Macron saluda el “gesto humanitario” español con el Aquarius y critica la “irresponsabilidad” italiana
Francia ofrece ayuda a España para tramitar a los migrantes del barco humanitario
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha reconocido el “gesto humanitario” que ha tenido el Ejecutivo de Pedro Sánchez al acoger en Valencia al Aquarius, a la par que ha denunciado el “cinismo e irresponsabilidad” de Italia por prohibir la llegada a sus puertos del barco humanitario con más de 600 migrantes rescatados en los últimos días.
Macron “ha saludado el gesto humanitario realizado por el Gobierno español” y piensa trasladarle hoy mismo a las autoridades de Madrid la disposición de Francia a proporcionarle “todo el apoyo” que pueda requerir para “poder darles (a los migrantes) el mejor trato posible sobre el terreno”, ha revelado el portavoz del Gobierno francés, Benjamin Griveaux, al término del Consejo de Ministros celebrado este martes en el Elíseo.
La cordialidad ante España contrasta con las duras palabras que el Elíseo ha trasladado a Italia, a cuyo nuevo gobierno ha acusado de “una forma de cinismo y de irresponsabilidad ante la situación dramática humanitaria” del barco de SOS Méditerranée.
Para Francia, el caso del Aquarius es “una cuestión de derecho internacional marítimo” que estipula, recordó, que el puerto de acogida en caso de peligro debe ser el más cercano al lugar del rescate.
Francia habría recibido al barco si hubiera sido el país más cercano, “de acuerdo con la ley”, ha afirmado Griveaux. “Lo que es inaceptable en esta situación es el comportamiento y la instrumentalización política que ha hecho Italia de esta cuestión”, ha continuado el portavoz, para quien este caso pone de relieve la “necesidad de una respuesta europea”. Según ha adelantado, Francia y Alemania presentarán una “propuesta ambiciosa” en el próximo Consejo Europeo, especialmente, ha dicho Griveaux sobre la financiación de la policía de fronteras Frontex.
“No es cuestión de crear un precedente que permita mañana a un país europeo descargar su responsabilidad sobre sus socios europeos. En esta cuestión, debemos mostrar solidaridad entre los Estados europeos, algo que no ha hecho Italia”, ha insistido Griveaux.
Ante las crecientes críticas internas —tanto de la oposición como entre las propias filas del partido de Macron, La República en Marcha (LREM)— por el silencio oficial ante la crisis del Aquarius, el portavoz ha asegurado que el Gobierno "no ha permanecido inactivo las últimas 24 horas”, en las que ha estado en contacto con la Comisión Europea. Además, Macron tenía previsto hablar este martes “con las autoridades maltesas, españolas e italianas”.
El presidente francés también ha activado a su ministro del Interior, Gérard Collomb, quien ha hablado durante la jornada tanto con su par español, Fernando Grande-Marlaska, como con el italiano, Matteo Salvini, responsable del cierre de los puertos italianos al Aquarius.
Collomb, que ha invitado a sus dos colegas europeos a París “en los próximos días” para discutir la cuestión migratoria y otros temas de interés común, ha saludado en su conversación con Grande-Marlaska “la decisión de España de recibir el barco y a las mujeres, hombres y niños a bordo” y ha reiterado la intención del Gobierno francés de apoyar al español, "en particular en el acompañamiento de los demandantes de asilo en necesidad manifiesta de protección". A Salvini, Collomb le ha recordado “la necesidad de una respuesta europea coordinada entre Estados en lo que respecta al salvamento marítimo” y le ha reclamado que “sean tenidas en cuenta plenamente las exigencias del derecho internacional”, según un comunicado de Interior.
Miembros de LREM como la diputada Sonia Krimi o el vicepresidente de la Asamblea General, Hugues Renson, habían lamentado el silencio del Elíseo ante la crisis del Aquarius. “Al acoger al Aquarius, España hace honor a los valores de humanidad, apertura y de respeto de la dignidad humana en el corazón del proyecto europeo”, tuiteó Renson en las últimas horas. “La España de Sánchez es el honor de Europa”, dijo por su parte el líder de los socialistas franceses, Olivier Faure, para quien también Macron ejerce un “cinismo y la restricción del derecho de asilo” con su política migratoria, que prevé acelerar los procesos para acoger a refugiados pero expulsar también por una vía más expedita a los que considera migrantes económicos.
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