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El PSC se impone en las europeas y pone el broche a su ciclo electoral en Cataluña

Los socialistas forjan su holgada victoria en Barcelona, pero también se imponen en Tarragona, mientras que Junts gana en Girona y Lleida y queda segunda en la comunidad

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, en el centro, entre Javi López y Leire Pajín, durante un acto de campaña de las elecciones europeas.
El primer secretario del PSC, Salvador Illa, en el centro, entre Javi López y Leire Pajín, durante un acto de campaña de las elecciones europeas.Toni Albir (EFE)

Los socialistas pusieron ayer el broche al ciclo electoral en Cataluña. Se impusieron en los comicios al Parlamento europeo con 30,6% de los votos y completaron así las victorias cosechadas en las convocatorias municipales y generales celebradas el pasado año y las autonómicas del pasado mes de mayo. El PSC confirmó su tendencia alcista en una jornada aciaga en lo que respecta a participación. El futuro del proyecto europeo apenas logró atraer a las urnas a un 43,5% del censo, estadística que subraya la sensación de fatiga ciudadana hacia la política pese a las reiteradas llamadas a participar. Junts logró convertirse en segunda fuerza con un 18%, mientras que Esquerra, acuciada por una crisis de liderazgo tras el fallido resultado de las catalanas, siguió su tendencia bajista y se situó como tercera fuerza (14,8%), a la que se le acerca el PP (13,7%). Ciudadanos desaparece del Parlamento Europeo tras cosechar únicamente 13.311 votos, tras rozar los 300.000 hace cuatro años.

La victoria del PSC se forjó en la provincia de Barcelona (32,15%). Si bien en la capital catalana ese apoyo se redujo hasta el 29,8%, en Santa Coloma de Gramenet consiguió un 47% y en municipios como l’Hospitalet de Llobregat y Cornellà alcanzó un 44%. Los socialistas también se impusieron en la provincia de Tarragona (28%), mientras que Junts venció en Girona (32%) y Lleida (27,4). En las provincias en las que los socialistas fueron primeros, los neoconvergentes fueron segundos y al revés.

Como el resto de líderes políticos cuando acudieron a sus colegios electorales, la presidenta de Junts, Laura Borràs, llamaba ayer por la mañana a sacudirse “la pereza” de encima y votar. Su petición cayó en saco roto. Cataluña no respondió. De hecho, registró la participación más baja en unas europeas desde 2009, cuando el procés todavía no había ni arrancado. Ni la masiva llegada de fondos europeos, ni el papel de la Unión Europea en la guerra de Ucrania o los gritos de alarma ante el auge de la ultraderecha: nadie logró convencer a salir en masa a votar a los más de cinco millones de catalanes llamados a las urnas, que todavía están pendientes de cómo se tiene que cerrar la configuración del nuevo Ejecutivo en Cataluña, si es que es posible conseguirlo.

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Salvador Illa pudo volver a celebrar una victoria gracias ahora de la candidatura europea encabezada por Javi López, que repetirá en Bruselas con fuerzas renovadas. El PSC volvió ayer a ser un puntal para el PSOE en el conjunto de España que, sin embargo, no pudo superar al PP. En Cataluña, no obstante, el socialismo sacó una holgada victoria. 732.128 votos, muchos menos de los conseguidos en las catalanas del 12-M (882.589) y las generales del 23-J (1,2 millones), pero suficientes para conseguir el 30,6% del resultado final. El presidente del PSC puede sacar pecho de haber conseguido el mejor resultado desde 2009, pese a que la baja participación le ha supuesto perder 24.000 votos.

Los resultados en Cataluña han dado la vuelta como un calcetín. El socialista López ha logrado superar incluso los resultados de Junts de hace cuatro años, cuando los dos mayores partidos independentistas se quedaron a las puertas de conseguir la mitad de todos los apoyos y Carles Puigdemont salió victorioso de su pugna con Oriol Junqueras. El expresident consiguió entonces el 28% de los votos y consiguió arrancar los dos escaños con los que su partido ha pugnado estos últimos cuatro años en el europarlamento desde el grupo no adscrito. Toni Comín, convertido en cabeza de lista después de Puigdemont optara a la presidencia de la Generalitat en mayo, no ha logrado mantener el tipo y estará solo en la Cámara. Ayer consiguió un 18%, el peor resultado de Junts en Europa pero también de los que consiguió la antigua Convergència desde 2004.

Si Junts se dejó ayer 550.000 votos respecto a 2019, ERC perdió otros 373.000. La formación tendrá un representante en el Parlamento (su cabeza de lista, Diana Riba), tras conseguir un 14,8% de los votos. Los republicanos han acudido a esta convocatoria bajo el paraguas de Ara Repúbliques, coalición electoral en la que también participan EH Bildu, el Bloque Nacionalista Gallego y los baleares de Més Ara. Han conseguido tres escaños, por lo que el meteórologo Tomàs Molina se queda fuera, de momento, del Parlamento europeo.

El PP casi duplica apoyos

Las tendencias de las últimas elecciones se repitieron también en el caso del Partido Popular, que ayer casi duplicó los apoyos cosechados hace cuatro años. La candidatura de Dolors Montserrat consiguió en Cataluña 329.300 votos, el 13,7% del total. Es la cuarta fuerza más relevante en la comunidad con el mejor resultado desde 2009, beneficiándose de la caída de Ciudadanos, que Jordi Cañas no ha podido frenar. El partido naranja, presente en Bruselas desde 2014, apenas ha logrado un 0,55% del escrutinio y se quedará fuera. Como el PP, el partido ultraderechista Vox también sube, duplica votos en Cataluña y consigue el 6,1% del escrutinio.

Comuns sigue sin encontrar la fórmula en Cataluña, informa Bernat Coll. Tras pasar de ocho a seis diputados en las pasadas elecciones autonómicas y de perder la alcaldía de Barcelona, ahora quedan por detrás de Podemos, sus antiguos socios de coalición. La propuesta de Jaume Asens, candidato de consensos y con cercanía con el independentismo por su papel clave en la elaboración de la ley de Amnistía, no consiguió el éxito esperado. La propuesta ha perdido la mitad de los apoyos al pasar de un 8,4% de los votos en 2019 al 4,3% del domingo. Mucho mejor le fue a Podemos, que logró un 4,6%.

Mucho mejor le fue a Podemos, que ha encontrado en Cataluña el trampolín perfecto para volver a ponerse en pie, como pedía su candidata, Irene Montero. “Nuestras opciones pasan por Cataluña”, admitían desde el equipo de la candidata al inicio de la campaña. No se equivocaron. Uno de cada cinco votos de Podemos en España se consiguió en las urnas catalanas.

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