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El expresidente de Sudán, condenado a dos años por corrupción

Omar al Bashir, de 75 años, cumplirá la sentencia en un centro de rehabilitación y no en prisión debido a su edad

Agencias
Jartum -
Al Bashhir, durante la lectura de la sentencia este sábado en Jartum.
Al Bashhir, durante la lectura de la sentencia este sábado en Jartum.MOHAMED NURELDIN ABDALLAH (REUTERS)

El expresidente sudanés Omar al Bashir ha sido condenado este sábado por un delito de corrupción a dos años de detención, que cumplirá en un reformatorio y no en prisión por razones de edad, ha informado la televisión estatal.

Al Bashir, de 75 años, que gobernó Sudán desde el golpe de Estado militar de 1989 hasta que fue derrocado el pasado mes de abril, fue condenado, además, por posesión ilegal de divisas y otros activos sin justificante legal. El juez ordenó asimismo la confiscación de casi 7 millones de euros, entre dólares y libras sudanesas, encontrados en la residencia del mandatario cuando fue derrocado.

Si bien el exmandatario, que actualmente se encuentra encarcelado en la prisión de Kober, en Jartum, admitió haber recibido 25 millones de dólares del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, se declaró inocente de todos los cargos y aseguró que el dinero —incluido el hallado en su domicilio— era para ayudar al país y para asuntos de interés público. Al Bashir escuchó la sentencia vestido con la tradicional vestimenta blanca y turbante desde una jaula metálica en la sala.

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Ahmed Ibrahim al Tahir, que dirigió la defensa, manifestó que va a recurrir la sentencia. "El juicio se ha sustentado en motivos políticos, pero pese a ello seguimos manteniendo la confianza en el sistema judicial sudanés". Otro miembro de la defensa, Hashimi el Galy, aseguró sin embargo que el expresidente "es un oficial del Ejército que no desea reducción de condena porque no quiere ser objeto de la clemencia de nadie".

Para algunos observadores, este proceso a Al Bashir es una prueba de cuán lejos y rápido están dispuestos a llegar los civiles y los militares que ahora comparten el poder para revertir su legado. En mayo, la junta militar y la oposición acordaron un periodo de transición de tres años, con un Parlamento integrado en dos terceras partes por miembros del movimiento ciudadano que forzó la caída de Al Bashir.

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Fuera del tribunal, varias decenas de partidarios se manifestaron y mostraron su decepción por la condena. Tras conocerse el fallo, un importante dispositivo de seguridad fue instalado en el centro de Jartum para controlar posibles manifestaciones en las próximas horas de adeptos al exjefe del Estado.

En mayo, el fiscal general también declaró que Al Bashir había sido acusado de asesinatos cometidos durante las manifestaciones antirégimen que finalmente condujeron a su salida del poder, sin que se sepa cuándo deberá responder a esta acusación. Las manifestaciones que estallaron el 19 de diciembre de 2018 por el aumento del precio del pan, desembocaron en protestas contra el gobierno militar y en una crisis política.

El antiguo presidente tiene pendientes varios juicios, y esta misma semana fue citado incluso para responder de su actuación en el golpe de Estado que le llevó al poder en 1989. Asimismo, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió dos órdenes de arresto en 2009 y 2010 contra Al Bashir por crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio en la región de Darfur. Según la ONU, en 16 años el conflicto, que comenzó en 2003 tras el levantamiento en armas de dos grupos rebeldes, ha causado más de 300.000 muertos y 2,5 millones de desplazados. La CPI exige desde hace años que Al Bashir sea juzgado y renovó el llamado tras su derrocamiento. En un comunicado publicado la semana pasada, Amnistía Internacional advirtió que el proceso por corrupción no debía desviar la atención de las acusaciones más graves que enfrenta en La Haya.

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