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Menores No Acompañados

El inicio de una nueva vida, en una caja de zapatos

Voluntarios de Sarre (suroeste de Alemania) recorren en furgoneta varias zonas del país para repartir regalos de bienvenida a refugiados más vulnerables: los menores

Refugees Welcome Box hizo un reparto de cajas por Alemania.Foto: reuters_live | Vídeo: EPV
Belén Domínguez Cebrián

“Querido pequeño hombre. Esto es una bienvenida cariñosa en la a veces fría y no muy amable Alemania. Espero que te gusten los regalos. Si te gusta el fútbol (y espero que así sea), este es un buen país en el que vivir y podrás hacer buenos amigos (…)”. En tan solo una caja de zapatos caben las herramientas necesarias para comenzar una nueva vida en un país desconocido. O eso es lo que piensa un grupo de jóvenes alemanes de la región de Sarre (oeste del país). En junio de 2015 esta decena de voluntarios creó la iniciativa RefugeeWelcomeBox; una simple caja de zapatos convertida en cesta-regalo con gafas, diccionario, calcetines, lapiceros, comida y toda clase de enseres —como el mensaje que introduce esta historia— para recibir de una forma “calurosa”, según la organización, a los refugiados de entre cinco y 18 años que acaban de atravesar un largo viaje caminando o dejando su suerte a los traficantes.

El famoso movimiento Welcome Refugees que despertó a la mayoría de la sociedad europea  —especialmente en Austria y Alemania— el verano pasado se ha retirado ahora de las calles, parques y estaciones de tren para entrar en el inmenso mundo de Internet.

Desde casa, el trabajo, o en la calle uno puede con un click bucear por un catálogo de productos para motivarse y rellenar una caja de zapatos y depositarlas hasta en 40 puntos diferentes de toda la región. ¿El precio? "Alrededor de 20 euros", explica Sarah. La organización, de manera altruista, distribuye por los centros, escuelas y casa de acogida los regalos de bienvenida. En esta época del año se reciben más mochilas, respondiendo a un llamamiento especial de los voluntarios. “Los jóvenes refugiados experimentan una bienvenida de la gente en su nuevo hogar”, argumenta la organización en su página de Facebook. Y más de 1.000 niños, explica Sarah Bremerstein, una de las coordinadoras de 36 años, ya tienen su caja.

Imagen cedida por Refugees Welcome Box.
Imagen cedida por Refugees Welcome Box.

No hay un movimiento organizado ni un objetivo común pero los mensajes de apoyo y cariño, casi familiares, conmueven a cualquiera. Se percibe una inmensa humanidad con los más vulnerables: los niños. “Gracias por hacer que mi país sea más diverso”, agradeció Jana a uno de los niños refugiados para el que iba dirigido su caja de regalos en una cartulina amarilla. En Alemania hay 52.000 menores no acompañados, según el Programa Europeo para la Integración y la Inmigración (EPIM, según sus siglas inglesas) que, en su mayoría, atravesaron la ruta de los Balcanes buscando protección y un sitio donde poder crecer a salvo de las bombas o la hambruna. Pero la realidad en Europa es mucho más grave, donde en toda la UE 214.355 esperaban hace justo un año poder echar raíces y encontrar un país, una familia, un hogar, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

RefugeeWelcomeBox se ha convertido en un movimiento internacional y países como Reino Unido y Canadá ya aplican esta original forma de regalar lo que quizás sea un inicio más amable para los niños que han sufrido un trauma —como un conflicto armado— en un continente completamente ajeno. “Como en Sarre teníamos más cajas que refugiados hicimos un tour por Alemania distribuyendo el resto por todo el país”, cierra Bremerstein.

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