Cambio climático: parece que ya no hay marcha atrás
Los lectores opinan sobre el calentamiento global, la educación en el conocimiento de las lenguas, la desaparición de los prospectos de los medicamentos y sobre nuestra vida frenética
Ciclogénesis explosiva, dana, lluvias torrenciales, sequías, aumento de las temperaturas… En poco tiempo estos conceptos han llegado para quedarse a pesar de los reiterados avisos de los expertos para evitarlos o, al menos, retrasarlos. Este verano se han registrado 47 grados en Murcia y en Sevilla. En invierno, las olas de frío llegan cada vez más tarde porque el verano, prácticamente, se extiende hasta octubre en algunas regiones, las del sur, pero son más intensas, con más nevadas, a veces sembrando el caos. Filomena lo dejó muy claro a primeros de enero. Llama especialmente la atención la forma de llover, con esa fuerza, destrozando todo, causando el pánico, y sin apenas dar tregua entre una tromba y otra. Todo está relacionado. Con temperaturas tan altas se evapora más agua y luego vuelve en forma de intensas lluvias, pero esa agua causa daño y tampoco es buena para los cultivos. Da miedo pensar cómo serán los próximos años, y parece que ya no hay marcha atrás.
Valeriano Durán. Talavera la Real (Badajoz)
Aprender lenguas de España
Algo extraordinario de nuestro país, y presumimos de ello, es una diversidad de pueblos y culturas como pocos tienen en el mundo. Pero a muchos extraña, y a algunos incluso molesta, que no se hable castellano en todas partes. En España uno puede terminar la universidad y no saber decir buenos días en gallego, cómo te va en catalán o muchas gracias en euskera. Nuestra enseñanza media necesita incluir una asignatura de lenguas de España (por ejemplo, un trimestre para cada una) para familiarizarse con lo básico de la lengua y la historia de estos territorios, para conocer y estimar la riqueza que tenemos en lugar de preocuparnos tanto por ella.
Arturo López Ornat. Madrid
Prospectos
Parece que para leer el prospecto de cualquier medicamento que deba tomar por prescripción facultativa habré de gastarme dinero en un aparato de esos con pantallita multifunción, que ni tengo ni deseo ni necesito para nada. Los jóvenes informáticos tipo Silicon Valley son los que dirigen nuestras vidas. A quienes deseamos ser independientes y no plegarnos a sus intereses económicos y controladores, nos convertirán en parias de la sociedad. Un mundo feliz y Fahrenheit 451 ya están aquí.
Ana Gómez. Santander
Tomarse la vida con calma
“No tengo tiempo” es la frase que más oigo en mi día a día. Con sólo 21 años puedo asegurar que gran parte de mi entorno lleva una vida muy acelerada. Yo misma, en los últimos meses, he llevado un ritmo de vida muy saturado, hasta el punto de sentir ansiedad porque no llegaba a todo. Cada vez conseguimos hacer las cosas en menos tiempo. Antes una carta podía tardar meses en llegar a su destino, actualmente, es cosa de segundos. Para llegar a la otra punta del mundo se tardaban meses, ahora es cosa de horas. Y, sin embargo, a pesar de todo el tiempo que ahorramos, nos encontramos cada vez más estresados. Al final, esta aceleración se traduce en un incremento de problemas de salud mental en la sociedad. ¿Por qué no empezamos a tomarnos la vida con más calma?
Silvia Colom Boixados. La Pobla de Segur (Lleida)
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