Rohani advierte a Estados Unidos de que se arrepentirá “muy pronto” si abandona el acuerdo nuclear
El presidente iraní reitera su negativa a renegociar el pacto firmado en 2015
Irán ha vuelto a advertir a Estados Unidos este domingo contra las consecuencias de abandonar el acuerdo nuclear. En un nuevo discurso televisado en directo, el presidente Hasan Rohani ha dicho que su país está preparado sea cual sea la decisión, pero que si Washington no respeta lo pactado, va a lamentarlo "muy pronto". Aunque no ha precisado qué medidas contempla, los sectores más conservadores han agitado la posibilidad de salirse del Tratado de No Proliferación (TNP). En cualquier caso, el presidente ha vuelto a repetir que no se plantea revisar el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC), nombre oficial del acuerdo alcanzado en 2015.
“Si Estados Unidos decide salirse del PIAC, muy pronto verán ustedes el remordimiento histórico que tal decisión va a causarle”, ha declarado Rohani, citado por PressTV, durante una visita a la ciudad de Sabzevar, en el noroeste de Irán. “Cualquiera que sea la decisión de Trump, vamos a resistir”, ha añadido en referencia a la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de no firmar la exención de sanciones (requerida semestralmente por la legislación estadounidense) si no se añaden nuevas limitaciones al acuerdo.
El presidente iraní ha explicado que “desde hace meses [ha dado] las órdenes necesarias”, entre otros, a la Organización Iraní de la Energía Atómica, pero no ha precisado en qué consisten esas instrucciones. Resulta arriesgado desestimar sus palabras como una bravuconada. La República Islámica tiene una trayectoria de responder a las presiones internacionales con medidas equiparables y si uno de los seis firmantes del PIAC decide incumplirlo, puede sentirse autorizado a hacer lo propio.
Los sectores más conservadores del régimen, que siempre han visto con recelo el acuerdo, están presionando para que Irán se salga del TNP, un tratado tiene por objetivo evitar que se extienda la capacidad de fabricar armas atómicas y del que Irán es signatario desde su establecimiento en 1968. La idea, que Teherán ya dejó flotar en 2006, cuatro años después de que se descubriera su programa nuclear secreto, ha sido reiterada de nuevo. Nada menos que Ali Akbar Velayati, el veterano consejero de Asuntos Internacionales del líder supremo, ha asegurado que tal sería la respuesta si Washington lleva a cabo su amenaza.
Rohani, que representa a los sectores moderados, se ha mostrado más vago, queriendo dejar espacio para el diálogo. Sin embargo, a medida que se acerca la fecha del 12 de mayo que Trump fijo para que la Unión Europea corrigiera lo que él denomina “fallos en el PIAC”, su tono se endurece, en parte presionado por el desencanto popular con el pacto. Su nueva advertencia coincide con un aumento de la actividad diplomática ante la convicción de que Trump está decidido a cargarse el PIAC. Tras las visitas a Washington del presidente francés, Emanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, ahora es el secretario del Foreign Office británico, Boris Johnson, quien intenta hacerle cambiar de parecer.
Tanto los tres países europeos firmantes (Reino Unido, Francia y Alemania) como Rusia y China siguen defendiendo el valor del acuerdo por el que Irán aceptó limitar su programa atómico a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que estrangulaban su economía. Pero si ni esta medida (muy limitada por las sanciones financieras de EEUU) se ha traducido en el despegue que esperaban los iraníes, ni la Casa Blanca de Trump se ha sentido satisfecha con el resultado. Para el nuevo presidente, como para sus aliados Arabia Saudí e Israel, el tratado debería incluir los misiles balísticos, el papel regional de Irán y un plazo más largo al límite temporal para que pueda volver a enriquecer uranio (que concluye en 2025).
A ese respecto Macron ha hablado de “reforzar” el PIAC para evitar un nuevo aumento de la tensión en Oriente Próximo. También Johnson ha estimado que hay que “desarrollar” el acuerdo para incluir esas preocupaciones. Sin embargo, nadie en Irán contempla tal posibilidad. “Construiremos tantos misiles y armas como necesitemos”, ha dicho Rohani. “Respetamos nuestros compromisos, pero decimos claramente al mundo que no vamos a negociar con nadie sobre nuestras armas y nuestra defensa”.
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