Netanyahu asegura que la decisión de la Casa Blanca evita un “desastre” en la región
Israel persigue aumentar la presión económica y militar para forzar la caída del régimen de Teherán
Benjamín Netanyahu regresó anoche a Jerusalén antes de lo previsto. Tras participar en una cumbre regional entre Israel, Chipre y Grecia, escuchó en su despacho oficial el mensaje en el que Donald Trump anunciaba la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán suscrito por las grandes potencias. Dicho pacto era una “receta para el desastre” para la región y para la paz en el mundo, afirmó en un breve mensaje televisado tras la “valiente” intervención de Trump, en el que ratificó su “completo apoyo” al presidente. La esperada noticia después de una década de tribulaciones para alertar al mundo de la amenaza del programa atómico iraní. “El acuerdo produjo resultados desastrosos, ya que abría la vía hacia un arsenal de bombas nucleares en unos años”, advirtió ante las cámaras. “No hizo retroceder el riesgo de guerra y no limitó la actuación agresiva de Irán (...) que a pesar del pacto fabrica misiles balísticos”.
Pocas horas antes, sus palabras en Nicosia mostraron con claridad su estrategia: desbaratar el despliegue iraní en Siria “con armas muy peligrosas destinadas a destruir Israel”. Impedir que la Guarda Revolucionaria se afiance junto a las milicias chiíes en el país árabe tras la guerra. “Si alcanza en Mediterráneo, querrá establecer bases militares navales para sus buques y submarinos. Eso sería una amenaza patente para todos nosotros”, alertó a sus socios en un plan regional de energía. “Creo que todos conocen las malignas intenciones de Irán, y que todos reconocen también el derecho de Israel a la autodefensa”. El proyecto iraní de ‘puente terrestre’ entre Teherán y Beirut a través de Irak y Siria es visto como una amenaza existencial en el Estado judío.
Este miércoles, el jefe del Gobierno israelí volará temprano a Moscú para asistir junto a Vladímir Putin al desfile militar que conmemora la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo es reclamar al presidente ruso que trace una línea roja para que frene el avance militar de Irán en Siria. “No queremos una escalada, pero estamos preparados para cualquier escenario, y mejor pronto que tarde”, puntualizó el jefe del Gobierno hebreo. Israel sostiene que las fuerzas iraníes han desplegado en territorio sirio drones armados, misiles tierra-tierra y sistemas de defensa antiaéreos contra su aviación de combate. “Rusia tiene influencia tanto sobre Israel sobre Irán, y se ha convertido en el único acompañante responsable que queda en Oriente Próximo para prevenir un conflicto potencial”, argumentaba el analista Micky Aharonson, ex director diplomático del Consejo de de Seguridad israelí, en una conferencia telefónica con periodistas.
El acuerdo nuclear firmado por seis potencias mundiales hace tres años fue el mayor revés diplomático experimentado por Netanyahu. Había apostado todas sus bazas contra el pacto con Teherán y hasta osó desafiar desde la tribuna del Congreso en Washington al entonces presidente Barack Obama. Desde la llegada a la Casa Blanca del republicano Trump, el líder del Likud se ha empeñado en revertir lo que consideraba un error histórico.
La aparente consecución de su objetivo coincide con una conflicto larvado de baja intensidad con Irán, que ha consolidado su posición militar en Siria tras apuntalar junto con Rusia al régimen del presidente Bachar el Asad durante más de siete años de guerra civil. Desde el pasado mes de septiembre la Fuerza Aérea israelí ha lanzado cinco incursiones contra bases sirias con presencia iraní. Al acoso militar espera que se sume ahora la presión económica que ha reactivado la Casa Blanca contra Irán aquejado ya por una crisis financiera desencadenada por el desplome de su divisa, por la división política entre los sectores del régimen y por las incipientes protestas populares, en un intento de provocar el desmoronamiento del régimen de los ayatolás.
El ministro de Asuntos de Inteligencia, Isarel Katz, declaró a la Radio del Ejército: “Se ha demostrado que los iraníes solo entienden la fuerza y las advertencias de las potencias mundiales. Si Irán se lanza a una carrera por la bomba atómica enriqueciendo uranio se enfrentara serias amenazas y su economía empezará desmoronarse”.
Netanyahu protagonizó la semana pasada una presentación en televisión para asegurar que Israel cuenta con pruebas de que el régimen de Irán engañó a la comunidad internacional cuando aceptó el acuerdo nuclear, ya que entonces mantenía en marcha un programa de armamento atómico secreto. Trump se refirió este martes en su declaración en Washington al hallazgo del espionaje israelí como una de las razones que le habían llevado a retirar a EE UU del acuerdo nuclear.
El primer ministro mostró en directo estanterías con media tonelada de documentos físicos y digitales obtenidos por el Mosdad, el servicio de inteligencia exterior israelí, tras infiltrarse en los archivos nucleares en Teherán. El Gobierno israelí ha informado de que ha facilitado datos sobre el programa atómico iraní a 22 países según un responsable del Consejo de Seguridad Nacional citado por el portal informativo digital Times of Israel.
“Desde hace años, Irán tenía un programa nuclear secreto, el Proyecto Amad. Ahora demostramos que era un plan para fabricar armas nucleares”, alegó el mandatario israelí, que se refirió a la construcción de cabezas nucleares para poder ser disparados en la ojiva de un misil estratégico.
Un ataque con misiles atribuido a Israel causa nueve muertos en una base con presencia iraní en Siria
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