Uruguay, clave en la estructura de blanqueo de Odebrecht
El principal testaferro de la trama de sobornos contactó con la BPA a través del país latinoamericano
La conexión de la Banca Privada d’Andorra (BPA) con Odebrecht, el gigante brasileño de la construcción que ha protagonizado la mayor trama de sobornos de América, pasa por el antiguo responsable del banco andorrano en Uruguay Andrés Norberto Sanguinetti Barros, alias Betingo.
La Policía del Principado califica el papel de este exdirectivo de “clave” y le sitúa en la creación de la alambicada madeja mercantil que tejió la mayor contratista de Latinoamérica para desembolsar comisiones millonarias a funcionarios, presidentes y primeros ministros de una docena de países. “Construyó entramados societarios para operaciones triangulares en beneficio de Odebrecht”, concluyen los agentes en un informe al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Betingo actuó como “persona de contacto” entre la BPA y el principal testaferro de la trama de sobornos, Olivio Rodrigues, según los investigadores.
URUGUAY | LOS DOCUMENTOS DE LA TRAMA
Rodrigues fue el hombre tras Klienfeld, una sociedad instrumental creada por Odebrecht en el paraíso fiscal de Antigua y Barbuda que canalizo pagos por valor de 200 millones de dólares (172 millones de euros).
“Todos los clientes estudiados y/o investigados fueron llevados a la entidad bancaria por este empleado [Betingo]”, sentencia la Policía de Andorra.
Los investigadores aseguran que Betingo, que actualmente es consejero del club de fútbol uruguayo Peñarol, fraguó el primer contacto entre Odebrecht y la BPA. A partir de su intermediación, el banco ofreció a la contratista sus servicios. Y lo hizo “deslumbrado por la importancia de tener como cliente a una de las empresas constructoras más relevantes de Latinoamérica”.
La Policía de Andorra, en un informe encargado por la juez que investiga los tentáculos de Odebrecht en el Principado, Canòlich Mingorance, resume así el papel de Betingo: “Creemos que [Sanguinetti Barros] era perfecto conocedor de las operaciones que se efectuaban”.
Las pesquisas apuntan a que el antiguo responsable de la BPA en Uruguay “participó en la apertura de cuentas y facilitó la entrada a la entidad de los investigados, gestionando los recursos y la tramitación de fondos”.
La BPA fue intervenida en marzo de 2015 por las autoridades andorranas en el marco de una investigación por blanqueo de capitales a instancias de EE. UU.
Las autoridades uruguayas arrestaron el pasado agosto a Betingo por su presunta vinculación con el caso Odebrecht. La juez que indaga la derivada del escándalo en el Principado, Canòlich Mingorance, ha reclamado la extradición del exfinanciero a Andorra.
17 millones a una casa de cambio de Montevideo
Los nexos de la trama de sobornos urdida por Odebrecht –una mole con 168.000 empleados y tentáculos en 28 países- salpican por partida doble a Uruguay. Los investigadores han concluido que la contratista transfirió 17 millones de dólares (14,6 millones de euros) a una sociedad vinculada a una casa de cambio de este país de Latinoamérica.
La constructora abonó esta cifra a Carday Capital SA. Tras esta compañía, aparecen los socios de la casa de cambio de Montevideo Cambio Europa SA Gustavo Raymundo Pintos Giordano y Carlos Roberto Tarigo Bonizzoni, según la Policía de Andorra, que también vincula con esta estructura a José Fontana Allende, empresario implicado en una red de blanqueo de capitales.
Algorta, el abogado que movió 23 millones
La Policía andorrana ha puesto también el foco sobre el abogado y corredor de bolsa de Montevideo Óscar Enrique Algorta. Junto al empresario brasileño dedicado a la compraventa de neumáticos Apolo Santana Vieira, Algorta figura como beneficiario de una cuenta en la Banca Privada d’Andorra (BPA) que recibió traspasos internos desde otros depósitos de esta entidad del Principado por 23,1 millones de dólares (19,8 millones de euros).
Dos de las firmas utilizadas por Odebrecht para pagar sus sobornos –Klienfeld y Aeon Group- transfirieron, al menos, 500.000 dólares (428.000 euros) al depósito en la BPA controlado por Santana y Algorta.
“La cuenta ha actuado como puente para ejecutar operaciones de transferencia y, así dificultar su trazabilidad”, apunta la Policía de Andorra en un informe fechado el pasado julio.
Los investigadores remarcan que Algorta “está investigado por la operación Lava Jato por blanquear dinero procedente de sobornos a políticos y empresarios abonados por Petrobras”. Y vinculan a este abogado con Néstor Cerveró, exdirector del área internacional de la petrolera estatal brasileña.
El Banco Central de Uruguay (BCU) sancionó en 2011 a la BPA en el país por incumplir los protocolos de prevención de blanqueo de capitales y terrorismo, según los agentes. Los investigadores, sin embargo, sostienen que la delegación del banco en este país de Latinoamérica continuó operando a través de la firma Noswey SA Asesores de Inversión.
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