La sincronización entre los relojes circadianos del organismo puede prevenir el envejecimiento
Un experimento en ratones revela que una descoordinación entre el cronómetro central del cerebro que da la hora al cuerpo y el reloj molecular del músculo acelera la disfunción del tejido muscular. Restablecer esas redes de comunicación ayuda a preservar el buen funcionamiento