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La carestía y la inflación reducen la alimentación básica de los venezolanos

El Instituto de Estadística constata que en el segundo semestre de 2013 hubo una caída de la compra de productos elementales. La harina de maíz, clave en la dieta cotidiana, bajó un 16,5%

Una cajera cuenta dinero en un súper de Caracas.
Una cajera cuenta dinero en un súper de Caracas.C. G. RAWLINS (REUTERS)

El Instituto Nacional de Estadística de Venezuela le ha propinado el segundo golpe bajo al Gobierno en menos de un mes. En mayo reveló que 737.000 venezolanos se habían deslizado hacia la pobreza extrema. Y este mes la Encuesta de Seguimiento al Consumo de Alimentos concluyó que entre el segundo semestre de 2012 y el mismo período de 2013 hubo una caída generalizada del consumo diario de alimentos básicos. De los 43 ítems incluidos en el estudio, el consumo decayó en 41. En algunos casos hubo un desplome notorio, como en el de la harina de maíz (-16.55%), la base para elaborar las arepas, comida tradicional venezolana en el desayuno y la cena.

El INE ha desmentido además por carambola a la nomenklatura chavista, cuyos integrantes han asegurado en diversas ocasiones desde 2013 que la escasez y el desabastecimiento crónicos se explican porque los venezolanos ahora pueden consumir más. Ya era en todo caso un argumento difícil de creer entre analistas y opinadores por la brutal caída del poder adquisitivo. La inflación anualizada entre mayo de 2013 y el mismo mes de 2014 marcó 60.9%, a pesar de que el Gobierno ha aumentado el salario mínimo 40% en un año, el más alto de toda la era chavista hasta marzo, en un esfuerzo por intentar compensarla. Este salario apenas cubre el costo de la canasta alimentaria, valorada oficialmente por el INE hasta enero de 2014 en 3.641 bolívares (53 euros, de acuerdo con la tasa más alta de cambio oficial).

La caída incluye productos como arroz (-10.55%), banano (-7.38%), pasta (-7.55%) y azúcar (-7.65%)

Además de la harina de maíz precocida, los otros ocho alimentos básicos que más dejaron de consumirse en Venezuela según estos datos fueron: arroz (-10.55%), banano (-7.38%), pasta (-7.55%), azúcar (-7.65%), carne de res (-7.3%) lechosa o papaya (-4.69%), pan de trigo (-1,8%) y papa (-2%). También declinó el consumo de pollo (-7.43%), pescado fresco (-5.83%), leche en polvo completa (-7,5%) y leche líquida (-13,6%). Los recortes incluyen a 55 de los 62 productos de la canasta alimentaria.

Estas cifras negativas no han recibido el despliegue en las televisoras y diarios del Estado que en su momento dieron a los logros propagandísticos del régimen. El 28 de octubre de 2005 el entonces presidente Hugo Chávez declaró a Venezuela territorio libre de analfabetismo luego de aplicar, durante dos años, un programa diseñado en Cuba. Durante muchos años el chavismo se ha quejado de que los medios de comunicación no oficiales suelen minimizar sus logros y gestas.

Los resultados podrían explicarse desde dos puntos de vista: uno, la imposibilidad de conseguir en el supermercado todos los alimentos de la canasta básica, cuyo precio está regulado por el gobierno y no se ajusta a la velocidad de la inflación. El índice de escasez reportado por el Banco Central de Venezuela en marzo llegó a 26.2%, casi nueve puntos más que en el tercer mes de 2013, 17.7. El otro argumento es la caída del poder de compra. Entre mayo de 2013 y ese mismo mes de 2014 la inflación de los alimentos y las bebidas no alcohólicas se incrementó 76.2%.

Venezuela planea devaluar para tratar de corregir las distorsiones ocasionadas por el control cambiario

Estas cifras se conocen en un momento en que Venezuela analiza una nueva devaluación para tratar de corregir las distorsiones ocasionadas por el control de cambios establecido hace más de once años. Los gastos superan en casi 15% del PIB a los ingresos y el Gobierno necesita más divisas por cada dólar que capta por concepto de renta petrolera. El domingo el diario Últimas Noticias, adquirido recientemente por capitales chavistas, reseñó en su titular principal declaraciones del vicepresidente del área económica Rafael Ramírez en una reunión con operadoras del sector financiero internacional en Londres. “Existe la necesidad de converger en un nuevo sistema cambiario en el corto plazo”, afirmó.

De ser así es posible que se elimine por completo las importaciones al cambio oficial de 6.30 bolívares por dólar, con el que traen al país alimentos básicos y medicinas. La devaluación aumentará el costo de la materia prima y los alimentos y obligará al gobierno a incrementar el precio de los productos controlados. Pero, como sucede con el postergado anuncio del aumento de la gasolina, estas decisiones dependerán de la situación interna.

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