El incidente del ‘Sea-Watch 3’ amenaza con reavivar las tensiones entre Francia e Italia

El caso del Sea-Watch 3 amenaza con reabrir las tensiones migratorias entre Francia e Italia. Aunque París no ha estado en la primera línea de las críticas del vice primer ministro y titular del Interior italiano, Matteo Salvini, en torno a la crisis desatada por este barco de una ONG alemana, su par francés de Interior, Christophe Castaner, ha decidido responder a Roma en nombre de toda Europa. Y no ha escatimado en reproches, mientras reitera su oferta de acoger a diez de los 42 migrantes llegados a territorio italiano.

“Es falso decir que la UE no se ha mostrado solidaria con Italia” en materia migratoria, sostiene Castaner en un largo comunicado emitido el sábado, tras la detención por la policía italiana de la capitana del barco de rescate, la alemana Carola Rackete, cuando atracó su nave con 42 inmigrantes a bordo en Lampedusa. El responsable del Interior francés recordó que “casi 13.000 migrantes necesitados de protección y llegados en Italia entre 2016 y 2017 fueron acogidos en otros países europeos, incluida Francia”. Claro que eso fue, subraya, “durante un periodo en el que Italia eligió una cooperación estrecha con sus aliados europeos”. Es decir, en la era preSalvini.

Con el nuevo Ejecutivo de Roma, y a pesar de que “la crisis migratoria ha disminuido drásticamente”, lamenta Castaner, “el actual Gobierno italiano ha decidido apostar por soluciones no concertadas con sus socios europeos, a la par que denuncia una falta de solidaridad de Europa y de sus Estados miembro”.

El Gobierno francés se ha negado reiteradamente a abrir sus puertos a barcos de rescate, argumentando que no es el punto más cercano conforme al derecho marítimo. Una veintena de ONG criticaron también recientemente a Castaner por su “política de retención y encierro” de migrantes, que consideran una “herramienta de la política de expulsión”.

Aun así, el ministro afea también la decisión italiana de “cerrar sus puertos en violación del derecho internacional marítimo”, algo que ya criticó el presidente Emmanuel Macron el año pasado, durante la crisis con el buque Aquarius, que acabó atracando en España. A pesar de ello, recuerda, se siguen produciendo desembarcos de personas rescatadas “tanto de barcos de ONG como de guardacostas italianos”. Por eso, subraya Castaner, “Italia sigue teniendo necesidad de esa solidaridad europea que denuncia”.

De hecho, acota, en los últimos meses, es decir, ya plenamente en la era Salvini, Francia ha acogido a casi 400 migrantes desembarcados en Italia y Malta “en concertación con otros Estados miembro y bajo coordinación europea”. Una práctica que vuelve a ofrecer ahora para acoger a parte de los migrantes llegados con el Sea-Watch 3 a Lampedusa. Francia está dispuesta a enviar a un equipo sobre el terreno para “identificar a diez personas en necesidad de protección que podrían ser transferidas sin retraso” a territorio francés.