“Trump va muy en serio en su intención de reanudar el diálogo de paz entre israelíes y palestinos”
Al Malki asegura que "cada día que pasa" el presidente de EE UU "entiende mejor la situación" del conflicto de Oriente Medio
El ministro de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Riad al Malki (Tulkarem, Cisjordania, 1955), pasó la semana pasada por Madrid en un año repleto de aniversarios muy simbólicos para su pueblo. Se cumplen 100 años de la Declaración Balfour, con la que Reino Unido apoyó "el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío"; 70 del plan de partición de la ONU; 50 de la guerra de los Seis Días que dio inicio a la ocupación israelí de los territorios palestinos; 30 del estallido de la Primera Intifada y 10 desde que Hamás asumió el control completo del poder en la Franja de Gaza meses después de ganar unas elecciones, que marcó la fractura territorial y política con Al Fatah en Cisjordania. Polvos que coinciden con un complejo presente de lodos para los palestinos: la perspectiva de contar con un Estado propio sepultada en la lista de prioridades de la comunidad internacional por la guerra en Siria o el terrorismo de Estado Islámico (ISIS, por sus siglas inglesas), Donald Trump al frente del país que ha mediado históricamente en el conflicto de Oriente Próximo y Benjamín Netanyahu como líder en Israel de un Gobierno marcadamente derechista.
En una entrevista con EL PAÍS en la delegación diplomática palestina en Madrid, Al Malki insiste en no prejuzgar a Trump, en la "seriedad" de su intención de lograr la paz en la zona y en la necesidad de abrazar, sin condiciones previas, la vaga propuesta de reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos (rotas desde 2014) que lanzó en su visita a la zona el mes pasado. "La única forma de que Trump conozca las posturas y el carácter de Netanyahu es meterle en un proceso tan serio como son las negociaciones con los palestinos", señala Al Malki un día después de reunirse con su homólogo español, Alfonso Dastis, y dar una charla en Casa Árabe.
"Cada día que pasa, Trump entiende mejor la situación y está más convencido de que hacer la paz entre Israel y Palestina es lo mejor que cualquier presidente de EE UU puede hacer", asegura Al Malki. El ministro cree que, al tratarse de un empresario sin experiencia política, Trump carecía de "un conocimiento profundo sobre el conflicto palestino-israelí" cuando llegó a la Casa Blanca el pasado enero, por lo que cometió los errores de enterrar en una rueda de prensa con Netanyahu un mes más tarde el apoyo oficial de su país a la solución de dos Estados o de prometer en campaña el traslado de la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalén. Con el paso de los meses, matiza, el presidente estadounidense se ha ido "dando cuenta más de que la única solución viable es la solución de dos Estados" y es ahora "muy serio" en su interés por que israelíes y palestinos alcancen la paz.
"No vamos a caer en la trampa de ser víctimas del estereotipo o de posiciones anticipadas o de creer en promesas hechas durante la campaña. Somos gente muy seria y trabajamos con gente muy seria. El presidente Trump tiene seriedad en entrar en un proceso para lograr un acuerdo de paz. Él es muy serio en eso. La cuestión es si Netanyahu es serio o no", afirma Al Malki antes de poner como ejemplo de esta evolución la reciente marcha atrás de Trump en el traslado de la embajada o su rechazo a ir acompañado de funcionarios israelíes cuando visitó el Muro de las Lamentaciones en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Este.
Diálogo sin condiciones previas
Para resucitar las negociaciones de paz, los palestinos están dispuestos esta vez a abandonar su rechazo, enarbolado en los últimos años, a retomar el diálogo sin que Israel paralice antes la ampliación de los asentamientos. "Queremos dar al presidente Trump algo para que sienta que somos serios y para poder avanzar en todo el proceso. Si mantenemos la posición de que primero hay que frenar la construcción de asentamientos como precondición para empezar las negociaciones, sabemos cuál es la posición de Israel y eso significa que no va a haber ningún progreso en las negociaciones", argumenta.
Al Malki cree que la nueva postura dará "puntos" a los palestinos en Washington y pondrá "presión" sobre Netanyahu para demostrar "si es serio en cuanto a las negociaciones", una vez que no pueda "escapar detrás de que los palestinos han puesto precondiciones". "Tal vez —aventura— va a decir sí a la iniciativa de Trump", pero "con la coalición de Gobierno que tiene hoy" Netanyahu no va a "colaborar con ella ni permitir que sea exitosa" porque no está dispuesto a pagar el precio político que implica: la retirada del territorio palestino ocupado, la división de Jerusalén, el desalojo de colonos, etcétera.
Para el ministro, pues, no se trata tanto de confianza plena en que el diálogo vaya a llegar a buen puerto como de que "Trump descubra la realidad de Israel y quién es Netanyahu: un mentiroso a tiempo completo". "Es una posición muy correcta y bien estudiada por el liderazgo palestino para impulsar el proceso y descubrir la trampa que Netanyahu ha usado durante muchos años (...). Tenemos bastante interés porque, cuando no hay proceso de paz, estamos perdiendo todos los días. La falta de una iniciativa de paz significa más colonos, más asentamientos, más confiscación de tierra, más gente muerta...", concluye.
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