_
_
_
_
Elecciones Comunidad Madrid
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Tras el tsunami

La desconexión emocional con un amplísimo segmento del electorado, la campaña errática de los socialistas o el personaje de Iglesias explican parte del fracaso de la izquierda en las elecciones de Madrid

Pepa Bueno
Pablo Iglesias durante el anuncio de su retirada de la política.
Pablo Iglesias durante el anuncio de su retirada de la política.Sergio R Moreno/Gtres
Más información
Pablo Iglesias, la derrota de una ilusión

Desaparecido Pablo Iglesias de la primera línea de la política, desaparece un foco de tensión dentro del Gobierno y, en teoría, también fuera. Quienes han construido todo el relato contra el Gobierno de coalición sobre la vocación activista del exvicepresidente y su evidente desajuste institucional empiezan a notar el vacío. El argumento ahora es que, sin Iglesias, la coalición deja de tener sentido, puesto que era fruto de un pacto personalísimo entre el dirigente de Podemos y Pedro Sánchez. La rápida construcción del nuevo enemigo público número uno, sea Díaz, Sánchez o la propia coalición, puede atrincherar al PSOE y UP y llevarles a cometer el error de no analizar en serio el alcance del estrepitoso fracaso de Madrid.

La desconexión emocional con un amplísimo segmento del electorado, la campaña errática de los socialistas o el personaje de Iglesias explican una parte de ese fracaso. Pero no todo. La pandemia se ha tragado toda la acción de gobierno hasta ahora y la expectativa del plan europeo de recuperación atraviesa todos los proyectos de futuro. Y, entre una cosa y la otra, se echa en falta la iniciativa de definir qué deba ser esta España que se ha querido federal en la gestión de la pandemia y ha quedado nítidamente retratada así ante los ojos de los ciudadanos. En Madrid penalizan al Gobierno los pactos con ERC o EH Bildu. Pero en el resto de los territorios puede hacerlo justo lo contrario, la ausencia de un liderazgo claro y explícito de lo que llamaban la España plural.

Desaparecido Iglesias, y con los restos que quedan de Podemos en las manos institucionales de Yolanda Díaz, desaparece también la machacona simetría de los extremos con la que sus comentaristas han amparado la relación del PP con Vox allí donde lo ha necesitado para gobernar. La pulsión autoritaria y nacionalpopulista que recorre Europa explica el interés con el que se han seguido las elecciones madrileñas fuera de España. Si la absorción de Ciudadanos se consuma, al PP le quedará determinar su relación con Vox para presentar sus credenciales como el partido moderado que reclama ser, mientras sus únicos socios posibles criminalizan niños, reclaman a Franco como mejor gobernante que los actuales o consiguen aguar las políticas contra la violencia de género allí donde tienen capacidad de hacerlo. Esto no lo borran las urnas. @PepaBueno

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_