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Juan Manuel Santos: “Queremos continuar las negociaciones”

Los representantes de las FARC en La Habana se desvinculan de la decisión sobre el destino del general secuestrado

Tropas colombianas subiendo a un helicóptero.
Tropas colombianas subiendo a un helicóptero.MAURICIO ORJUELA (AFP)

El diálogo entre el Gobierno colombiano y las FARC para terminar con cinco décadas de conflicto armado ha tropezado con la peor crisis justo cuando se cumplen dos años desde su inicio. El proceso ha quedado en suspenso debido al secuestro del general Rubén Darío Alzate, el militar de más alto rango retenido por la guerrilla, en el noroeste del país. Pese a la situación de bloqueo, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, recordó este miércoles que en este proceso de paz se ha “avanzado como nunca antes” y afirmó que confía en que el “impasse” se solucione en los próximos días con la ayuda de los países garantes del proceso de paz, que son Cuba y Noruega. “Queremos continuar las negociaciones para terminar esta guerra que nos ha desangrado a todos los colombianos”, dijo en un acto con la comunidad de Ataco, en Tolima.

Liberarlos es la mejor oportunidad que tienen las FARC para demostrar su compromiso con la paz” Ángela Giraldo, hermana de un diputado secuestrado y asesinado en 2007 por la guerrilla

Las FARC confirmaron el martes el secuestro de Alzate y dos personas más que lo acompañaban. Ocurrió el pasado domingo, cuando el general se desplazaba vestido de civil y desarmado en una embarcación por el río Atrato, una zona selvática con presencia de grupos guerrilleros y bandas criminales. El número dos de las FARC y jefe negociador en La Habana, Iván Márquez, afirmó este miércoles que la solución está en manos de Santos y de Timoleón Jiménez, alias Timochenko, el líder de la guerrilla. “Nosotros [la delegación de paz en Cuba] no damos esa orden. El secretariado de las FARC, a través de su comandante, es el que maneja este asunto”, dijo a periodistas en La Habana.

Para Ariel Ávila, analista de la fundación especializada en el conflicto Paz y Reconciliación, el anuncio de Márquez no puede interpretarse como una división en las FARC, entre los jefes sobre el terreno y los que negocian en La Habana con el Gobierno. “El que tomó la decisión de suspender las negociaciones fue Santos, y no su jefe negociador, Humberto de La Calle. Pasa exactamente lo mismo en las FARC. Es una organización centralista, lo que significa que los negociadores en La Habana, por más que lo integren cinco de los nueve que forman el Secretariado [el máximo órgano ejecutivo del grupo] no van a tomar la decisión hasta que no se consulte con todos. Ya con eso, Timochenko podrá decidir”, explicó a este diario. Márquez habló este miércoles en La Habana para destacar los avances que se han alcanzado en tres de los seis puntos de la agenda de negociación (reforma agraria, participación política y narcotráfico), cuando en Colombia crecen los rumores sobre la liberación del general Alzate y sus acompañantes, un cabo y una abogada.

Los medios locales han anticipado que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) estaría avanzando gestiones para recibir a los secuestrados. Aún así, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ha reiterado que siguen los operativos de rescate y ha ofrecido unos 45.000 dólares a quien proporcione información sobre los secuestrados.

Las víctimas también se pronunciaron para pedirle a Santos que retome las conversaciones de paz. Así lo hizo un grupo de 40 de ellas, entre afectados por la guerrilla, los paramilitares y de agentes del Estado que han viajado a la capital cubana recientemente a tener audiencias con los dos grupos de negociadores. A las FARC le han pedido coherencia con la voluntad de paz y que se distancie de prácticas como el secuestro que mellan la confianza. “Liberarlos es la mejor oportunidad que tienen las FARC para demostrar su compromiso con la paz”, le dijo a este diario Ángela Giraldo, hermana de un diputado secuestrado y asesinado en 2007 por la guerrilla y firmante de la petición. Según el informe del Centro Nacional de Memoria Histórica ¡Basta ya!, en los últimos 40 años han sido secuestradas 27.000 personas en Colombia, la gran mayoría por las guerrillas.

Por su parte, la bancada del Centro Democrático en el Congreso, el partido opositor que lidera el senador y expresidente Álvaro Uribe, arreció con sus críticas al proceso de paz y plantó en sus pupitres unos carteles con la leyenda “#Nomashumillacionanuestroshéroes”, acompañada de la foto de dos soldados, siguiendo la teoría de Uribe de que la negociación de Santos con la guerrilla desmotiva a las Fuerzas Armadas.

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