Varapalo electoral para los prodemócratas en Hong Kong
La excolonia británica celebró este domingo unas elecciones parciales para ocupar cuatro escaños de diputados descalificados por Pekín
Hong Kong ha vivido una jornada electoral bastante inusual. La excolonia británica debía elegir, en unos comicios parciales, nuevos parlamentarios para sustituir a cuatro de los seis que, tras ganar en las elecciones en septiembre de 2016, fueron descalificados por usar un lenguaje despectivo contra Pekín en la jura de sus cargos. El resultado divulgado este lunes fue un mazazo para los prodemocráticos, que solo consiguieron dos diputados. Se desvanecía así su esperanza de lograr un número suficiente para vetar las decisiones del bloque pro Pekín en el Legislativo autónomo.
Las urnas cerraron a las 22:30 horas del domingo con una participación del 43% -en 2016, la participación fue del 58,3%-. Ni siquiera la algarabía típica a la puerta de los colegios electorales de los agitadores políticos, altavoces en una mano y folletos en la otra, logró convencer a los ciudadanos para ir a votar en un domingo en el que los cielos azules y la buena temperatura invitaban a realizar otras actividades. De los 2,1 millones de votantes registrados en los cuatro distritos electorales, 904.000 hicieron uso de su derecho al voto.
El desencanto político en una ciudad que volvió a manos chinas en 1997 y que en 2014 salió a la calle para exigir al Gobierno central sufragio universal, quedó de esta manera patente con los resultados de una votación que se ha producido en un momento en el que Pekín está más fuerte que nunca. Este domingo, la Asamblea Nacional Popular aprobó una reforma de la Carta Magna china con la que el presidente Xi Jinping podrá extender su mandato de manera ilimitada. China no está dispuesta a consentir ningún tipo de desafío a su soberanía y, como ya demostró anteriormente al descalificar a seis parlamentarios, no ha tenido reparo en inmiscuirse en los asuntos de una ciudad que, según se estipuló cuando volvió bajo su manto, se regiría por el principio de “un país, dos sistemas”.
Esa división existente en la metrópoli, que se palpa a diario entre los partidarios y opositores de Pekín, dio el domingo pie a varios enfrentamientos entre ambos bandos, como el que se registró a primera hora entre los herederos del Movimiento de los Paraguas y ciudadanos afines a Pekín, que abuchearon a su llegada a las urnas a los primeros. Otros ciudadanos denunciaron haber sido intimidados por nacionalistas chinos y la foto de un joven Joshua Wong, secretario del partido Demosisto -formación nacida tras las protestas de 2014-, cara a cara con un opositor, se multiplicó por las redes sociales.
Ni la autodeterminación ni la independencia entran en los planes de Pekín para Hong Kong y, esa fue la principal razón para también descalificar a la candidata de Demosisto, Agnes Chow en plena campaña. La joven de 21 años tenía previsto sustituir al miembro de su partido Nathan Law, cuyo triunfo electoral había sido anulado. Tras ese varapalo, la formación presentó a Au Nok-hin, quien el domingo se hizo con su escaño en el distrito de Hong Kong Island. El resto de asientos se repartieron entre el prodemócrata Gary Fan, que salió victorioso en el barrio de Nuevos Territorios del Este, y el prochino Vincent Cheng Wing-shun, en Kowloon Oeste. El último fue a parar a Tony Tse Wai-chuen, quien tomó el escaño del gremio de arquitectura, topografía, planificación y paisaje con sus ideas cercanas al Gobierno central.
El Parlamento hongkonés cuenta con 70 asientos. Mientras la mitad de ellos son votados por los ciudadanos, la otra mitad es elegida por grupos profesionales mayoritariamente afines a Pekín.
Con este panorama político, el siguiente paso es esperar a que se resuelva la causa de los otros dos parlamentarios cuyas plazas todavía no se han podido reponer tras haber apelado la decisión judicial que el Tribunal Supremo dictaminó al descalificarlos en julio de 2017. Una vez fallada, es probable que la ciudad vuelva a vivir otra jornada electoral parcial. Lo que es seguro es que las autoridades continuarán en su intento por desmoralizar a una generación joven de activistas, algunos de los cuales ya han sido encarcelados o se han enfrentado a demandas judiciales.
Mientras los prodemócratas insistían en que seguirían luchando por acabar con la injerencia de Pekín en los asuntos internos de la ciudad, Zhang Dejiang, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China se felicitó por un resultado que mantenía el "orden constitucional" en Hong Kong de acuerdo con los deseos de Pekín.
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