Elogio de los traductores
Los lectores escriben sobre el trabajo de traducir, la capacidad de la gente de permanecer impasible ante el horror, la fortaleza de las madres y el salto a la comunicación virtual de las nuevas generaciones
Desde la antigüedad, los traductores han sido la vanguardia de un gran ejército. No han peleado con más armas que las palabras, pero han hecho proezas. Han conseguido desvelar a los ojos de una cifra de lectores imposible de calcular las palabras escritas por otros en lenguas distintas de las suyas regalándoles así los tesoros de la literatura universal. Me gusta imaginar que a lo largo de la intrincada historia del mundo, los traductores se han atrincherado gustosos en los rincones más íntimos, recoletos, amables y silenciosos de sus hogares para convertirnos a los lectores en afortunados herederos de esa donación impagable. Haciendo gala de una entrega generosa de sus capacidades verbales, han estado trabajando para que de la terca oscuridad brotara la luz de las ideas de los literatos de todos los confines del planeta. Durante una etapa de su vida, Murakami, el premio Princesa de Asturias de las Letras, perteneció a ese encomiable gremio. Valga la ocasión para honrar en su persona a los traductores.
Miguel Terrés Hernández. Orihuela (Alicante)
La sociedad de hielo
Es increíble la capacidad de permanecer impasibles ante los sucesos que vemos diariamente en las informaciones. Día tras día vemos noticias devastadoras convertirse en temas de actualidad. Para muchas personas estas solo suponen un mal trago momentáneo, e intentan seguir con sus vidas. No sé si se trata de instinto de supervivencia o es que el ser humano es egoísta por naturaleza. Quizás si nos afectaran demasiado los problemas del mundo nuestra salud mental y física se tambalearía. Creo que el hecho de estar expuestos a tanta información nos ha vuelto impasibles, fríos y distantes con los demás habitantes del mundo. ¿Cómo es posible que no nos estemos movilizando para ayudar en la medida de lo posible a los afectados por las guerras no tan lejos de nuestras casas? ¿Es que no vamos a hacer algo hasta que haya consecuencias directas en nuestros hogares?
Anna Maragall Cambra. Argentona (Barcelona)
Madres
Es tanto el dolor y la tragedia que rodea al mundo que es imposible reflexionar. Los sucesos se amontonan y ya uno no sabe dónde colocar la tristeza. Intento buscar un pequeño resquicio para la esperanza y de repente encuentro una noticia que aún me hace creer en el ser humano. Es el abrazo de dos madres en Madrid, a una le han asesinado a su hijo y la otra es la madre del asesino. Ojalá las madres de Israel y las madres palestinas se fundieran en un gran abrazo.
Ana Alonso Castrillo. Madrid
Nuevas inteligencias
Vivimos tiempos complejos y extraños, aunque ¿cuándo no lo han sido? Las nuevas generaciones, que prefieren chatear a hablar, optan por disolver el límite espacio temporal y saltan, más allá de un cara a cara, hacia el paraíso virtual de la multiplicación exponencial. Sumergidos en un implacable e incesante impacto, necesitamos e intentamos asimilar la presencia de todo. El sentido de nuestras vidas se configura en estos tiempos mediante lo efímero y lo constante. Surgen así nuevas realidades que otorgan poder a quienes consigan su total acumulación y control. Nuevas inteligencias que, aún en su artificio, ya nunca olvidarán.
José Antonio Belda Segura. Almería
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