inquilinos han dicho basta y están empezando a trasladar su malestar a las calles: en Madrid está convocada una manifestación para el 13 de octubre y se está trabajando para convocar protestas en otras ciudades. Ante la inacción, movilización.

Nuevo curso y no cambian las consignas políticas, las faltas de respeto en las Cortes ni la impunidad ante los bulos vertidos en declaraciones y redes sociales. Lo único: un globo sonda para forzar a las comunidades a aplicar medidas en materia de vivienda. Ha empezado el nuevo curso político y todo sigue igual. Al menos la gente ha comenzado a reaccionar.

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Sobre la firma

José Nicolás
Es editor en la sección de Opinión, donde es uno de los encargados de sus contenidos digitales. Escribe la columna 'Red de redes'. Es graduado en Periodismo por la Complutense y máster en Periodismo de Datos y Nuevas Narrativas en la Universitat Oberta de Catalunya. Antes de su llegada a EL PAÍS trabajó en Onda Regional de Murcia y Cadena SER.
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