Vera Jourova: “Démosle a Ucrania la posibilidad de ser candidata a entrar en la UE lo antes posible”
La vicepresidenta de la Comisión Europea encargada de Valores y Transparencia viaja a Madrid esta semana, donde pedirá a PSOE y PP que renueven el Consejo General del Poder Judicial
Nada más entrar en el despacho de Vera Jourova (Trebic, 57 años), se ve al fondo una foto de Václav Havel, el dramaturgo y político perseguido por la dictadura comunista checoslovaca por su defensa de los derechos humanos. La vicepresidenta europea encargada de Valores y Transparencia —o lo que es lo mismo, la responsable de coordinar a los comisarios encargados del Estado de derecho, la Conferencia sobre el futuro de Europa, el impulso democrático― vincula sus propias competencias con la historia más reciente de su país, la República Checa, que tuvo a Havel como su primer presidente. Considera que dar a Ucrania la posibilidad de ser candidata a la UE cuanto antes enviaría “un mensaje simbólico muy fuerte”. Viaja este lunes a Madrid y prevé meter prisa al PSOE y al PP para que renueven ya la cúpula del Gobierno de los jueces, el Consejo General de Poder Judicial (CGPJ). Antes de partir a España, recibe a EL PAÍS, y aunque defiende una de las decisiones más controvertidas de la Comisión en los últimos tiempos, la luz verde al plan de recuperación polaco, deja claro que ella vino a dar el paso a regañadientes.
Pregunta. Hace varios meses, usted dijo en el Parlamento Europeo sobre el caso polaco que si no se defienden unas normas iguales en toda la UE, toda Europa empezará a derrumbarse. ¿Ha cambiado algo en Polonia para que se haya aprobado el plan de recuperación?
Respuesta. Diría exactamente lo mismo hoy, y lo diría por las violaciones del Estado de derecho, la erosión de la confianza en la UE, entre los Estados, entre los líderes. La erosión de la confianza lleva al colapso del sistema. Y esto sigue siendo válido. Y va por Polonia o Hungría. Todo continúa, las líneas de trabajo que comenzaron en 2015 con respecto a la reforma judicial polaca.
P. Pero han aprobado el plan.
R. Es dinero estrictamente condicionado a varias cosas, sobre todo terminar con los procedimientos disciplinarios y con los castigos a los jueces por ser jueces. Por supuesto que para la Comisión Europea no fue fácil, debemos tener en cuenta ambas cosas, el Estado de Derecho y la necesidad de ayudar a Polonia en este periodo de recuperación. Y para mí, como alguien que tiene el Estado de derecho sobre la mesa como pan de todos los días, es un pan duro. Cuando hablamos del Estado de derecho, no se trata de algo abstracto. Se trata de checks and balances [controles y equilibrios], de división de poderes en la UE y en los Estados miembros. El momento decisivo fue cuando vi la condición de desmantelar la cámara disciplinaria de los jueces y permitir que los que son castigados o penalizados ilegalmente vuelvan a trabajar. [La presidenta de la Comisión] Ursula von der Leyen fue clara en Varsovia, no daremos dinero si no vemos que el sistema ha cambiado. Y para mí no es suficiente, porque en Polonia tenemos un problema con el Tribunal Constitucional, que prácticamente con su decisión anuló varios artículos importantes del Tratado de Lisboa. Tenemos un Estado en el que el Tribunal Constitucional ha decidido que parte del tratado no es válido en Polonia. Incluso más, lo decidió por una demanda del Gobierno. Así que esta incertidumbre también debe resolverse.
P. ¿Está pidiendo una reforma constitucional?
R. Esto no está en nuestras manos. Lo que pedimos es que Polonia deje claro que, como Estado miembro, respeta y sigue plenamente los tratados de la UE. Esto es lo que necesitamos ver. Por lo tanto, solo estoy mostrando que las condiciones para obtener el dinero del plan de recuperación son solo una parte de lo que pedimos a Polonia para reparar la reforma judicial.
P. ¿Y Hungría?
R. Para Hungría hay 11 criterios, como con otros países, y tiene que cumplirlos. Vemos un desarrollo peligroso en el sistema húngaro, no solo en el poder judicial y el Tribunal Supremo, sino también en la situación de los medios de comunicación, en el mundo académico, las cuestiones de derechos fundamentales.
P. ¿Cumple Ucrania con los criterios sobre el Estado de derecho para ser candidata a entrar en la UE?
R. Habla mi corazón: démosle, lo antes posible, la posibilidad de obtener el estatus de candidato. Es un mensaje simbólico muy fuerte y un estímulo para el pueblo ucranio. Mi cerebro dice que tenemos que entender la situación del país, no solo con los criterios de Copenhague [condiciones previas para un proceso de adhesión], sino con muchos temas diferentes relacionados con las instituciones. Estamos analizando el cuestionario que Ucrania cumplimentó en tiempo récord, como analizamos la solicitud de Georgia y Moldavia. Y tomaremos una decisión el viernes. Tenemos que mirar a Ucrania también un poco diferente de los Estados que están en paz. Además, Ucrania está totalmente devastada. Por lo tanto, tenemos que trabajar en paralelo sobre la posible candidatura y sobre la recuperación del país lo antes posible. Entre el estatus de candidato y el de Estado miembro hay amplios espacios de colaboración.
P. ¿Propone un estatus intermedio como el presidente francés, Emmanuel Macron?
R. Es un concepto similar, pero lo que él propone tiene el mensaje de un proceso sombrío, que puede llevar décadas [hasta ingresar en la UE]. No es mi punto de vista. Me gustaría que esto sucediera en el transcurso de los años.
P. La UE ha aprobado sanciones por la guerra que consisten en prohibir canales de televisión. ¿No es esto peligroso para la libertad de expresión?
R. En tiempos de paz sería absolutamente impensable. Pero en tiempos de guerra algunos medios se han convertido en armas.
P. ¿Estamos en guerra entonces?
R. Estamos en una guerra de información y de propaganda. Estamos enviando armas y dinero. No veo muy prudente el enfoque de decir: no estamos en guerra, así que no debemos hacer nada. Tenemos que reaccionar porque estamos en una guerra de la información. Vivimos una situación extraordinaria que requiere pasos extraordinarios y tenemos enormes pruebas de que la propaganda del Kremlin está utilizando estos llamados medios de comunicación como armas contra la población de la UE.
P. ¿Tendrá consecuencias para España el retraso en renovar el Consejo General del Poder Judicial en el informe sobre el Estado de derecho que prepara?
R. Hay dos cuestiones para la Comisión, que es la que está controlando la situación del Estado de derecho en los países. Una, la más importante, es que lleva demasiado tiempo sin renovarse y sin tener un funcionamiento pleno y deja espacios vacíos. He hablado con diferentes representantes españoles de esto y lo haré durante mi visita a Madrid esta semana.
P. ¿Y la segunda?
R. Este Consejo debe cumplir con su exigente papel y funcionar plenamente. Esto es un tema, pero no tan fuerte, desde el punto de vista del Estado de derecho, como que los miembros del Consejo deben ser elegidos o seleccionados por un método bipartidista y no solo por un partido dirigente. La mayoría requerida para renovar el CGPJ de tres quintos cumple con los estándares. Y de acuerdo con las recomendaciones de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, por supuesto, la situación ideal es que uno más de la mitad de los miembros de los consejos sea votado o seleccionado por sus pares, por los jueces.
P. ¿Y entonces quién controla a los jueces?
R. Los jueces, por supuesto, tienen que controlar a todos, y también tienen que ser controlados por alguien. Así que, por supuesto, cuando te adentras más en la discusión sobre controles y contrapesos, tienes que atender a quién controla a quién. Y por eso es tan exigente y tan importante al mismo tiempo lograr el equilibrio.
P. ¿Qué va a decirles exactamente a los políticos españoles sobre el bloqueo?
R. Traten de buscar una solución y un compromiso. Encuentren una solución que establezca un sistema sólido y sostenible para las nominaciones y nombramientos y para el funcionamiento del CGPJ. Así que el mensaje es inténtenlo de nuevo. Por favor, encuentren un sistema con los estándares que queremos en todos los Estados miembros y que sobreviva a los cambios en la política, porque debería ser inmune. Lo demás, la organización, el establecimiento y las garantías para la independencia del CGPJ deben sobrevivir a las turbulencias políticas. Y ha habido algunas en la política española recientemente.
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