El abrazo entre la madre del adolescente asesinado y los padres del presunto asesino: “No tendríamos que estar aquí”

Estaban, este miércoles por la mañana, a apenas dos metros, a las puertas de la Audiencia Provincial de Madrid. La madre de un adolescente asesinado a un lado, y los padres del acusado del crimen al otro. La primera, Nines, acababa de pasar el trance que llevaba esperando dos años: declarar en el juicio por el homicidio de su hijo Isaac López Triano, apuñalado en un túnel en 2021. Los padres del acusado llevan desde el martes en la sala de audiencias en la que el suyo, David Bárcena, se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable por apuñalar a Isaac y por pertenecer a la banda juvenil Dominican Don’t Play. Este miércoles los padres de esos dos adolescentes se han visto por primera vez y se han abrazado. “Ninguno de nosotros tendríamos que estar aquí”, le ha dicho el padre de David a la madre de Isaac.

Esa frase tiene mucho sentido, porque nada en la biografía de estos dos jóvenes hacía presagiar este destino trágico. Acusado y víctima tienen mucho en común. Ambos nacieron en el mismo año en Madrid. Isaac murió con 18 años y David tiene ahora 20. Los dos sufrieron acoso escolar. El uno y el otro se dedicaban a grabar canciones de estilo urbano. “Yo solo quería ser famoso con mi música”, aseguró el acusado el primer día. “Lo voy a pegar fuerte”, le decía a su madre la víctima sobre su futuro en el rap. No había motivos para que víctima y agresor estuvieran enfrentados. Dos vidas normales de dos adolescentes en una gran ciudad, que dejaron de serlo el 21 de julio de 2021.

Ese día, Isaac fue asesinado en un túnel, justo al lado de su casa, en el barrio de Pacífico, en el distrito de Retiro de la capital. Cuatro meses después, David y otros tres menores fueron detenidos por el crimen. La policía atribuye el origen de la agresión mortal a la violencia entre bandas juveniles. Los tres menores de edad ya han sido condenados a un máximo de seis años de internamiento en un centro de reforma. David, el único que había cumplido los 18 en ese momento, sigue el proceso de los adultos.

Durante estos dos años, los progenitores de los autores de los hechos han transmitido su pesar a Nines a través de su abogado, Juan Manuel Medina, pero ella no tenía fuerzas para reunirse con ellos. Hace unos días, explicaba a EL PAÍS que no quería ponerse en el papel de los asesinos de su hijo, pero que no estaba preparada para conocerlos. Este miércoles, se ha producido ese encuentro. “¿Puedo abrazarte?”, le ha preguntado Eva María, la madre de David, entre lágrimas. “Pensamos en ti desde el primer día”, ha añadido el padre, Miguel Ángel. “Yo también soy padre y no me gustaría estar en vuestro lugar”, ha agregado un familiar de Nines.

Nines también lloraba, acababa de soltar todo lo que llevaba dentro delante del juez. “Si yo hubiera sabido que mi hijo estaba en peligro, me lo habría llevado de aquí”, ha asegurado. También ha recordado lo mal jugador de fútbol que era: “Tenía dos pies izquierdos”. Y ha rememorado la ilusión que tenía por un próximo contrato discográfico. “Él nunca había sido constante, pero con la música sí”.

Nines nunca había estado al tanto de las bandas juveniles. “La calle está calentita”, recuerda que le había comentado su hijo alguna vez. Pero no pensó que le iba a acabar ardiendo a Isaac. Para muchos padres, la vida de sus hijos adolescentes es todo un enigma y ella fue descubriendo los riesgos a los que se enfrentaba después de su muerte. Sus amigos le contaron que Isaac ya había sido hostigado por los miembros de una banda porque lo asociaban con otra banda rival, los Trinitarios. Uno de esos colegas ha recordado cómo unos días antes del crimen, un chico grabó e increpó a Isaac y otro amigo en un autobús de vuelta de Parla.

El día de su asesinato, Isaac había comido unas hamburguesas en familia y, pasadas las ocho y media, salió a grabar un videoclip con un amigo con el que iba hablando por teléfono cuando lo sorprendieron sus asesinos. Varios testigos han relatado en la sesión de este miércoles cómo vieron a los autores en patinete a la entrada o la salida del túnel y cómo vieron a Isaac desplomarse. “Le dije si necesitaba ayuda y recuerdo que me miró, pero no pudo decir nada, ya se estaba desplomando”, ha contado una mujer que pasó por allí en moto en ese momento. Unos minutos después, Nines recibió la llamada de ese amigo con el que Isaac hablaba: “Baja corriendo al túnel, creo que han apuñalado a Isaac”. Lo último que ese chico escuchó al otro lado del teléfono fue “¡Ay ay! Vale ya”, ha narrado la mujer este miércoles en el juicio.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.