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Los decomisos de oro a los grupos armados aumentan en Colombia

Las autoridades colombianas han intervenido 665 minas y detenido a más de 1.500 personas relacionadas con este delito

Cantera ilegal cerrada por la policía de Colombia en Soacha
Cantera ilegal cerrada por la policía de Colombia en SoachaEFE

Los grupos armados en Colombia han encontrado en la minería ilegal, en especial la del oro, un negocio rentable para financiarse. Los decomisos de ese metal en 2014 se cuantificaron en 26 millones de dólares que, de otro modo, habrían terminado en manos de las guerrillas de las FARC y el ELN, y de bandas criminales como Los Rastrojos y Los Úsuga, las más grandes del país.

El ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, reveló, durante la entrega del balance de seguridad en 2014, que las autoridades se incautaron de 739 kilogramos de oro, un incremento enorme frente a 2013, cuando se decomisaron solo 11 kilos, lo que equivale a un aumento del 6.700%. Además, se destruyeron 90 retroexcavadoras —en 2013 fueron 45— porque se comprobó que tenían relación con organizaciones ilegales y fueron detenidas 1.757 personas relacionadas con este delito. En el informe oficial destaca la intervención de 655 minas que estaban siendo explotadas ilegalmente, casi un 10% más que en 2013.

En Colombia, según datos oficiales, al año se extraen aproximadamente unas 46 toneladas de oro. Un artículo del diario El Tiempo publicado el domingo asegura, citando fuentes oficiales, que las guerrillas y las bandas criminales tienen una tajada que corresponde al 17% de este negocio, es decir, unas 8 toneladas, por lo que las incautaciones registradas reflejarían una mínima parte (9,2%), del oro que sacan estos grupos. Según este diario, por cada kilo de oro en el mercado negro la guerrilla puede recibir a cambio 96 fusiles.

La policía creó en 2010 una unidad dedicada exclusivamente a combatir la minería ilegal que trabaja de la mano con la Fiscalía. Su director, el brigadier general José Gerardo Acevedo explicó a la revista Semana en agosto que gran parte de las minas quedan en lugares de difícil acceso geográfico y de orden público, lo que dificulta el control de las autoridades. “Alrededor del oro hay una cadena criminal de muchas cosas. De la maquinaria, del mismo oro, del comprador, de los químicos que se utilizan. Hay prostitución, maltrato infantil, porque hay niños en las minas que trabajan, desplazamientos e invasión a la cultura de una región”, dijo el oficial.

“Alrededor del oro hay una cadena criminal de muchas cosas. De la maquinaria, del mismo oro, del comprador, de los químicos que se utilizan. Hay prostitución, maltrato infantil, porque hay niños en las minas que trabajan, desplazamientos e invasión a la cultura de una región”

Las mayoría de las incautaciones en 2014 se dieron en zonas como Cauca, en el sur del país, Bolívar, en el norte y Chocó en el noroccidente, donde hay minas subterráneas y a cielo abierto, y donde se registra una alta presencia de grupos armados. Pero a pesar de la gran cantidad de mineral incautado, que frustra a los grupos armados la posibilidad de lavar dinero para financiar sus actividades criminales, las cifras se quedan cortas frente a la dimensión del negocio.

El ministro Pinzón dijo a los medios locales que en comparación con el narcotráfico, la lucha contra la minería ilegal es más difícil, porque las autoridades no cuentan con herramientas jurídicas para combatir a los criminales que se lucran de esta actividad.

En su balance anual, Pinzón también destacó que en la lucha contra la financiación del terrorismo, durante 2014 se incautaron 166 toneladas de cocaína, 349 kilos de heroína y 300 toneladas de marihuana. “Se estima, en lo que fueron las incautaciones de cocaína, que se le quitaron al crimen organizado unos 5.400 millones de dólares”, dijo en rueda de prensa.

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