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Israel mata a más de 750 personas en Gaza en el día más sangriento, según el Ministerio de Sanidad de la Franja

Macron propone en Jerusalén que la coalición internacional contra el ISIS combata también a Hamás

Un hombre palestino llora durante la búsqueda de heridos entre los escombros de un edificio derruido, a causa de un ataque israelí, este martes en el campo de refugiados de Shati, en Gaza.
Un hombre palestino llora durante la búsqueda de heridos entre los escombros de un edificio derruido, a causa de un ataque israelí, este martes en el campo de refugiados de Shati, en Gaza.Ali Jadallah (Anadolu via Getty Images)
Luis de Vega (enviado especial)

La burbuja de una invasión israelí de Gaza justo después del ataque de Hamás del 7 de octubre ha acabado pinchada. Pero eso no evita que los ataques aéreos sobre la Franja se endurezcan. Con más de 750 muertos este martes, Gaza ha vivido el día más sangriento de la guerra, según las autoridades de ese enclave. Ese rebrote de la violencia coincide con la presencia en Israel del presidente de Francia, Emmanuel Macron. “Hamás son los nuevos nazis, también amenazan a Europa”, ha afirmado el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ante Macron, a quien ha recibido en Jerusalén. El mandatario francés ha asegurado que los dos países se enfrentan al mismo enemigo terrorista, en referencia a Hamás en Palestina, el Estado Islámico (ISIS, según sus siglas en inglés) en Siria e Irak o Hezbolá, apoyado desde Irán en Líbano. Francia propone que la misma coalición internacional que ya combate al ISIS trate ahora de poner fin a Hamás.

Han pasado 17 días desde el ataque de Hamás que dejó unos 1.400 israelíes muertos, y los tanques y soldados del ejército israelí siguen apostados en el perímetro de la Franja sin llevar a cabo el gran ataque aireado por las más altas instancias del país. Eso no significa que la aviación y la artillería no sigan pisando el acelerador sobre el enclave palestino, donde han golpeado unos 400 objetivos de Hamás en las últimas 24 horas, dando muerte a decenas de milicianos, según datos del ejército. En esos ataques han muerto al menos 750 personas (al menos 305 de ellas son niños), según dijeron a mediodía del martes fuentes del Ministerio de Sanidad de Gaza, que consideran esta jornada la más mortífera en este territorio desde que estallara el actual conflicto. Los 50 últimos fueron anunciados en la noche de este martes, y se suman a las 5.791 víctimas mortales en la Franja desde el 7 de octubre. De ellos, al menos 2.360 son menores de edad, según la misma fuente.

Búsqueda de supervivientes en los restos de un edificio tras un bombardeo israelí, este martes en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.
Búsqueda de supervivientes en los restos de un edificio tras un bombardeo israelí, este martes en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.MAHMUD HAMS (AFP)

En medio de la guerra, Israel multiplica su agenda diplomática. Macron ha incidido durante su visita en que la prioridad sea liberar a los secuestrados en Gaza. Son 220, según Israel, sin contar cuatro mujeres liberadas, las dos últimas —dos ancianas— en la noche del lunes. El mandatario francés ha llegado a Israel con un mensaje de solidaridad hacia este país, con el que se mantendrá “hombro con hombro”. También viaja con la intención de frenar una posible escalada bélica regional y con el deseo de facilitar un nuevo consenso internacional en torno al conflicto, según han transmitido fuentes del Elíseo.

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Macron confirmó que son nueve los rehenes de nacionalidad francesa capturados o desaparecidos en el ataque de Hamás. Otros 30 fueron asesinados. El presidente se reunió con familiares de las víctimas en el aeropuerto de Tel Aviv. “No van a estar solos en esta guerra contra el terrorismo”, dijo Macron tras ser recibido por el presidente de Israel, Isaac Herzog, ante quien reiteró su apoyo en la actual coyuntura bélica, pero añadió que esa lucha se tiene que llevar a cabo “sin agrandar este conflicto”.

Israel, entiende Macron, tiene derecho a defenderse y los gazatíes, al acceso a la ayuda humanitaria. “La lucha debe ser despiadada, pero no sin reglas, porque somos democracias que luchamos contra los terroristas, democracias que respetan las leyes de la guerra y garantizan el acceso humanitario” a la población de la Franja, ha comentado. Al mismo tiempo, ha defendido la “reactivación decisiva del proceso político con los palestinos”.

La tensión aleja la posibilidad de un alto el fuego que permita hacer frente a la crisis humanitaria que sacude a la población gazatí, más de 2,3 millones de habitantes. Dos tercios de los hospitales y un tercio de las clínicas en Gaza han detenido sus operaciones por el bloqueo israelí, según ha advertido este martes la Organización Mundial de la Salud, que ha alertado de la enorme presión sanitaria que sufre ese territorio. El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó ante el Consejo de Seguridad las “violaciones claras del derecho humanitario” en Gaza y exigió un alto el fuego “inmediato”. “Ninguna de las partes en un conflicto está por encima del derecho humanitario internacional”, señaló.

Macron y Netanyahu
El presidente francés, Emmanuel Macron (izquierda), saludaba este martes al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante la rueda de prensa que han ofrecido en Jerusalén. CHRISTOPHE ENA (AFP)

El presidente francés cree que la lucha contra Hamás debe pasar a ser también objetivo de la coalición que ya combate contra el Estado Islámico en Siria e Irak desde 2016, de la que forma parte Francia y que lidera Estados Unidos. “Se trata de inspirarse en la experiencia de la coalición global contra el Estado Islámico y ver qué aspectos se pueden replicar contra Hamás”, señalaron fuentes del Elíseo sin dar detalles de cómo llevar a cabo el plan del presidente en una coalición de la que no forma parte Israel. En todo caso, los dos países comparten enemigo, dijo Macron tras reunirse con Netanyahu.

El ataque de Hamás hace que Francia tenga que afrontar ahora un número de rehenes en este conflicto mayor que los que tenía en el resto del mundo. La cifra de sus nacionales muertos el 7 de octubre es la más alta en una acción de este tipo desde el atentado de Niza de 2016, en el que un camión mató a 84 personas.

Tras esa matanza, Israel insiste en que Hamás opera bajo la misma ideología y forma de actuar que el ISIS. El ejército asegura que los atacantes de la milicia fundamentalista palestina portaban varias banderas de ese grupo terrorista que fueron encontradas en los lugares atacados en territorio israelí.

El jefe del Estado Mayor del ejército, el teniente general Herzi Halevi, ha argumentado en una comparecencia que el retraso en la invasión por tierra se debe a factores “tácticos y estratégicos”, aunque sus hombres están listos para la operación, que se prevé larga y dura. “Solo tenemos una misión: aplastar a Hamás. No pararemos hasta completarlo con vuestra ayuda”, dijo Netanyahu durante una visita a una unidad del ejército que cuenta con un cuerpo de élite especializado en explosivos o actividades subterráneas.

La presencia de más de 200 secuestrados en manos de los yihadistas puede ser determinante a la hora de decidir qué tipo de ocupación terrestre llevará el ejército a cabo. Militares y políticos insisten en que el objetivo es liberar a todos sanos y salvos. Hasta el momento, las negociaciones diplomáticas con la milicia fundamentalista han permitido liberar a cuatro. Son gestos, como dejó entrever el portavoz militar Daniel Hagari, que tratan de mostrar una humanidad que los captores no tienen.

“He pasado por un infierno”, ha explicado Yocheved Lifschitz, de 85 años, una de las dos secuestradas liberadas la noche del lunes. La mujer no ha ahorrado críticas a su país por el fallo de seguridad que permitió a Hamás actuar pese a la valla que separa Israel de Gaza y que costó 2.500 millones de dólares, “pero no ayudó en nada”. El ejército israelí, según ha anunciado en la red social X (antes Twitter), ofrece protección y compensación económica a los residentes de Gaza que ofrezcan información sobre el paradero de los secuestrados, como se lee en las octavillas lanzadas desde el aire sobre el territorio y en las que constan distintas formas de contactar.

Macron insistió en la necesidad de que existan dos Estados, Israel y Palestina, que se reconozcan mutuamente, según explicó avanzada la tarde desde Ramala, Cisjordania, en una comparecencia conjunta con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas. Al mismo tiempo, cerró la puerta a todo lo que sea el derecho de Hamás a seguir insistiendo. El ataque “terrorista” del 7 de octubre supone una “catástrofe” política y humanitaria para Palestina y, en ese sentido, añadió que cree que ambos mandatarios comparten la misma postura frente a la violencia y el terrorismo, porque “Hamás no representa al pueblo palestino”.

Tras la prioridad de aniquilar a Hamás, explicó el presidente francés, los siguientes pasos son hacer frente a la crisis humanitaria de la población de Gaza y, por último, defender la solución de los dos Estados. Sin referirse directamente a los ataques de Israel sobre la Franja, Macron defendió que las vidas de los civiles valen igual sean de donde sean y que defenderlas es “una obligación del derecho internacional humanitario”.

Abbas le respondió, tras asentir mientras le escuchaba, que lo que es necesario es que Israel reconozca a Palestina de la misma forma que Palestina ya ha reconocido a Israel. Anteriormente, el líder de la ANP había reclamado un “corredor humanitario” en Gaza, así como el fin de la agresión israelí, la protección de la comunidad internacional y la celebración de una conferencia internacional de paz, antes que solución militar al conflicto.

Está previsto que el presidente francés concluya su visita a la región en la vecina Jordania.

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Sobre la firma

Luis de Vega (enviado especial)
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear año y medio por Madrid y sus alrededores. Antes trabajó durante 22 años en el diario Abc, de los que ocho fue corresponsal en el norte de África. Ha sido dos veces finalista del Premio Cirilo Rodríguez.

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